Piden reforzar el refrigerio en las escuelas de la meseta de Neuquén: «Los niños y las niñas asisten con hambre»

Los equipos directivos de los colegios de Parque Industrial y de Colonia Rural hicieron un informe en el que plantean, además, la creación de cargos docentes y la entrega de materiales: desde pelotas hasta lápices de colores.

Hay un cordón con números que cuelga de un lado a otro del salón. Los chicos y las chicas salen de las aulas y forman filas detrás de cada uno. No son los grados. Se encoluman de acuerdo al número de trafic que los llevará a casa. Una vez que está completa, la maestra los acompaña afuera. Casi el 80% de estudiantes de la escuela 366 de Colonia Rural Nueva Esperanza de Neuquén llega y se va en transporte. Aquí aprenden y también comen.

La alimentación tanto en este establecimiento como en las dos primarias de Parque Industrial -la 154 y la 175- es un asunto central. Así lo plantearon los equipos directivos de las tres escuelas en un informe que les pidió la Defensoría de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente, con el fin de elaborar un diagnóstico de las necesidades que tienen estudiantes de la meseta.

Un total de 450 chicos y chicas se trasladan todos los días desde la Colonia Rural a las escuelas 154 y 175 de Parque Industrial. Representan el 60% de la matrícula de cada establecimiento, y recorren aproximadamente entre ocho y diez kilómetros en transporte escolar. Además hay 364 estudiantes que van a la 366 con el mismo servicio.

«Nótese que la cantidad de niños que deben concurrir a otras escuelas más alejadas supera la matrícula actual del establecimiento emplazado en el barrio (la 366), lo cual denota la necesidad imperante de crear una nueva escuela en el barrio», manifestaron las directoras y las vice en el documento que fue enviado al Consejo Provincial de Educación.

Dijeron que lo que les preocupa es que «los niños y niñas asisten con hambre, requiriendo al ingreso de manera desesperada un refrigerio, que debe ser satisfecho para poder comenzar la jornada escolar. Las escuelas han optado por proporcionar el desayuno al ingreso, ya que como han referenciado de lo contrario les resulta imposible e inhumano puesto que «un niño que no está alimentado no puede recibir el contenido pedagógico».

La escuela 154 cuenta con un menú variado. Claudia, la cocinera, había preparado el jueves pasado diez kilos de pollo y catorce de arroz. Ya tenía previsto pescado para el viernes. Sin embargo no hay comedor, y los chicos y las chicas reciben el plato en las aulas.

La escuela 175 brinda desayuno. En la 366 el refuerzo alimentario (un sandwich de milanesa o una pizza) se da dos veces por semana.

El único secundario que hay en el sector es el CPEM 44 que cuenta con vacantes ya que «los adolescentes que habitan la Colonia Rural y a los cuales les corresponde este establecimiento educativo (y pese a la falta de vacantes en primaria) por diversos motivos no llegan a inscribirse o a continuar su instrucción secundaria. Hay desescolarización. Los motivos son los mismos ya descriptos: la falta de necesidades básicas cubiertas, las distancias, el desarraigo a una escuela emplazada en otro barrio y tantos otros que impactan en el abandono escolar».

Casi el 80% de estudiantes de la escuela 366 van y vienen con el transporte que financia el Consejo Provincial de Educación. Foto Matías Subat.

Primaria de jornada completa y un secundario con orientación técnica


El informe señala que a corto plazo debería concretarse el refuerzo de los refrigerios, materiales didácticos, cargos docentes, insumos e infraestructura. A largo plazo piden que el presupuesto 2025 contemple la construcción de dos escuelas en la Colonia. Una nueva primaria pero de jornada completa «teniendo un comedor, a fin de garantizar la alimentación saludable y la no concurrencia de los niños al basural». Y un secundario con orientación técnica, acorde a las «competencias laborales actuales».

Cada colegio tiene necesidades propias. Hay una en común y es la creación y cobertura de cargos docentes debido a que estudiantes de 2° y 3° ciclo (de cuarto a séptimo grado) «no poseen la construcción de la escritura y lectura autónoma, lo cual requiere mayor recurso humano dedicado a los procesos de aprendizaje que los coloque en igualdad a otras infancias».

Por eso requieren duplas pedagógicas: MAT (maestras de acompañamiento a la trayectoria), MED (maestras de educación digital) y MAP (maestras de apoyo) en cada ciclo.

La escuela 154 de Parque Industrial no tiene comedor. Sirven cada plato en las aulas. Foto Matías Subat.

En cuanto a las demandas puntuales hay muchas que son muy básicas. En la 175, por caso, indican que necesitan una fotocopiadora «ya que los niños y sus familias no pueden pagar» ese gasto. En la 154 solicitaron «colchonetas, pelotas, aros, cajón de saltos» y «lápices negro, gomas, marcadores, lápices de colores, cuadernos, tijeras, plasticola, hojas de carpeta».

En la 366 la ampliación de partidas para refrigerio es urgente ya que «resulta insuficiente por los altos costos de los alimentos que requiere la guía alimentaria que proporciona el Consejo Provincial de Educación. Los costos de productos como el pan, quesos, carnes, frutas se han incrementado por la inflación ya de manera incalculable y desde el CPE solo se ha incrementado el monto de estas en un 60%».

Respecto del transporte escolar esperan que se aprueben las salidas extraordinarias que permiten a estudiantes intercambiar con otras escuelas, o ir a lugares que cualquier niño o niña de la ciudad disfruta y conoce como «la Isla 132, la península Hiroki, la confluencia de los ríos, museos, Legislatura, Concejo Deliberante o el cine».

¿Cómo abordan en la escuela el hecho de que haya estudiantes que concurren al basural? La vicedirectora de la 366, Mónica Faris, respondió que lo que extraen «en muchos casos es utilizado para la alimentación, en otros como vía económica. Es un recurso de venta, de reciclaje. Entonces se toman varios aspectos, pero siempre buscando el recupero del reconocimiento, porque no es una vergüenza poder acceder al basural. Es un modo de vida que se está teniendo en un momento dado. Por supuesto que nosotros aspiramos a que eso mejore en una realidad próxima».


«No puede seguir yendo gente sin que se plantee poner una escuela más»


El Copronaf tuvo su primera reunión anual recién en junio. Desde ahora dentro de este espacio funcionará la mesa interinstitucional, que había convocado la Defensoría de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes para intervenir en el basural, donde diariamente van chicos y chicas a acompañar a sus familias a recolectar.

Mónica Palomba, una de las defensoras, remarcó que la vulneración de derechos en estos casos «no es por incumplimiento de los deberes de un padre, de una madre, de un tío, de una abuela. Acá el incumplimiento es del Estado que no garantiza el acceso a una política de educación, a una a política de salud». Manifestó que la población se fue instalando en ese sector, y usan para subsistir «la recolección y la separación de todo lo que se lleva al basural».

Esto aparece muy claramente en el relevamiento que hizo la subsecretaría de Familia: no sólo concurren las personas que viven en la Colonia Rural sino también las del Lote 34 (ex toma Casimiro Gómez), que fueron reubicadas justo enfrente del predio.

«No puede ir más gente sin una planificación. No puede seguir yendo gente sin que se plantee poner una escuela más, un centro de salud más, postas policiales, por qué es un lugar inhóspito y es la posibilidad de que crezcan más problemáticas a mediano y largo plazo, que van a ser incontenibles», afirmó Palomba.

La escuela 366 es la única primaria que hay dentro de la Colonia Rural Nueva Esperanza. Foto Matías Subat.

Sostuvo que la gente que trabaja en el basural tiene realidades muy distintas. «No es lo mismo una persona que ya lo tiene como un medio de vida, y que no lo va a dejar por más propuestas que se le lleve de capacitación, y de asistencia alimentaria y económica. Ya es un oficio: por más que vos saques el basural de ahí va a ir donde lo instalen. Otra cosa son las personas que van por la emergencia económica un año, dos años, ahí vos podes hacer un trabajo serio», explicó.

Destacó el programa «Emplea Neuquén» que capacita a personas desempleadas «pero eso lleva un tiempo, un proceso» y no le «soluciona la olla hoy».

Esta semana se firmó un convenio para que estudiantes de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Comahue brinden atención primaria de la salud en un tráiler que se instalará en el sector. El ministerio de Gobierno también anunció que llevará sus oficinas (Registro Civil, Centro de Atención a la Víctima, por ejemplo) a la comisión vecinal de Colonia.


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