Con la planta de GNL como principal tema, Torres viene a Río Negro para reunirse con Weretilneck
El gobernador de Chubut llegará a la provincia junto con el intendente de Puerto Madryn, Gustavo sastre.
Ignacio Torres se reunirá con Alberto Weretilneck. (gentileza)
Chubut no quiere quedar al margen del impacto económico que generará la instalación de la planta de GNL en Sierra Grande, y por eso el gobernador Ignacio Torres prepara un viaje a Río Negro. Se reunirá con su par, Alberto Weretilneck, con el objetivo de acercar agendas.
Para Torres la cercanía con la ciudad rionegrina es clave y es que, además del interés compartido en el Golfo San Matías, busca que Puerto Madryn sea un polo de servicios indirectos para el proyecto de GNL.
El mandatario chubutense viajará la semana que viene acompañado del intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre, que fue quien confirmó a RÍO NEGRO el encuentro con Weretilneck. La reunión estaba programada para días anteriores, pero se postergó por urgencias de ambos gobernadores.
La presencia de Sastre no tiene nada de casual en la conformación de la agenda del gobernador. Hay varios motivos que impulsan a Torres a tenerlo bien cerca.
El primero tiene un tinte geográfico teniendo en cuenta que Puerto Madryn es la ciudad más cercana a Sierra Grande y además comparte con la vecina Río Negro las bondades de la fauna del golfo San Matías, creciente producto turístico para la zona.
Además Sastre tiene la esperanza que la ciudad se convierta muy pronto en una “sucursal” de servicios y trabajos indirectos que el GNL genere 200 kilómetros del norte de Madryn.
Planta de GNL: una “alianza estratégica” para el Gobernador de Chubut
Tanto Gustavo (Sastre) como su hermano mellizo Ricardo no solo se repartieron la conducción de la intendencia de la ciudad de las ballenas durante los últimos cuatro períodos, sino que también significan hoy por hoy, la escasa luz que el peronismo de Chubut puede ver al final del túnel.
Torres sabe que una “alianza estratégica” con los mellizos puede darle buenos frutos a su intención de llegar a las elecciones de medio término del año que viene con dos figuras fuertes dentro de la coalición, que pretende engendrar en el marco de la creación de un partido político provincial propio.
Por eso en los últimos tiempos, Madryn se convirtió en uno de los lugares preferidos de las visitas del gobernador y no solo por su hermoso entorno natural.
El encuentro de Torres con Weretilneck (sin fecha exacta, pero ya definido) se enmarca no solo en las estrategias conjuntas a partir de la planta de GNL, sino también en tener tiempo y espacio para comenzar a diagramar con Gustavo Sastre futuros pasos políticos: quiere al intendente de Madryn como candidato a diputado nacional el año que viene, según confiaron a RÍO NEGRO fuentes cercanas al gobernador.
Chubut: la agenda en torno al nuevo Código Electoral
En tanto y mientras estudian la adhesión al RIGI, la agenda de esta semana volverá a estar centrada en la Legislatura provincial. Es que en estas próximas sesiones también comenzará un debate que ya la política de Chubut considera como histórico: el nuevo Código Electoral que incluye la boleta única de papel, proyecto de ley presentado por el propio gobernador Ignacio Torres.
Según las especulaciones el debate se extenderá durante dos meses con la presencia de oradores nacionales invitados. Quien abre la lista es la actual legisladora de la Ciudad de Buenos Aires, Graciela Ocaña. También participarán los presidentes de todos los partidos políticos con personería en la provincia, entre otros actores de la política, gremiales y sociales.
Hay que recordar que la presencia de Ocaña no es casual por dos razones. La primera es que fue la coautora del proyecto de ley de boleta única de papel que tuvo media sanción en la Cámara de Diputados en 2022. Y la segunda es la dirigente con quien Torres dio sus primeros pasos en la política.
Así las cosas, Chubut tejer los mejores lazos con su vecina Río Negro mediante el mega emprendimiento de GNL, contando con la ventaja de estar a un paso de Sierra Grande, la localidad que, tras cerrar su principal sostén, intentó reinventarse con objetivos primarios. Como lo fueron la instalación en cadena de estaciones de servicio cuando era la última parada patagónica con la nafta al 50 por ciento en la década de los 90.
O la conversión del interior de las minas de hierro oxidado en oscuros circuitos turísticos que intentaban mostrar como en años anteriores era la meca de quienes buscaban un destino mejor.
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