Sandra, la guardiana de la seguridad en las calles de Neuquén y la región

Su trabajo como administrativa del Tribunal de Faltas de la ciudad de Neuquén la llevó a encontrar su verdadera vocación. Para Sandra Torres la seguridad vial es todo en su vida diaria.
En esas oficinas a las que nadie quiere, ella pensó un proyecto madre que luego se ramificó en otros y otros.

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“Yo veía todos los días los expedientes que llegaban por las faltas que cometían los conductores en las calles de la ciudad. Llegaban chicos a preguntar cómo hacer para recuperar el auto que les había prestado su padre y con el cual había cometido una falta. Era una cosa de todos los días. Había que hacer algo al respecto”, comenzó su historia.

Fue el poroto que germina en un frasco de vidrio, como en esos proyectos escolares. Comenzó a capacitarse en seguridad vial, a pensar qué se podía hacer para cambiar esa realidad de las calles que en muchas ocasiones se llevaba vidas. Estudio y actuó.

En 2009 se formó la Organización No Gubernamental (ONG) “Bien Neuquino” que luego se denominó “Bien Argentino”, que paso a paso, respetando las velocidades máximas llegó a ser miembro de la Organización de las Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud.

Sandra Torres formó parte de la comisión y luego llegó a la presidencia desde la cual hoy sigue trabajando para generar conciencia en el manejo responsable en las calles y las rutas.

Y los proyectos que impulsó fueron varios en la ciudad de Neuquén, que terminaron siendo ordenanzas a respetar. Tan impulsiva y sin descanso fue por más. Pero vamos por partes.

Porque según ella asegura, las muertes en incidentes viales se redujo, pero la siniestralidad aumentó un 30%. Lo cual no deja de ser un dato menor. Se continua infringiendo la ley de tránsito y eso es algo por lo que pelea día a día.

En actividad se la podía ver siempre en los controles de tránsito que se realizaban durante la noche en diferentes puntos de la ciudad. “Tenía que estar ahí porque más allá de la sanción es importante la concientización del conductor”, aclaró.

Y de ahí nacieron proyectos que impulsó. La reducción de la velocidad a 20 kilómetros en inmediaciones de las instituciones educativas fue uno de sus logros. Y si de escuelas hablamos, desde “Bien Argentino” realizan todas las semanas charlas gratuitas para estudiantes de primaria y secundaria para “el buen conductor del futuro”.

Además, lograron desde la ONG implementar “el alumno guía”. Es un estudiante que con un chaleco amarillo aportado por la organización, se encarga de “custodiar” la entrada y salida de sus compañeros de manera segura. Ese pequeño les informa a sus pares que no deben cruzar por mitad de cuadra y sí por la esquina, que sus padres no pueden estacionar en doble fila en la puerta de la escuela. Y siguen las recomendaciones. “Cuando vamos a las escuelas con esta propuesta todos quieren ser guía y son los mejores guardianes de sus padres dentro del auto”, comentó Sandra.

¿Y en el secundario? “Son chichos que en pocos años están listo para sacar su licencia y les interesa saber sobre un manejo responsable. En las charlas que damos en los colegios me di cuenta que tienen muy presente el ‘conductor designado’”, comentó Torres.

Por supuesto que esto no es la general de la ley, pero si se puede generar conciencia desde temprana edad ya es un paso enorme. Y allí está Sandra, una guardiana que no para de mirar las calles de la ciudad y la conducta de quienes la habitan.

¿Qué es Bien Argentino? Ellos responden. “Trabajamos para cuidar la vida de las generaciones actuales y futuras, a través de dos ejes: seguridad vial y medioambiente”, es el lema de la ONG.

“Abordamos estos ejes desde la prevención y concientización, trabajando para ello en forma articulada con otras organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y organismos públicos, tanto municipales, provinciales y nacionales como internacionales. Estamos convencidos de que para lograr un mayor impacto es necesario apalancar el trabajo desde la educación de la comunidad y la incidencia en políticas públicas”, agregan los miembros que forman parte de la organización.

Sandra Torres rescató el aporte “inmenso” que realizan los voluntarios . Personas que se acercan a la ONG con el solo objeto de colaborar, aprender y ayudar para que la convivencia en las calles sea un lugar con menos siniestralidad. Solo se trata de que los habitantes comunes sepan respetar las normas para que todos estén seguros.

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