Hacer tiempo

La administración de Javier Milei viene de cerrar una agitada semana. Según el propio presidente, que involucró a un exfuncionario y a un banco, intentaron llevar la cotización del dólar paralelo a $1.800 con dos “corridas cambiarias” y el Gobierno logró neutralizarlos para mantener a flote su estrategia monetaria que, como el grueso del plan oficial, parece tener como santo grial llevar la inflación a valores mínimos.

También fue otra semana más de frenesí presidencial. Mieli se encamina a cumplir 8 meses de gobierno, pero su estilo de generar fuertes impactos en sprint de corta duración generan la sensación de desembarco todo el tiempo. Es un gobierno que todo el tiempo crea la ilusión de estar camino a algo, claro, en la retórica oficial es algo bueno.

Basta con repasar los hitos que ha podido cosechar el Gobierno para confirmar ese modo, por cierto muy astuto, de gobernar en un continuo eterno solamente modificado por las alteraciones urgentes del presidente que, inmediatamente, se transforman en una nueva prioridad legislativa o de gobierno. Ese hacer tiempo, que en el fútbol es una estrategia cuestionada moralmente pero efectiva, persigue el objetivo de sostener un resultado.

El resultado que Milei busca sostener es la aprobación popular que, más allá del paso real del tiempo, se mantiene inalterable. Pero eso parece ser un resultado de primer tiempo.

El Gobierno no pone a consideración errores y lo tiene muy en claro: el viernes durante una charla con Alejandro Fantino, Milei dijo que la expectativa de la oposición era que él cayera rápidamente. Quizás ese pensamiento sea el que lo hace moverse en una coreografía donde el tiempo pasa sin que se note tanto… que el tiempo pasa.

Es presente eterno gira alrededor de tópicos que, a veces más y a veces menos, vuelven a dar vueltas en sí mismos como un trompo: dolarización, cepo, inflación, déficit cero, la relación con el Congreso, reformas estructurales que nunca llegan y promesas de refundación que, hasta ahora, han quedado más en las formas que en el contenido.

¿Alguien se acuerda cuando del DNU 70 era cuestión de Estado? Es cierto que algunos capítulos están congelados en la Justicia, pero el resto está en plena vigencia. Solo a modo de recordatorio, aquel texto también refundacional y que fue atorado con un intempestivo paro general de la CGT se llama “Bases para la reconstrucción de la Economía Argentina”. Fue publicado el 20 de diciembre del año pasado.

A los detractores el Gobierno, con justa razón, les antepone que la magnitud de la crisis económica heredada no puede enderezarse en poco más de un semestre. También es cierto que hay indicadores, sin olvidar los costos colaterales, que dan señales positivas: el ordenamiento fiscal y la caída de la inflación después de una devaluación propia. Pero de ahí a una reconstrucción hay una distancia significativa.

Afines de junio, y después de un extensísimo debate en el Congreso, se aprobó la Ley Bases. Otro texto refundacional. Pasaron más de tres semanas y hay pocos indicios de la reglamentación del paquete de leyes que, pese a que fue recortado, modifica más de un centenar de normas. Incluso hay tres puntos, los que más importan a esta región, cuya puesta en vigencia todavía se está trabajando: Impuesto a las Ganancias, capítulo de Hidrocarburos y RIGI.

Es clave lo que suceda con el RIGI para la región -el apartado de Hidrocarburos no debería tener mayores novedades- porque de él depende un nueva oportunidad para Río Negro. La provincia viene arrastrando fracasos en la búsqueda de grandes inversiones, paradójicamente alguno de ellos permiten hoy esta nueva oportunidad.

Pero en este punto, cuando la enemistad de Milei es clara con el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, el Gobierno también juega a hacer tiempo. La inversión que acordaron Petronas e YPF para la planta de GNL, de unos 30.000 millones de dólares, llevará varios años de desarrollo, pero la ubicación deberá definirse a fines de agosto. Quizás esta pulseada que tanta expectativa genera se extienda y congele -otra vez- el tiempo a la espera de no sabemos bien qué resultado.


Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $2600 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora