El gobierno convocó a ATEN y pone en pausa otra semana con paros: ¿Cambia el presentismo?

El gremio resolvió asistir al encuentro y suspenderá las 72 horas de huelga que habían votado las asambleas. Cuál puede ser la salida al conflicto.

El gobierno de Rolando Figueroa convocó a la dirigencia de ATEN a una mesa de diálogo y logró dejar en suspenso la que sería la quinta semana de conflicto con el gremio docente. Es que lo que se inició como una medida de fuerza en rechazo a la ley de presentismo votada en junio venía escalando a un enfrentamiento político que recién ahora empieza a vislumbrar una salida.

El llamado lo hicieron los ministros de Gobierno, Jorge Tobares, y de Educación, Soledad Martínez, minutos antes de que se inicie el plenario de secretarios generales del sindicato. El encuentro será el sábado a las 9 en Casa de Gobierno.

Como anticipó Diario RÍO NEGRO el miércoles, el Ejecutivo provincial había empezado esta semana a tender un puente informal con el gremio, tras apostar al desgaste de la organización como estrategia inicial. Por el paro del martes y miércoles, ubicó la adhesión en un 20% y se sumó a favor el espaldarazo de la media sanción en el Congreso para la “esencialidad” de la educación para fortalecer su postura contra la huelga.

También ratificó el descuento de los días por los paros realizados el 31 de julio y el 1, 6, 7 , 8, 12, 13 y 14 de agosto.

“Es un conflicto que debe discutirse en un ámbito que no resienta el servicio educativo”, había reiterado esta semana la ministra Soledad Martínez, quien instó al sindicato a levantar las medidas de fuerza para convocar a una mesa de negociación. La “invitación” no había sido bien recibida por las asambleas, que votaron mayoritariamente sostener la huelga.

El plenario de ATEN se había convocado ayer a las 19 de forma virtual, por decisión de la conducción de Marcelo Guagliardo para garantizar la participación de docentes en las audiencias del juicio por la explosión en Aguada San Roque. Minutos antes llegó el llamado del gobierno, por lo que la reunión de las seccionales terminó pasando a un cuarto intermedio.

Si bien no se conocían los números finos de las asambleas, la tendencia inequívoca era que el plenario resolvería otras 72 horas de paro el martes, miércoles y jueves que viene. A diferencia de lo que venía ocurriendo, esta vez apareció una moción de extender la huelga por tiempo intederminado, impulsada por docentes de base sin representación en las conducciones, pero no tuvo suficiente fuerza para llegar al plenario con posibilidades.

En Neuquén votaron más de 1.750 personas, un número que no se compara con la masividad de otros conflictos, pero que tampoco demuestra el desinterés que busca instalar el gobierno. En Centenario también votaron unas 600 personas, fueron alrededor de 300 en Plottier, unas 185 en Zapala y 110 Cutral Co y Plaza Huincul, por mencionar algunas de las asambleas más grandes. En San Martín de los Andes, que también tuvo una de las reuniones más convocantes, ganó una posición distinta a la mayoritaria: hacer un paro de 24 horas el martes.

Guagliardo comunicó ayer cerca de las 20 que el plenario pasaba a un cuarto intermedio y confirmó que asistirían a la mesa con el gobierno. Afirmó que llevarán como reclamos el “no al presentismo”, el rechazo a declarar a la educación como servicio esencial, el incremento de partidas de refrigerio y comedor y la devolución de los días descontados por el paro, entre otros puntos.

“De contarse con respuestas a los planteos presentados, se convocará a las asambleas en todas las seccionales. En caso de no tenerlas, se ratificarán las medidas ya votadas”, anticipó el dirigente.

El inicio del paro


El gobierno había logrado superar un inicio de clases conflictivo en marzo al alcanzar un acuerdo salarial anual, pero esa paz social se resquebrajó al término del primer semestre. Fue a raíz del proyecto que presentó el diputado Claudio Domínguez (MPN), con aval del oficialismo, para instalar un régimen de presentismo que premie con un “adicional” a los docentes que no acumulen más de tres faltas por trimestre.

La discusión de la ley duró un día, contó con la participación (y rechazo) de ATEN y se aprobó el 25 de junio con 25 positivos y 3 negativos. El principal fundamento de la iniciativa fue la magnitud del ausentismo, aunque el gobierno no ha dado, hasta ahora, cifras oficiales sobre la cantidad de licencias que se pagan. Figueroa había dicho, a principios de año, que se iban unos 100 millones de dólares por este gasto en suplencias y que, con ese dinero, se podrían hacer “64 escuelas primarias por año”.

La principal crítica de ATEN a la ley, que no es estrictamente de presentismo porque no establece descuentos por faltar, sino un plus salarial por no hacerlo, es que afecta el régimen de licencias del estatuto docente. Esta semana hubo versiones de que el Ejecutivo podría ofrecerle al gremio excluir las licencias por embarazo y maternidad: es decir, que las maestras que estén en esta situación puedan cobrar igual el adicional.

Hasta ayer, no había confirmación de si será la estrategia que lleven los funcionarios a la negociación que comenzará el sábado.

Según el gobierno, para un docente de grado, el adicional por presentismo representará unos 139.500 pesos de bolsillo por trimestre. En el caso de un director, la suma será de unos 305.000 pesos. “Eso implica que cada docente percibirá en el año por el adicional un sueldo más”, defendieron.


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