Estar bien

El cereal que reemplaza a la avena: está lleno de calcio y ayuda a fortalecer los huesos

No tiene gluten y aporta grandes contenidos de zinc. Es muy recomendado para la etapa de la menopausia.

El amaranto, un pequeño grano con una historia que se remonta a las civilizaciones precolombinas de América, ha ganado notoriedad en las dietas modernas por sus impresionantes beneficios nutricionales.

Este cereal no contiene gluten y destaca por su alto contenido de proteínas completas y minerales esenciales como el calcio, hierro y zinc, contribuyendo a mantener la salud ósea y otros aspectos vitales del organismo.

Originario de Sudamérica y cultivado por culturas como los mayas y aztecas, el amaranto no solo fue un alimento básico, sino también un componente de rituales religiosos y curativos. Hoy en día, su resistencia a la sequía y alto rendimiento lo posicionan como un cultivo prometedor, y su popularidad ha crecido en todo el mundo, donde se le aprecia por su versatilidad y valor nutricional.

Cuáles son las propiedades medicinales del amaranto:


Considerado una fuente rica en proteínas vegetales, el amaranto incluye todos los aminoácidos esenciales, lo cual es especialmente valioso para dietas veganas y vegetarianas. Además, es una excelente fuente de minerales: su contenido de calcio supera al de muchos otros cereales, lo que lo hace ideal para fortalecer los huesos, especialmente durante la menopausia, cuando la densidad ósea puede disminuir.

El hierro presente en el amaranto, aunque no supera al de la carne roja, es mayor que en alimentos como las espinacas. Junto con la vitamina C, este hierro se absorbe más eficientemente, beneficiando a quienes buscan aumentar sus niveles de este mineral.

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El amaranto no solo es bueno para los huesos, sino también para la salud digestiva. Su alto contenido en fibra facilita el tránsito intestinal y ayuda a mantener un equilibrio saludable en la flora intestinal. Además, contribuye a la regulación del azúcar en la sangre, siendo útil para quienes buscan controlar la glucosa.

Este grano también es beneficioso para el sistema cardiovascular, gracias a sus grasas poliinsaturadas y compuestos como el betasitosterol, que ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL. El amaranto fortalece, además, el sistema inmunitario por su contenido de zinc y selenio, minerales clave en la defensa contra infecciones.

Naturalmente libre de gluten, el amaranto es una excelente opción para personas con sensibilidad al gluten o enfermedad celíaca. Ofrece una combinación única de nutrientes que son a menudo difíciles de encontrar en dietas sin gluten, lo que lo convierte en un ingrediente valioso y nutritivo.

En la cocina, el amaranto se presenta como un ingrediente sumamente versátil. Puede utilizarse tostado, hervido o en forma de harina, y se adapta a una amplia variedad de preparaciones tanto dulces como saladas. Aunque su harina no es panificable por sí sola, puede combinarse con otras para enriquecer recetas y ofrecer un perfil nutricional superior.

A medida que más personas buscan alternativas saludables y nutritivas en sus dietas, el amaranto resurge para fortalecer los huesos hasta mejorar la digestión y el sistema cardiovascular, este grano milenario ofrece una amplia gama de beneficios, haciéndolo un ingrediente esencial para la salud y el bienestar.

Amaranto, el alimento del futuro:


Es considerado el alimento del futuro para combatir el hambre y la desnutrición. Existen alrededor de 60 especies, algunas de las cuales se cultivan como verduras, cereales o plantas ornamentales.
El grano de amaranto concentra casi el 20% de proteínas, posee casi todos los aminoácidos esenciales, la leucina es el único que no tiene.

Gentileza.



Tiene gran aporte de todo el complejo B, cuenta con minerales muy importantes (principalmente: calcio, potasio, magnesio y fósforo).
Según los últimos estudios médicos, estos son sus beneficios: combate el stress oxidativo, por el contenido de grasa, fibras y fitoesteroles, y colabora con la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Se puede incorporar en: snacks, barras de cereal, ensaladas, medallones, risottos y hasta hacer pochoclos. Lo ideal es dejarlo en remojo desde la noche anterior. Por cada 1 taza de amaranto, se cocina en 3 tazas de agua a fuego moderado por media hora hasta que absorba el liquido.

Recetas:

Hamburguesa de quínoa y amaranto
Ingredientes
1 ½ taza de quínoa
2 cebollas
1 zapallito
1 pimiento colorado
6 dientes de ajo
4 cucharadas de levadura de cerveza nutricional
100 grs de harina de amaranto
Cantidad necesaria de pimienta, sal marina y aceite de oliva o coco

Preparación: Enjuagar la quínoa y cocinar con 3 tazas de caldo de verduras por 15’ hasta que absorba el líquido. Picar las cebollas, el zapallito y los dientes de ajo y los pimientos. Dorarlos en una sartén. Mezclar la quínoa con la mitad de los vegetales. Procesar. Incorporar la levadura de cerveza nutricional, la harina de amaranto, una pizca de sal, otra de pimienta y aceite de oliva. Procesar e incorporar el resto de los vegetales. Formar las hamburguesas y cocinarlas en sartén vuelta y vuelta.


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