La primera mujer de la ciudad de Neuquén vivió hace 380 años en un médano a orillas del Limay
Una universidad alemana se encargó de datar los restos óseos que fueron encontrados en la calle Lanín al 700 en la ciudad de Neuquén y dio pistas sobre cómo se vivía en la confluencia hace 400 años.
El esqueleto fue recuperado de una obra en la calle Lanín al 700 en 2020 (Neuquén Informa)
La primera mujer de lo que es hoy la ciudad de Neuquén vivió hace 380 años, era de un grupo nómade, habitó un médano en cercanías de uno de los brazos del río Limay. Fue madre, tenía la dentadura gastada por consumir harina de algarroba, posiblemente alpataco, semimolida y fue enterrada en posición fetal.
En efecto, se trata de las certezas científicas que logró la dirección de Patrimonio Cultural de los restos óseos hallados el 16 de septiembre de 2020 en un domicilio del barrio Villa Florencia cuyo inquilino, Carlos Albornoz, había hecho un pozo, encontró el cráneo e hizo la denuncia.
Se indicó que el 6 de agosto se recibió la notificación del antropólogo del Conicet Ivan Pérez sobre el fecha de los restos de la calle Lanín. El análisis de laboratorio estuvo a cargo de Cosimo Posth del grupo de arqueología, paleogenética del Instituto de Ciencias Arqueológicas de la Unversidad de Tübingen, Alemania.
La ley nacional 25743 y la provincial 2184 establece un protocolo cuando se denuncia el hallazgo de material arqueológico. En el caso de huesos humanos, primero se hace un procedimiento como si se tratara de un homicidio.
Se pudo resguardar el lugar y se determinó que, como no tenía tejido blanco ni elementos actuales, como amalgamas dentales, se trataba de restos óseos más antiguos. Después de descartar que no era reciente ni de la década del 70, se pone en marcha lo que dice la norma provincial en cuanto a que se trata de restos arqueológicos.
La directora de Patrimonio Cultural Material de la subsecretaría de Cultura, Claudia Della Negra, contó que el trabajo del organismo apuntó a saber cuántos años tenía mediante técnicas específicas. «Se toman las muestras, se separan y los científicos, a futuro, realizan los estudios en el marco de una investigación científica», dijo.
Junto con la bioantropóloga Valeria Bernal realizó las investigaciones biológicas y antropológicas del sitio. Se levantaron las muestras, se retiraron y en el laboratorio se determinó que era una mujer adulta, entre 37 y 49 años. «Según la antigüedad ese valor cambia, antes vivir 35 años era lo máximo», dijo y agregó que no tenía indicios de haber muerto en forma violenta y la razón parece muerte natural.
«Las piezas dentarias estaban muy desgasta das por el uso de elementos de molienda o al rasgar la carne de guanaco»,acotó el profesor de historia de la dirección de Patrimonio Cultural, Raúl Mansilla.
El lugar era un médano y allí se encontró también un caparazón de piche, un hueso tallado de guanaco y , almejas y caracoles de río.
El esqueleto fue encontrado en una posición genuflexa, acostado sobre un costado, posición fetal, típica de la zona en la antigüedad. En hallazgos más recientes se ha hallado en posición extendida.
«Otro detalle es que había desgaste dentario porque al moler en los morteros la semilla de algarroba o maíz se genera una arena que es lo que se mordía«, indicó.
Desgaste de hombros y brazos
Ahora se está investigando el desgaste en los hombros y los codos por el movimiento que significaba moler las semillas, que se ha detectado también en otros casos.
El cráneo tiene un principio de modificación de la parte trasera por el uso de la cuna portante en la que se le ata la cabeza al bebé para que no se le caiga.
Esto hace que la nuca sea plana, no es una cuestión natural. Esto se encuentra en casi todos los grupos nómades.
Mansilla destacó el apoyo que recibieron los investigadores de la actual gestión (el subsecretario de Cultura Oscar Sarhan depende de la ministra Julieta Corroza) que le allanaron el camino para que puedan hacer la datación e investigaciones con equipos internacionales de estudio, como quienes están estudiando los restos para conocer su ADN y otros análisis de muy alto nivel científico de investigación.
Apuntó que el 6 de agosto llegó el resultado de la datación que se hizo en un laboratorio de Alemania. La mujer neuquina murió en 1644, por lo que debe haber nacido por el 1600, aunque los estudios dan un rango de variación de aproximadamente 60 años.
«En esa época no había nada, hubo conquistadores que habían ingresado y retirado en forma rápida como en 1531 y 1553″, comentó Mansilla.
Apuntó que buscando el contexto, encontró que en 1622, el nieto del fundador de Córdoba, Jerónimo Luis de Cabrera, vino con 400 hombres, buscando la ciudad de los Césares y llegan a la confluencia de los ríos Neuquén y Limay.
Fue el primer grupo de exploradores europeos que llegó, hasta ese momento, desde el norte, de lo que hoy es La Pampa, porque los anteriores de 1.500 vinieron por Chile, en el virreinato del Alto Perú.
Las crónicas dicen «que acá había plantaciones de manzanas y que había un asentamiento preexistente», contó. Hecha por tierra la idea de que las manzanas fueron traídas por Nicolás Mascardi, con posterioridad.
¿Era zona inundable?
Della Negra indicó que la investigación de su grupo determinó que no toda la zona ubicada entre las vías y el río era inundable, había médanos. Lo que llegaba a lo que es hoy la ruta eran brazos del río y había islas casi permanentes.
«En las cartas de 1932,en lo que hoy es la localización de la calle Lanín era una isla muy grande con médanos, era muy alto», describió.
A diferencia de hallazgos arqueológicos en otros sitios de la provincia de unos 600 años antes del presente, en el sitio Albornoz de la calle Lanín no había cerámica. Se lo conoce al sitio así porque Albornoz hace la denuncia y eso se valora.
En la línea de tiempo y espacio en la zona de la Confluencia está el cementerio que está en la comunidad Paynemil, mil años antes del presente, hay otros de 600 años antes del presente en Picún Leufú, 380 el de la ciudad de Neuquén y otro de 200 años en Senillosa.
«Casi no hay registros, y se ha removido mucho por las construcciones, porque tenemos la mala costumbre porque dicen que si avisan van a parar las obras, aclaró, nos avisaron del hallazgo de Albornoz y a las 48 horas, ya podían continuar con la obra, se rescató todo», indicó.
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