Aguada San Roque: tenso debate sobre el origen de la explosión que causó tres muertes

El perito de la fiscalía descartó la hipótesis de los calefactores que sostienen las defensas. Durante cinco horas respondió preguntas y exhibió fotografías de la escuela albergue.

«A la acusación le sobran imputados y le falta chispa» fue la desafortunada frase con la que hace una semana abrió su alegato el defensor Juan Coto. Aludía a que la fiscalía y la querella no explicaban de qué manera se produjo la explosión en la escuela de Aguada San Roque en la que murieron una maestra, un gasista y su sobrino. Pues bien, este lunes un experto brindó su teoría sobre el origen de la tragedia, y no dejó para nada conformes a los defensores. Fue una de las audiencias más largas y tensas del juicio que lleva seis jornadas y aún no se sabe cuándo terminará.

El experto es Gustavo Cammarota, comisario retirado de Bomberos, con ricos antecedentes en estudiar incendios, explosiones y explosivos. Hace 30 años que se relaciona con el fuego a tal punto que habla de él como quien se refiere a un animal indómito por el que siente fascinación y respeto: dice que «respira», «come», «viaja». El abogado Coto no le guarda particular simpatía, ayer recordó que lo denunció por su desempeño en una causa.

Cammarota hizo pericias en la escuela a pedido de la fiscalía, que en este juicio representan Gastón Liotard y Gabriela Macaya. Su declaración empezó a las 11 de la mañana y terminó, con algunos cuartos intermedios, pasadas las 17.

Según dijo en base a sus estudios y mediciones, el 29 de junio del 2021 en el dormitorio de las niñas se produjo una deflagración, entendida como tal una subida brusca de la temperatura: de 1.200 a 2.000 grados durante 100 a 200 milisegundos. Luego descendió a la temperatura normal de un incendio: nunca superó los 700 grados. Lo dedujo porque el aluminio de las ventanas, que se funde a 640 grados, estaba intacto.

El punto de origen y el motivo


La parte más polémica de su informe, según las defensas, fue el punto donde ocurrió la deflagración y qué la causó. Como se verá más adelante, las conclusiones de Cammarota deben leerse junto con el resultado de la autopsia y las declaraciones de un albañil que fue testigo, Franco Vinet.

Según el excomisario y bombero, la fuga de gas ocurrió en el entretecho, y la deflagración la ocasionó «alguna luminaria» o cuando activaron la llave de la luz. «Descarto que tengan algo que ver los calefactores y el magiclick de los mismos», afirmó.

Llegó a esas conclusiones producto de varias mediciones y observaciones que ilustró con fotografías: por ejemplo, el techo está ligeramente levantado en el punto donde ubicó la deflagración (por impulso de las llamas), los calefactores quedaron casi intactos, y el gas propano que los alimenta es más pesado que el aire, por lo que en caso de pérdida se habría acumulado en el suelo.

Una explosión con el magiclick del calefactor habría necesitado más volumen de gas acumulado, habría tenido diferentes características y causado otros destrozos, explicó.

El olor a gas


El defensor Coto le preguntó por el testimonio del albañil Vinet, quien el día del hecho sintió olor a gas. Cammarota lo tomó a favor de su teoría: respondió que el gas propano «es muy difícil de detectar salvo que venga de arriba para abajo».

El abogado también le preguntó al perito si conocía el resultado de la autopsia, ya que según declaró el forense Jorge Antonio Daroni, el cuerpo del gasista Nicolás Francés estaba carbonizado pero tenía más quemada la parte inferior del cuerpo. El abogado especula que lo alcanzó la deflagración al encender uno de los calefactores con el magiclick.

«Sé que tenía afectadas las vías respiratorias», contestó el bombero retirado. Pero en su opinión, «los calefactores ya estaban encendidos».

Una sucesión de tragedias


¿Cómo sucedió la explosión, de acuerdo con lo que se ha podido reconstruir? El gasista Francés estaba ese 29 de junio del 2021 en la escuela realizando «tareas complementarias» pese a que, en los papeles, la obra ya estaba terminada. Otra más de las irregularidades. Vale recordar que era un empleado informal de Eduardo Afione, un hombre subcontratado irregularmente por Arte Construcciones, la verdadera ganadora de la licitación para hacer la obra de ampliación de la escuela de Aguada San Roque.

Francés había concurrido acompañado de su sobrino Mariano Spinedi, que no era su ayudante sino un pariente solidario. Se había ofrecido a manejar la camioneta porque el gasista tenía problemas de salud.

Durante la mañana, le avisaron que en el dormitorio de las niñas se sentía olor a gas. Francés prometió ocuparse después del almuerzo. Fue, quizá, lo único bueno producto del azar: esa mañana se dictaron clases en la escuela sin novedad.

Después del almuerzo los niños se retiraron y Francés avisó que iría al dormitorio de las niñas con Spinedi. La docente Mónica Jara los acompañó porque allí estaban sus efectos personales. No había desconfianza, fue un exceso de gentileza.

Segundos después ocurrió la explosión. Según la defensa, había una pérdida en los calefactores y Francés accionó el magiclick, de acuerdo con el perito Cammarota la fuga estaba en el techo y la deflagración ocurrió al encender o apagar las luces.

Francés y Spinedi murieron en el acto; Mónica sufrió quemaduras gravísimas y falleció 12 días después.


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