Exclusivo Suscriptores

El grito federal de los gobernadores patagónicos quedó silenciado en solo seis meses

Los mandatarios de las provincias del sur se unieron con fuerza en enero contra las políticas de Javier Milei, pero la camaradería se diluyó. Las negociaciones por obras y financiamiento, a cambio de votos para la Ley Bases, transformó en “dialoguistas” a los que se mostraron críticos.

La rebelión de los patagónicos, que impulsó seis meses atrás el bloque con el primer encuentro de gobernadores en Villa La Angostura, quedó tapada por la realidad y se diluyó la unidad. Sin próximas reuniones en agenda y con acciones individuales, el grupo que se mostró al país combativo con la administración de Javier Milei en defensa de sus recursos, quedó desactivado.

Las negociaciones por la Ley Bases y los compromisos de obras y financiamientos que el Gobierno nacional negoció con algunas provincias patagónicas, como Neuquén y Río Negro recientemente, y la tentación de inversiones con la sanción del RIGI, se interpuso ante la unidad.

Alberto Weretilneck (Río Negro), Rolando Figueroa (Neuquén), Ignacio Torres (Chubut), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Claudio Vidal (Santa Cruz) mantienen el grupo de whatsapp y un “contacto casi a diario”, graficó uno de los protagonistas al ser consultado por diario RÍO NEGRO, pero desde el encuentro de marzo en Puerto Madryn no hubo más reuniones de bloque y muchos temas anunciados perdieron ímpetu desde el mismo momento que se hicieron públicos.

En total de aquellas reuniones periódicas que se preveían solo se concretaron dos. Fue en Villa La Angostura el bautismo de grupo, el 11 de enero, cuando “el espanto” por lo nuevo y una serie de puntos en común los unió, como la defensa de mantener el Impuesto a las Ganancias sin incluir la cuarta categoría, los recursos hidrocarburíferos, el manejo de las represas, la ley de pesca, entre otros. Allí se habló de un “grito federal”.

La reedición del grupo fue en Madryn, dos meses después, el 7 de marzo. Además, los seis mandatarios firmaron documentos con expresiones públicas y fueron al Congreso de la Nación para exponer sus reclamos ante senadores y diputados. Pero de a poco cada uno siguió su propia senda y estrategia, y la mayoría viró a ser más dialoguista que crítico.

La primera diferencia se dio a fines de febrero cuando la liga mostraba una fuerza inédita y dejaba atónitos a otros mandatarios regionales por la sintonía que se había logrado en el sur. En ese momento Torres, apremiado por el freno de fondos de la coparticipación, amenazó con bloquear la producción de gas y petróleo de la Patagonia. Habló en nombre del bloque, pero de inmediato Figueroa y Weretilneck, que pisan sobre los intereses de Vaca Muerta, tomaron distancia y moderaron la postura que calificaron de extrema.

El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, entre Weretilneck y Figueroa, en la primera cumbre del bloque. Archivo

También la verborragia del chubutense al anticipar la creación de una empresa de energía patagónica -que prometió para el encuentro de Madryn- los diferenció y nunca se avanzó en esta idea. Y posteriormente, para la cita del 2 de Abril en Tierra del Fuego la asistencia mermó: solo Torres y Figueroa acompañaron al anfitrión Melella. De ahí en adelante se aceleró el desencanto de la fuerza de la unidad.

Casi todos negociaron por obras y financiamientos que estaban retaceados, la carta de cambio fueron votos en el Congreso. Muchos asistieron a los pasillos de la Casa Rosada y encontraron en el hoy jefe de Gabinete, Guillermo Francos -antes en su rol de ministro del Interior- al interlocutor que buscaban. “Hoy se observa una voluntad de diálogo con las provincias mayor que hace algunos meses”, admitió Weretilneck.

Solo el pampeano Ziliotto quedó como una voz crítica desde la Patagonia hacia el gobierno de Milei, sin ningún acercamiento con Nación y con señales de rebeldía, al recibir en su provincia un día después de la aprobación de la Ley Bases, a su par bonaerense Aexl Kicillof, que lidera la oposición a la administración federal.

Weretilneck y Figueroa actuaron en conjunto ante varias iniciativas. Una de ellas fue el reclamo para que Nación transfiera el manejo de rutas nacionales que atraviesan sus jurisdicciones. Por ahora, no tuvieron respuesta. Por las represas hidroeléctricas en un principio también fueron juntos con planteos en defensa de los intereses provinciales y ambos impulsaron en sus legislaturas estrategias de cobro de cánones por el uso del agua. Pero a fines de junio, con la creación de sociedades anónimas para manejar las represas de los ríos Limay y Neuquén, sin intervención de las provincias, las estrategias fueron distintas: el neuquino pidió una mesa de diálogo y en su provincia distintos actores impulsaron acciones, incluso en la Justicia. Su par rionegrino se llamó al silencio.

Otros mandatarios optaron por la batalla judicial en distintos temas. Ziliotto llegó a la Corte Suprema por la quita de los subsidios al transporte. Antes había abierto el camino Vidal, con una demanda colectiva en el juzgado federal de Caleta Olivia. Torres también impulsó acciones legales por los aumentos de tarifas y Melella hizo lo propio desde Tierra del Fuego y obtuvo un fallo a favor.

El Impuesto a las Ganancias y la restitución de la cuarta categoría, sumado a la eliminación de la deducción especial de 22% para trabajadores de la Patagonia, sancionado con la Ley Bases, tomó totalmente fragmentado al bloque que a pesar de ser una medida que afecta al conjunto de las provincias, generó reacciones y acciones individuales.

Torres amenazó con una acción judicial contra esta medida, en conjunto con sindicatos y entidades de su provincia: “El avance inconsulto con respecto a retrotraer el Impuesto a las Ganancias ha sido un error”, afirmó y graficó la gravedad al mencionar que los médicos se irán de las provincias del sur si comienzan a pagar el impuesto.

Rolando Figueroa negocia para que queden exentos los petroleros y Weretilneck decidió no impulsar ninguna acción, ni siquiera se expresó públicamente del tema.

Los encendidos discursos críticos del verano, con el reciente desembarco de Milei en la Casa Rosada perdieron tono con el transcurso de los meses y los lazos que cada uno pudo construir, por eso cuidar las formas es la mejor estrategia por estas horas en el bloque patagónico.


En la sanción de la Ley Bases en el Senado, en junio, Weretilneck aportó el voto de Mónica Silva.
Figueroa promocionó el apoyo de Lucila Crexell.


Weretilneck exhibe acuerdos y acalla reclamos


Alberto Weretilneck viró en cuestión de meses en la atribución de todos los males de la provincia a los recortes nacionales y exaltar los “consensos” logrados con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el nexo valioso que flexibilizó aquella premisa dura del comienzo de la era Milei que establecía el corte de la obra pública de manera total.

El gobernador Alberto Weretilneck se reunió en Buenos Aires con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Foto: Gentileza

Esta semana el rionegrino se mostró con Francos en su despacho de la Casa Rosada, y plasmaron la firma de los convenios para que Nación termine obras emblemáticas que están paralizadas, principalmente las viales, que generan mayores complicaciones a la provincia.

El líder de JSRN garantizó el voto en el Congreso de sus delfines Mónica Silva en el Senado y Agustín Domingo en Diputados, con el RIGI como una gran apuesta en busca de lograr que YPF se incline por el puerto de Punta Colorada para su salida al exterior con GNL. Con esta ley -que tendrá su correlato provincial- también se fortalece el plan de convertir a Río Negro en una “provincia minera”, anunciado en diciembre al asumir su tercera gestión y que tiene un pie en el acelerador puesto en lograr con Calcatreu el primero proyecto de explotación de oro cerca de Jacobacci. Mientras que el antiguo plan de su antecesora, Arabela Carreras, de producir hidrógeno verde está en pausa, aunque no se descarta su reactivación.


Neuquén consiguió obras y una negociación por Ganancias


Por Andrea Durán

El gobierno de Neuquén fue uno de los primeros en exhibir un acuerdo con Nación, a través del flamante jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para acordar qué obras se seguirían financiando y cuáles se traspasaban a la provincia para su continuidad o renegociación. Esa puerta que abrió el funcionario de Javier Milei fue la que terminó de zanjar el apoyo de Rolando Figueroa a la Ley Bases, aún pese a las críticas por la restitución del Impuesto a las Ganancias.

Rolando Figueroa junto a Guillermo Francos en la Casa Rosada. Foto: gentileza.

La vía de solución que encontró el mandatario para este tema no fue judicial, como la que impulsa el chubutense Ignacio Torres, sino otra vez política. El gobierno nacional le permitió participar de la redacción de la resolución de AFIP que formalizará la exclusión de los trabajadores petroleros del pago del impuesto.

Se trata de una negociación que deja a buena parte de los afectados afuera, porque no habrá ningún trato especial para el resto de los empleados privados, pero que le alcanza para contener a un sector con poder de fuego.

Entre las disputas aún no saldadas, queda ver aún si Figueroa endurecerá posición por las hidroeléctricas.


Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscribite desde $999 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora