Logró la medicación de Ipross tras dos amparos y una lucha de 15 años contra su enfermedad en Roca

La joven que tiene una patología crónica severa obtuvo las dosis que pidió luego de esperar tres meses. "Mi cuerpo realmente necesita estas aplicaciones", dijo. Fue luego de una recaída y que decidiera hacer pública su situación a través de este diario. 

María tiene 36 años y padece Colitis Ulcerosa Severa desde los 20. Desde ese entonces lucha contra la enfermedad y sobre todo contra las constantes crisis que atravesó y que se profundizaron en 2019, con un pico y fuerte recaída este año.

Hace cinco años, empezó su búsqueda sin freno hasta la actualidad para poder dar con un tratamiento que no afecte su calidad de vida. En 2023 se abrió la puerta a la medicación Stelara (Ustekinumab); sin embargo, luego de solicitarla en su obra social, Ipross, hubo demoras e interrupciones en la provisión y un nuevo desequilibrio en la enfermedad la envolvió.

Tuvieron que pasar tres meses sin noticias y finalmente el 1 de julio recibió las tres dosis de la medicación para acceder por fin a este tratamiento biológico que prometía cambiarle la vida. Fue luego de presentar un nuevo amparo judicial y hacer pública su historia a través de Diario RIO NEGRO el 25 de junio.

«El día 1 de julio recibí tres dosis, esas tres dosis eran las que necesitaba para la pasada endovenosa, con esas tres tengo para dos meses, de acá a ocho semanas tendría que hacerme la aplicación de una dosis», contó con alegría la joven, hoy ya en funciones en su actividad laboral.

La paciente ya se pudo aplicar una dosis.

Luego de recibir el lote de inyecciones, comenzaron las aplicaciones e inició el trámite legal para solicitar que se reacomode el suministro y que no se vea forzada nuevamente a suspender el tratamiento en el corto o mediano plazo.

«Fueron meses de mucho nerviosismo y estrés porque estuve tres meses esperando la provisión de esta medicación. Eso tuvo un desgaste y un impacto importante en mi salud».

María, paciente de Roca que reclamó medicación a Ipross.

«Ahora estoy muy estable, con buena energía y pude retomar mis actividades en el trabajo, en el deporte y sociales«, contó la mujer. Anticipó que seguirá en alerta para que no se reiteren estos obstáculos en el futuro y no volver atrás en el tratamiento y fundamentalmente en su salud.

Por otro lado, la paciente logró tramitar y concretar su Certificado Único de Discapacidad (CUD). «Eso es una buena noticia porque a partir de contar con eso, tengo un respaldo más para poder seguir en esta lucha de que realmente mi cuerpo necesita estas aplicaciones para poder sostener un estado de salud integral», aseguró.

Estoy en la lucha de poder controlar la enfermedad para poder disfrutar de la vida normalmente, poder ocuparme de mis hijos como se ocupa cualquier mamá, poder trabajar como trabaja cualquier trabajador, poder hacer un viaje, sin estar todo el tiempo preocupada”, había relatado a fines de junio.

Obstáculos: la pelea de la paciente en la obra social


En la batalla por la salud de María, la obra social (Ipross) se volvió un obstáculo, según contó en la entrevista con este medio.

Su lucha llegó a un punto máximo en diciembre cuando decidió recurrir a la justicia y presentó un amparo para lograr la provisión de la medicación y acceder al tratamiento. Esa acción resultó a su favor el 26 de enero.

Así, la paciente logró la primera aplicación de Stelara el 1 de febrero. Pero la segunda dosis nunca llegó y no pudo continuar el procedimiento a tiempo por falta de medicación. La próxima inyección debía ser el 28 de marzo y repetirse cada ocho semanas, pero aún la espera.

Los primeros días de mayo, su médico indicó reiterar el procedimiento de inducción al tratamiento biológico, pero no hubo concreciones. La demora ya superaba los 50 días desde la última aplicación y la vida cotidiana de María estaba alterada por síntomas incesantes como diarrea, sangrado, dolor abdominal.

El problema de no recibir la dosis en tiempo estipulado hace que la enfermedad recaiga, el medicamento pierda efectividad. “Se hace necesario volver a repetir las dosis de inducción ya que la paciente presenta síntomas de recaída. He tenido que volver a utilizar los corticoides sistémicos que no son aconsejables por sus efectos colaterales”, se detalló en palabras del médico gastroenterólogo tratante.

Los corticoides, además de efectos secundarios, le generaron dependencia. Los riesgos a corto plazo para esta paciente son sangrado o perforación colónica, pero también hay peligros a largo plazo como el riesgo elevado de cáncer de colon.

Cabe aclarar que la paciente había solicitado reserva de su identidad y por eso Diario RIO NEGRO utiliza un seudónimo.


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