Teatro: “La carpeta” vuelve a escena en el Club de Arte el Biombo, de Roca
La obra de Lina Destéfanis, que refleja con cierto humor la censura y realismo escénico la opresión en el contexto de un jardín de infantes de fines de los ‘70, ofrecerá una nueva función mañana a las 21.
Una mañana difícil en la salita verde: "La carpeta" y eso que estaba prohibido decir o cantar en tiempos de terrorismo de Estado.
Es el invierno de 1979 y el invierno, en 1979, también es metáfora. Una dura, cruel metáfora de una vida rodeada de terror y muerte. Una fría mañana del invierno de 1979, en la salita verde del jardín de infantes de un pueblo de provincia, una carpeta llama la atención de la autoridades. “La carpeta”, escrita y dirigida por Lina Destéfanis, pone en escena un entramado de contrastes entre el ambiente luminoso y contenedor de la salita para contar la atmósfera amenazante y opresiva de una época.
Producida por la Compañía de Teatros y Títeres El Biombo y con las actuaciones de Ayelén Ancatén Ureta, Marina Gala Di Giovanni, Natalí Inzunza y Mika Ockier, “La carpeta” vuelve a escena este sábado, a las 21, en la sala de Club de Arte El Biombo (Rodhe 1454, Roca). (Ver abajo).
“Es una idea que tenía desde hace mucho tiempo, un poco como que la imagen generadora de esta escritura fue una carpeta, una carpeta didáctica de una maestra de jardín de infantes y una actividad planificada en la misma que despertó absurdas sospechas en esa época, ante la visita de una supervisora”, cuenta Lina Destéfanis.
“Entonces, a través de las actividades cotidianas propias del nivel inicial, los personajes van recreando las prácticas educativas de esa época, como así también los principios morales, los valores que imperaban en la sociedad de ese tiempo. Eso fue un poco lo que generó la escritura de esta obra. Y también porque el año pasado estábamos muy motivados con el tema de los 40 años de la democracia en la Argentina”, amplía la autora de la obra.
“La carpeta” implicó de parte de la dramaturga -y del equipo de producción que la acompañó- un trabajo de investigación sobre todo de los libros que fueron censurados en esa época, que es el tema central de la obra, ya que lo que contiene la carpeta “sospechosa” tiene que ver con eso.
«La carpeta»: una salita de aquellos años 70
La propuesta escénica tiene, por un lado, la dirección y por otro, la salita ambientada tal cual eran las salitas de jardín de infantes defines de los ‘70 . La obra incluye un acontecimiento teatral que implica la posibilidad, en la primera escena de la obra, que parte del público participe de la salita. Quien quiera participar de ese momento de la obra (porque es solo un momento) deben anunciarlo al ingresar a la sala. El público puede espectar desde la platea o ser parte de esta salita.
Las cuatro actrices dan vida a la directora, la supervisora, la maestra y la preceptora del jardín en cuestión. Y el público que quiera ser parte de esa salita, serán en esa escena los alumnos de la salita.
¿Cómo vieron esa apertura del público al espacio escénico? “Lo viven muy bien, porque más o menos se les da un tecito, pueden realizar una actividad de dibujo. O sea que es muy sorprendente también para el público que está espectando porque incorpora a este público que está en la salita, o sea, entra en la convención”, explica Lina. “Te digo que es sorprendente y hace que cada función sea única porque no se pueden prever las reacciones, modifica la actuación de alguna manera, las señoritas tienen que estar muy atentas a lo que puede surgir en el aquí y ahora”.
La obra transcurre con las actividades cotidianas como tomar el desayuno, las canciones de aquella época y, desde lo lúdico, desde el juego, plantear si se podía cantar tal canción o estaba censurada. “No es tanto lo que se dice porque desde lo textual es bastante sencillo, sino que de lo que se trata es de cómo entrar en un campo de tensiones permanentes y ver los opuestos de las ideas que tenían estas señoritas. Si acataban el discurso oficial o si tenían libre pensamiento. Todo esto va surgiendo a través de diálogos muy pequeños, porque están los niños en la escena”, explica la autora y directora de la obra.
Cuando la supervisora visita el jardín hay un gran revuelo, se genera cierto nerviosismo. Y la supervisora pide ver las carpetas. Y en una carpeta encuentra una actividad planificada que despierta sospechas. No se sabe, de qué se trata hasta el final de la obra, que se revela ese contenido sospechoso. Mientras tanto y hasta llegar a ese momento decisivo, se va creando un clima de hilaridad, absurdo, sobre lo que pasa en la salita. El recorrido de la supervisora por la salita, el cuestionamiento de las actividades que se están realizando, y después se va desarrollando esto, de qué es lo que pasó. Así, “La carpeta” funciona como una gran metáfora de ese jardín país que vivimos y que de algún modo seguimos viviendo.
«La carpeta»: ficha técnica y función
Texto y Dirección: Lina Inés Destéfanis
Actrices: Ayelén Ancatén Ureta, Marina Gala Di Giovanni, Natalí Inzunza, Mika Ockier
Operación Técnica: Pablo Cofré
Diseño Lumínico: David Fernández
Diseño Sonoro: Rober García
Composición e interpretación musical: Cecilia Amaya y Carlos Banacloi
Ilustración: Juan Marchesi
Diseño Gráfico: Dante Di Giovanni
Producción General, Escenografía y Vestuario: Compañía de Teatro y Títeres “El Biombo” y Club de Arte “El Biombo”.
Función:
este sábado, a las 21, en Club de Arte El Biombo (Rodhe 1454, Roca).
Reserva de entradas al 0298 4693820.
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