Avalancha en el cerro López de Bariloche: un guía de montaña advirtió sobre los riesgos a los jóvenes
La Asociación Argentina de Guías de Montaña (AAGM) cuestionó que ninguna de las tres personas arrastradas por la avalancha es guía de montaña profesional habilitada en Argentina.
En el refugio Roca Negra, a mitad de camino hacia la cumbre del cerro López, Eric Karst, un guía de montaña y esquí de Bariloche, se topó con un grupo de cuatro jóvenes decididos a emprender el ascenso para practicar esquí de travesía. La charla fue tan casual como breve. Eric les sugirió que no avanzaran más allá del refugio porque las condiciones no eran las mejores para permanecer en ese sector. Había nevado en los últimos días.
“Yo justamente estaba con clientes y tenía previsto ir al Filo de las Cabras porque las condiciones no estaban para ir ahí. Cristian, uno de los chicos, me dijo que igual no irían. No los vi más. A la tarde me entero lo que había pasado. Supe que había un cuarto integrante del grupo pegó la vuelta en Roca Negra”, contó Karst.
La decisión tuvo un final milagroso, reconocen los mismos rescatistas. Los tres jóvenes practicaban esquí de travesía al sur del refugio cuando una avalancha los arrastró en la tarde del miércoles. Los primeros en acudir al lugar de la tragedia fueron tres guías de alta montaña que se encontraban en el refugio, Julián López, Gastón Lamuniere y Juan Pablo Villagra. Alertaron de inmediato, a la Comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche.
Avalancha en Bariloche: un cerro subestimado
“La gente subestima el López porque llegar es fácil, pero tiene un terreno muy exigente para gestionar. No es una montaña fácil. Sucede que llegás rápido a la nieve, tiene refugio y condiciones que la hacen accesible, pero el terreno es muy complejo”, resumió Karst, de 41 años.
El guía insistió en que “no era un lugar acorde para estar ese día. Tiene pendientes muy fuertes que había que evitar. El boletín advertía sobre los riesgos. Es muy claro respecto a las recomendaciones de dónde ir y qué lugares evitar. Esta gente no tenía ningún tipo de visión de lo que estaba haciendo. Fueron sin considerar el terreno ni las condiciones de nieve”.
Consideró que lo ideal es contratar a un guía de montaña aunque priorizó el “libre acceso a la montaña”: “No debe haber una cuestión prohibitiva, pero para eso, la gente debe estar preparada para gestionar su itinerario”.
Karst evaluó que los jovenes afectados por la avalancha “hicieron todo mal”. “Una avalancha nunca puede agarrar a tres. No deben estar tres personas en simultáneo en un lugar. Debe esquiar uno, luego el otro y finalmente, el otro”, argumentó.
Tras la avalancha, los guías lograron encontrar a Cristian Eurasquin, que sufrió lesiones leves y un cuadro de hipotermia. Poco después, hallaron el cuerpo de Andrea Marshall, una instructora de esquí y escaladora escocesa que vivía en el Valle de Arán, en España.
Augusto Gruttadauria, un cordobés de 29 años, seguía sin aparecer. Ante las condiciones adversas y riesgosas para los mismos rescatistas en plena oscuridad, desde la Comisión de Auxilio decidieron suspender la búsqueda hasta el día siguiente. Las chances de encontrarlo con vida eran mínimas.
Pero un llamado al teléfono de emergencia 911 a las 2.53 de la mañana de ayer, sorprendió a todos. “Me cayó una avalancha en el cerro López. De pedo puedo respirar, pero tengo las piernas atadas. Por favor”, rogaba Augusto con un tono angustiado casi desesperado, del otro lado de la línea. Explicó que había logrado hacer un hueco en la nieve y de esta forma, lograba respirar. También aclaró que no llamaba de su teléfono sino del de una amiga, pero que estaba bloqueado. Por eso, llamaba al 911. Además, no había señal. Un milagro.
“Me está agarrando hipotermia. Hace cuatro horas me cayó. Estoy en la cara derecha del refugio como quien va subiendo. Por favor, manden a alguien”, insistía. Los operadores, mientras pedían ayuda, lo mantuvieron una hora 45 minutos en línea hasta que su teléfono finalmente se quedó sin batería.
Los rescatistas se congregaron en el cerro esa misma madrugada y tras encontrarlo, lograron evacuar a Augusto en helicóptero hasta el Varadero de Parques Nacionales donde fue trasladado al hospital Ramón Carrillo y luego, a la unidad de terapia intensiva del sanatorio San Carlos.
Hay una falla cultural. No hay conciencia a nivel de prevención y la gente sale a la montaña sin tomar recaudos. Pasan muchas cosas que no trascienden porque no llegan a ser accidentes”.
Eric Karst, guía de montaña y esquí.
Tras una primera evaluación del joven, el médico traumatólogo Augusto Cabrera Morrone destacó dos situaciones: “La hipotermia, por un lado, y las complicaciones de la hipotermina como las congelaciones de los miembros”. Dijo que se estudian sus pies, sus manos y su sistema orgánico “para ver hasta dónde llegaron esas lesiones. Hasta tanto no tengamos el proceso de diagnóstico terminado, no vamos a empezar el tratamiento. Pasará las primeras horas de su evolución en terapia intensiva y ahí iremos determinando, en función de los estudios que le vamos realizando, las líneas de tratamiento que iremos haciendo”.
Señaló que Augusto ya recuperó su temperatura corporal aunque aclaró que “hay distintos grados de hipotermia que pueden causar diferentes daños en los órganos; por eso, hay que ir haciendo estudios”. Especificó que en un contexto de hipotermia, pueden generarse lesiones por necrosis en los dedos de las manos, en las manos, en los pies y hasta puede ocurrir algún daño renal”.
Cabrera Morrone recalcó que en este momento, «el tratamiento es de soporte, es decir que, en la terapia intensiva, se le hará un aporte de líquidos, un constante control y se evaluará si alguna lesión requiere algún tipo de tratamiento o intervención».
Por qué no se encontró a Augusto en un primer momento, tras la avalancha en Bariloche
Desde la Asociación de Guías de Alta Montaña, recalcaron que el lugar donde ocurrió el accidente en el cerro López “es extremadamente peligroso”. Los especialistas explicaron por qué no se buscó al joven en un primer momento, por arriba de la avalancha. “La gente cae hacia abajo, es raro que quede arriba como pasó en este caso. Además, era peligroso subir. Cuando cae una avalancha, la posibilidad de que caiga otra es alta. Esa fue la razón por la cual cuando llegó la Comisión de Auxilio ya casi de noche se rastrilló solo la parte de abajo”, explicó Toncek Arko, el autor del libro “Rescates en montaña”.
Estimó que la avalancha puede haber arrastrado a Augusto hacia uno de los costados, aunque podría haberlo cubierto “de manera muy superficial” ya que pasó, al menos 11 horas, sepultado. “El problema es cuando te agarra una avalancha y tenés los esquíes puestos porque quedás atrapado y no te podés mover. Se puede haber desmayado y por eso, llamó tarde”, planteó Arko.
Los especialistas recomiendan, ante una avalancha, poner las dos manos sobre la cabeza para que quede un lugar con aire para poder respirar. En el caso de Augusto, piensan, “la burbuja fue de casualidad lo que le permitió aguantar tantas horas”.
Quién es el sobreviviente y la víctima de la avalancha en Bariloche
“Just for fun” (“Solo por diversión”) es la frase de uno los dos perfiles de Instagram de Augusto Gruttadauria, el cordobés de 29 años que se define a sí mismo como un amante de los deportes extremos y los viajes.
El joven es amante del esquí, deporte que lo llevó a recorrer distintas partes del mundo. Su última publicación en Instagram lo muestra haciendo una pirueta a bordo de sus esquíes en el cerro Catedral de Bariloche.
En los últimos años también compartió imágenes de otros deportes extremos, como bungee jumping en Baños, Ecuador, y kayak en Isla Mujeres, México.
Sus redes dan cuenta de que en 2017 sacó a la calle “El Carrito”, un food truck destinado a la venta de pizza y cerveza artesanal en la ciudad de Córdoba.
La turistas escocesa Andrea Marshall no corrió la misma suerte. Murió tras el impacto de avalancha. Esta escaladora e instructora de esquí vivía en el Valle de Arán, en España. Según su perfil de Instagram el montañismo era una actividad que realizaba con frecuencia.
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