Violencia de género y crimen en Junín de los Andes: dramática versión de la imputada sobre el hecho

En el cierre del juicio oral, Verónica Troncoso relató lo sucedido la mañana del 24 de diciembre del 2022, cuando le clavó un cuchillo a su pareja Walter Vera.

Entre lágrimas, por momentos con un hilo de voz, Verónica Troncoso (27) relató episodios de su vida y en especial, el momento en que le clavó un cuchillo a su pareja Walter Vera (29), motivo por el cual la juzgan en Junín de los Andes. «Me estaba pegando mucho, me agarró del cuello, y yo me dije: no quiero morir», relató ante el tribunal.

Verónica habló el viernes, antes de los alegatos, y no contestó preguntas de la fiscalía ni de la querella. La defensa oficial que la asiste pidió que se retiren de la sala los familiares de Vera pero las partes acusadoras se opusieron invocando la publicidad de las audiencias, y el tribunal estuvo de acuerdo.

La mujer, acusada de homicidio calificado cometido bajo circunstancias extraordinarias de atenuación, dijo que la relación con Vera «era fea, muy triste, me maltrataba mucho. Nos hizo muchas cosas a mí y a mi hija (la niña que tuvieron en común). Aguanté muchas cosas».

Relató un episodio en particular, durante el invierno, cuando él las echó a las dos de la casa. Afuera nevaba, Verónica vestía pantalón corto y remera musculosa y la beba estaba envuelta en una manta. Pudo dejarla en la vivienda, y ella se fue a dormir a lo de una amiga.

«Yo le preguntaba por qué me hacés esto si nunca te hice nada, nunca fui mala, siempre te ayudé«, contó llorando.

El día del hecho


Sobre el momento del hecho, el 24 de diciembre del 2022 a las 9 de la mañana, recordó que fueron a la casa de un tío de Walter y «empezó a discutir por una plata que yo tenía para la nena y él me la pedía. Me empezó a pegar piñas, me tiró sobre la cama, el tío miraba, yo le pedía ayuda y no hacía nada».

Afirmó que Walter «me decía te voy a matar, no salís viva de acá. No sé cómo hice pero lo tiré sobre la cama, él me tiró de los pelos, había un cuchillo sobre la mesa, lo agarré y le dije basta, y le dí un puntazo en el brazo izquierdo».

«Después me quedé helada, le dije perdoname, no lo quise hacer», continuó. La herida fue a la altura del corazón, y el hombre murió minutos después.

Por último, le pidió «disculpas a la familia, estoy arrepentida de lo que pasó, no fue mi intención, solamente me defendí».

La vida de Verónica


Verónica, según relataron testigos en el juicio, nació en Las Coloradas como décima de once hijos de un matrimonio en el que la violencia de género era cotidiana. A los 15 años se fue sola a Junín y quedó embarazada por primera vez. Volvió a su pueblo natal.

Regresó a Junín un tiempo después, conoció a Vera y quedó embarazada por segunda vez. El hombre no se hizo cargo y ella volvió a Las Coloradas donde cursó el embarazo.

Volvió, siempre sola, a Junín, para el parto. En ese momento Vera reconoció a la niña y las llevó a vivir con él y con su familia en una vivienda pequeña donde Verónica era casi una extraña que tenía que pedir permiso para todo. En ese momento empezó a ejercer violencia contra ella.

Verónica no volvió a ver a su hija desde el día del hecho, salvo unos minutos en una ocasión en Las Coloradas.


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