Chaquetas amarillas: el momento de matar a las reinas para evitar miles de obreras en el verano
Desde el INTA Bariloche explicaron que si se ve una chaqueta amarilla en esta época, es una reina y recomendaron matarlas manualmente.
Agustina Porrino es licenciada en Biología e integra el IFAB que depende del INTA y el Conicet. Foto: gentileza
La llegada de la primavera es clave para el control de la población de la chaqueta amarilla, una avispa exótica que se estableció en Patagonia a partir de 1980. Por cada reina que se mate ahora, se evitarán cientos -y hasta miles- de obreras en el verano.
“Es importante eliminar a aquellas que veamos cerca de nuestros jardines porque en este momento, están buscando un lugar para formar el nido. Al matarlas, nos ahorramos un problema a futuro”, sintetizó Agustina Porrino, bióloga especialista en Zoología del Instituto de Investigaciones Forestales y Agropecuarias de Bariloche (IFAB), que depende del INTA y el Conicet.
Las chaquetas tienen un ciclo anual: antes del invierno mueren y solo las reinas -que ya están fecundadas- logran hibernar, escondidas en maderas o en las estructuras de las viviendas. En primavera, cuando sube la temperatura, despiertan de la hiberanación y salen en busca de comida y materiales para la construcción de los nidos.
“Lo importante de matar una reina que se vea por esta época es que, al hacerlo, estamos eliminando un nido potencial. Prevenimos que esa reina funde un nido exitoso de donde saldrán miles de obreras que son las que más molestan”, acotó la especialista.
Desde el IFAB, no recomiendan el uso de trampas con botellas y cebos porque son muy poco eficaces para matar reinas. «No las atrae. Quizás por mera casualidad alguna trampa puede atrapar una reina. Pero en realidad atraen a un millón de otros insectos que son importantes para el ecosistema y la polinización en primavera. Entonces, tiene poco efecto sobre la plaga que queremos controlar e impactamos en otros insectos», planteó Porrino que también integra el Grupo de Ecología de Poblaciones de Insectos.
En esta época, insistió, es relativamente sencillo matar los individuos manualmente porque cuando aparece alguno, suele ser una reina. «Es sencillo: se las puede matar con un pisotón o con una revista. Siempre tratando de vitar el contacto con la piel porque pican», recomendó.
Recalcó que, como recién se despiertan de la hibernación y han consumido muchos recursos, «les falta algo de energía y, en general, se las ve tranquilas o quietas. No tienen la actividad agresiva de las obreras durante el verano«.
Porrino diferenció a las chaquetas de «las avispas de papel» que suelen hacer sus nidos colgados de los techos: «Esos nidos están abiertos y las avispas se mueven sobre ellos. Pero esas avispas no son un problema porque no son tan agresivas». Los nidos de las chaquetas, en cambio, suelen ser subterráneos.
Cómo identificarlas
En esta época, las chaquetas podrán verse sobre la vegetación o sobre postes de madera sacando el material que usarán para formar el nido. También se las puede ver sobre alguna flor o tomando agua de algún recipiente.
«Los nidos se identifican más hacia el verano: se ve un agujero en el suelo, por donde entran y salen las avispas. Lo recomendable es esperar a horas muy tempranas en la mañana o por las noches para aplicar un polvo hormiguicida», aseguró Porrino.
Se sugiere acercarse con precaución, cubriendo la cara, el cuello, las manos y toda superficie de piel expuesta. «Antes de hacer la aplicación, hay que corroborar que no estén entrando o saliendo avispas. Por eso, es importante la hora: de esta forma, nos aseguramos que las avispas están adentro. Si aplicamos algún veneno en horarios de actividad de las avispas, estarán afuera recolectando alimento y volverán a hacer otro nido», subrayó.
Por qué la importancia de controlarlas
En la región cordillerana, las chaquetas amarillas son invasoras y generan impactos negativos en la biodiversidad. Son avispas carroñeras carnívoras que atacan las colmenas de abejas, se alimentan de la miel y las larvas de abejas.
Pero también afectan otras actividades como el turismo de trekking. La picadura de una chaqueta amarilla es muy peligrosa para las personas alérgicas. «Algunos nidos pueden pasar desapercibidos y se reportan muchos accidentes de gente que pisa accidentalmente un nido«, dijo la bióloga.
Destacó que, hasta el momento, no tienen «competencia»; por eso, su ciclo de vida les pemite desarrollarse en abundancia.
Quienes estén interesados, pueden realizar consultas en la Delegación del INTA Bariloche, al teléfono (2944)442-2731.
Comentarios