Gasoducto Néstor Kirchner: puja en Nación desde la traza del tramo 2, hasta el nombre
La decisión de que la obra sea realizada por privados abrió el proyecto a nuevas propuestas. Una alternativa es ir de La Pampa a Córdoba, sin pasar por Buenos Aires. También hay planteos para cambiarle el nombre al sistema.
Tanto la Reversión del Gasoducto Norte, como el tramo actual del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) forman parte de un plan integral lanzado en el gobierno de Alberto Fernández, denominado Transport.Ar. Pero de ese paquete de obras hay una que está pendiente: el tramo 2 del GPNK a San Jerónimo, en Santa Fe, que hoy genera más polémica que hechos concretos.
Esta obra no se alcanzó a licitar en la gestión pasada, y bajo la premisa de cero obras públicas, desde la actual gestión se anunció desde el día 1 que deberá ser realizada por los privados.
Es allí donde comenzaron a pulular propuestas. La primera vino de la mano de Transportadora Gas del Sur (TGS) que presentó una iniciativa privada estimada en 700 millones de dólares para virtualmente reemplazar el nuevo ducto que debía hacerse desde Salliqueló a San Jerónimo, por más plantas compresoras en la actual traza, que además es operada por ellos.
Una segunda propuesta también entró en análisis en Energía Argentina (Enarsa) más centrada en la red de Transportadora Gas del Norte (TGN) ya que consiste en cambiar la traza del tramo 2, para partir desde Chacharramendi, en La Pampa, y terminar en La Carlota, Córdoba.
Esta opción permitiría sumar más gas a la, para entonces, revertida red del Gasoducto Norte para no solo reemplazar la importaciones con gas nacional, sino también propiciar su exportación a través de Bolivia con destino final en Brasil.
Pero esta nueva traza propuesta no llegaría a la zona industrial caliente que está entre Buenos Aires y Santa Fe, y que es la razón por la cual desde Enarsa se puso como punto de culminación a San Jerónimo, para poder finalmente eliminar la dependencia de esa zona del buque regasificador de Escobar.
Con las tres propuestas sobre la mesa -y posiblemente varias más que no han tomado estado público- la política hizo lo propio y metió la cola. No solo porque es cierto que se busca rebautizar al actual gasoducto para que no lleve el nombre del ex presidente, sino también porque -adrede- se leyó la propuesta de La Pampa a Córdoba como un intento por esquivar pasar por la provincia de Buenos Aires y el gobierno de Axel Kicillof.
En un sector en donde la ciudadanía no tiene acabado conocimiento, se intentó llevar el agua a diversos molinos políticos. Lo cierto es que es falso que se esté intentando quitar la concesión de la operación del actual Gasoducto Néstor Kirchner a TGS, que recién hace un año firmó por 5 años, pero que no es la concesión sino un contrato de operación y mantenimiento.
El dato
- 2.500
- millones de dólares era el costo que se había estimado para la obra del tramo 2 del GPNK, entre Salliqueló y San Jerónimo.
También es falso que la propuesta de cambio de traza sea exclusivamente por una interna política entre el presidente Javier Milei y Kicillof, y más falso aún es que la provincia de Buenos Aires deje por eso de cobrar regalías por el cambio de traza, algo que de ninguna manera se cobra por el paso de un gasoducto.
Desde las oficinas técnicas de Enarsa reconocen que al quedar la propuesta del tramo 2 en mano de los privados, era de esperarse el surgimiento de rumores y pujas.
Y se admite también que como en la obra de Shakespeare, hay mucho ruido y pocas nueces, pues no se está ni cerca de una licitación.
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