Explosión en Aguada San Roque: por qué es histórico el fallo con cinco condenas
El Tribunal de Juicio dictó un veredicto sin precedentes en la provincia de Neuquén, y que según algunos tiene pocos a nivel nacional. La puerta que se abre, o cierra, con el funcionario que fue absuelto.
«No escapó a la mirada del Tribunal la desidia con la que se manejó la obra pública de la escuela de Aguada San Roque. Tampoco que las personas que intervenían desde las áreas que manejaban las obras contratadas defendían más los intereses de las empresas contratistas que los de la administración pública«.
Desde la pantalla gigante instalada en el salón de actos en Neuquén del gremio ATEN, las palabras del juez Ignacio Pombo resonaban transmitidas por Zoom. Con el aliento contenido lo escuchaban los abogados querellantes, familiares de las víctimas que murieron en la explosión de hace 1.162 días, la dirigencia sindical. La lectura del veredicto avanzaba, pero nadie aplaudió ni se abrazó ni festejó hasta que se puso fin a la transmisión, se apagó el led y todos se convencieron de que sí, el fallo había sido condenatorio para cinco de los seis imputados.
«La obra pública corrupta estuvo sentada al banquillo«, destacó Darío Kosovsky, uno de los abogados de ATEN. «Esto jamás había pasado. Es una decisión judicial sin precedentes en una provincia en la que el poder nunca se sentó al banquillo, y cuando se sentó fue después de muchos años de esfuerzos de las organizaciones sindicales y sociales», agregó.
«Era un caso difícil porque involucraba autoridades públicas, situaciones de corrupción», dijo su colega Federico Egea. «Haber obtenido un resultado en esos términos es muy importante, esperamos que tenga un adecuado impacto y una adecuada lectura de parte de quienes ejercen en la actualidad la administración de la cosa pública».
Cinco de seis imputados por Aguada San Roque
El Tribunal integrado por Pombo, Maximiliano Bagnat y Lisandro Borgonovo declaró responsables a cinco de los seis imputados por una serie de delitos.
La explosión e incendio ocurrió el 29 de junio del 2021 en la escuela albergue 144, y murieron la docente Mónica Jara (34, era su primer día de trabajo); el gasista Nicolás Francés (70, contratado irregularmente, sin papeles, sin declarar, sin registrar) y su sobrino Mariano Spinedi (47, había ido para ayudarlo, solidariamente).
Según dijeron los jueces en el veredicto, leído este martes pasadas las 13:40 y transmitido por Zoom y por YouTube, «la responsabilidad por ese siniestro se les atribuye a los imputados en forma culposa. No se trató de un resultado conocido o querido, sino que se produjo por las omisiones o incumplimientos en los que incurrieron».
Quiénes y por qué: caso Aguada San Roque
• Diego Bulgheroni, como responsable técnico de la obra, omitió llevar adelante un programa de seguridad. Tampoco colocó señalética, ni carteles ni vallados. Permitió el acceso de personas ajenas a la obra. Contrató irregularmente a Eduardo Afione y a Nicolás Francés. No avisó de los trabajos a YPF Gas. No exigió al gasista que realizara la prueba de hermeticidad. Generó un aumento del riesgo permitido. Fue declarado responsable de estrago culposo agravado por el resultado muerte, en carácter de autor, en concurso real con administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública como partícipe necesario.
• Héctor Villanueva. Como socio gerente de Arte Construcciones tomó la responsabilidad de llevar adelante la obra. Realizó la subcontratación irregular de Eduardo Afione y Nicolás Francés. Nada hizo para cumplir con las exigencias del pliego licitatorio. Generó un cuadro de riesgo por encima de lo normativamente permitido. Fue declarado responsable de estrago culposo agravado por el resultado muerte, en carácter de partícipe necesario, en concurso real con administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública también como partícipe necesario.
• Sergio Percat, inspector de Obras Públicas. No supervisó ni controló los trabajos que se estaban ejecutando. Se probó que no concurrió a la escuela los días en que suscribió varios de los certificados que medían el avance de la obra, según lo demuestra el seguimiento de su teléfono celular. En su rol de inspector no controló que se diera aviso a YPF Gas. Permitió que se avanzara sin realizar la prueba de hermeticidad. Falsificó un documento público. Fue declarado responsable de estrago culposo agravado por el resultado muerte, en carácter de autor, en concurso real con administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública como autor en concurso ideal con falsificación ideológica de documento público.
Carlos Córdoba y Raúl Capdevilla, director de Obras Contratadas y director Provincial de Obras Contratadas respectivamente. Generaron un aumento del riesgo permitido. Ambos conocían que a la fecha del siniestro la obra no estaba terminada. Sabían que la directora estaba en la escuela y nada hicieron para impedir su ingreso. El mismo día de la explosión, Capdevilla se comunicó con Villanueva para pedirle información y éste le indicó que se la pidiera a Afione, lo cual demuestra que Capdevilla sabía que en la obra trabajaba Afione. Fueron declarados responsables de estrago culposo agravado por el resultado muerte, en carácter de autor, en concurso real con administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública como coautor.
La puerta que abre (o cierra) Roberto Deza en el caso Aguada San Roque
Según el tribunal, las pruebas no alcanzan para demostrar que Roberto Deza, ex subsecretario de Obras Públicas, conocía que los trabajos de la escuela no estaban finalizadas al momento del hecho, y tampoco para acreditar que estaba enterado de la falsedad de las mediciones del avance de las obras que suscribió Percat. Por ese motivo fue absuelto.
En el tramo más singular del veredicto, los jueces señalaron que «la falta de transparencia y control» que expuso un testigo ofrecido por los defensores «puede haber sido la regla dentro de la subsecretaría de Obras Públicas», pero «los acusadores no trajeron elementos suficientes para demostrar esa cartelización».
«Podrían haber traído más información relacionada con otras obras públicas que podrían demostrar que estas irregularidades eran conocidas por el titular del área, y que formaban parte de una práctica habitual y naturalizada de los funcionarios públicos y contratistas del Estado. Eso no se pudo acreditar en el juicio».
Aguada San Roque: ¿Un caso aislado?
¿Fue el famoso ‘caso aislado’? ¿Lo que sucedió en Aguada San Roque no se repitió en ninguna otra obra? El querellante Darío Kosovsky cree que la absolución de Deza será materia de impugnación. «El fallo es contradictorio en ese aspecto. La contundencia de los argumentos en relación a cada uno de los demás imputados sobre la existencia de un estrago y un fraude a la administración pública que terminaron en una explosión, no dan cuenta de un hecho aislado», opinó consultado por diario RÍO NEGRO.
Por otro lado ponderó que los jueces «tuvieron el coraje de tomar una decisión que no es popular dentro de los espacios de poder, que será criticada por esos espacios de poder» pero «será recibida a futuro por quienes tengan que cuidar a nuestros chicos, chicas, docentes, a los laburantes».
"No escapó a la mirada del Tribunal la desidia con la que se manejó la obra pública de la escuela de Aguada San Roque. Tampoco que las personas que intervenían desde las áreas que manejaban las obras contratadas defendían más los intereses de las empresas contratistas que los de la administración pública".
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