Teatro en Roca: vuelve a escena «La soledad de las flores», un unipersonal que aborda el insomnio y las maneras de estar en el mundo
El unipersonal de Soledad González, dirigido por Mariana Calcumil es fruto de un trabajo independiente y autogestivo, pero es también el resultado de una obsesión que la actriz tiene desde hace años con el insomnio y el sonambulismo. Sube a escena el sábado y domingo, en Roca.
Una mujer nos invita a ser testigos de una noche de insomnio. En un estadío de transformación atraviesa de lleno su dolor para descubrir, en relación con otras existencias, nuevos modos de estar en el mundo. ¿Qué sucede cuando despertamos de los automatismos y las rutinas diarias? ¿Quién confirma tu existencia? ¿Cómo recuperar el camino que nos devuelva a nuestra propia esencia?
La mujer en cuestión es la actriz y dramaturga Soledad González, que junto a directora Mariana Calcumil, le dieron forma durante nueve meses a este primer unipersonal de González que tiene mucho de personal. La obra, que fu estrenada en mayo volverá a escena el sábado 17, a las 21 y el domingo 18, a las 20, en la sala Feliza Camú ( Chula Vista 1942) del Barrio San Martin, de Roca. Las entradas tiene un costo de $7000 y se pueden reservar al 2984869282 o enviando un mensaje al Instagram de la obra @lasoledadelasflores.
La pieza teatral “La soledad de las flores” es fruto de un trabajo independiente y autogestivo, pero es también el resultado de una obsesión que la actriz tiene desde hace años con el insomnio y el sonambulismo, dos trastornos que padeció durante muchos años de su vida de manera muy traumática: fue sonámbula de niña y padeció de insomnio durante muchos tramos de su vida.
El trabajo indaga en la conquista de los espacios personales de la protagonista para desarrollar un mundo propio, identitario y creativo. Atravesada por aquellas experiencias personales, la actriz se topa con la idea del “Estar Despierta” y resignifica el padecimiento. Así, además de ser la condición del personaje, el hecho de estar despierta habla del acto de reconocer el espacio personal, el tiempo de calidad para cultivar aquellos intereses necesarios para forjar una vida de manera plena y en primera persona.
De la idea más macro de la conquista de los espacios personales, se desprende una línea de mayor
intimidad con el personaje que es el cuerpo como territorio de experiencias, vivencias, soberanía, placer.
Se trata de una reivindicación del derecho a decidir sobre los propios aconteceres. En este sentido, la protagonista describe cómo, a partir de una experiencia física personal, que amenaza con dejarla paralizada, ella empieza a dotarse de experiencias enriquecedoras, placenteras, amorosas, para sanar y recomponerse. Se ponen en tensión temáticas como la utilidad, la habilidad, el efectismo, el deseo.
En una entrevista con RÍO NEGRO en la fecha del estreno, González contó: “Creo que en pandemia o terminando la pandemia empecé a coleccionar una serie de escritos que tenía en relación con estas situaciones. Y la verdad es que antes de llevarlo al teatro intenté llevarlo a otro tipo de formato. De hecho, estuve durante todo un año escribiendo un guión cinematográfico sobre esta historia, la fábula de una mujer que en el periodo en que no puede dormir durante las noches, muy agobiada por una vida rutinaria, llena de tareas y mucha estructura, descubre que tiene una facilidad, un don o una especie de poder para cultivar plantas. Ese intercambio que empieza a tener con un jardín es lo que la mantiene despierta (o activa en algo en un tiempo que debería dormir pero no puede) y deja de ser un padecimiento el hecho de no dormir para ser un anhelo, estar despierta consigo misma en relación con las plantas”.
El cuerpo de la actriz poetiza el discurso en un lenguaje físico que se coloca, por momentos, muy cerca de la danza o el teatro físico. En tal sentido, el cuerpo se despliega como escenario perfecto para la guerra y el amor. La búsqueda incesante de un modo de crecer y anclarse la lleva a desplegar e indagar en formas y comportamientos un tanto separados de lo humano que tiñen también el trabajo vocal y sonoro de la pieza.
La propuesta escénica es despojada, austera: en escena están la actriz y una maceta.Una maceta en la que la actriz pueda caber con su cuerpo plegado, y que a su vez sea de una tamaño y peso susceptible de ser cargada o trasladada por el espacio escénico.
El trabajo tiene su génesis en unos textos propios aportados por la actriz basados fundamentalmente en dos tópicos: el insomnio y una relación muy cercana con el mundo de las plantas. Ya en tarea con la directora Mariana Calcumil, los textos se ponen en el cuerpo de la actriz y se despliega un mundo poético en el que también ingresan poemas de la escritora chubutense Luciana Mellado, que viene a convivir con la escritura de la actriz, en constante revisión entre la escena y el papel.
La obra también estuvo atravesada por complejas situaciones personales suyas que la llevaron a preguntarse que quería hacer con su vida el resto de su vida. Y la respuesta fue que quería hacer teatro, pero que, sobre todo, quería estar bien para hacer teatro. “Recuperé o me reencontré con el goce de estar allí en escena frente a un público. Dejar de tener miedo a estar sola en escena y estar frente a un público es lo que más disfruto hoy”, reconoce.
La obra es cruda y dura por momentos, pero también tierna, reflexiva y luminosa. Su dramaturgia ofrece, dirá su autora, “preguntas que las mujeres de mi edad nos estamos haciendo, cómo nos validamos, que estándares debemos cumplir para ser reconocidas, para ser apreciadas”.
Ficha técnica
Actuación: Soledad González Dirección y puesta en escena: Mariana Calcumil
Vestuario: Lara Moreno
Arte Sonoro: Federico Urdínez
Escenoplástica: Fernanda Bohígues
Diseño Lumínico: David “Dio” Fernández
Fotografía y visuales: Carla Romero
Texto: Soledad González con fragmentos de “El coloquio de las plantas” de Luciana Mellado
Asesoramiento dramatúrgico: Mariana Calcumil
Operación Técnica y Asistencia: Pani Cofré
Prensa y comunicación: Soledad González – Matías Fernández Feldman (EFE produce)
Producción General: Soledad González.
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