Calidad y calidez van de la mano

ROCA (AR).- Si alguien pensó que detrás de los músicos rusos que integran el Cuarteto de Cuerdas Fundación Cultural Patagonia se esconden almas frías, que interpretan obras clásicas, se equivoca. Todo lo contrario. Elvira Faseeva (Rusia) y Vitali Bujiashvili (Georgia) en violines, Gela Gelashvili (Georgia) en la viola y el único argentino, Juan Bautista Costanza en violencello tienen un humor fresco. El mismo que todas las mañanas los ayuda a sobrellevar sus exquisitos ensayos para ampliar su repertorio.

El cuarteto, dirigido por el maestro Ljerko Spiller está catalogado como uno de los mejores grupos de cuerdas a nivel nacional. Hoy a las 20.30 en la Sala II de la Casa de la Cultura de Roca presentarán un concierto con el siguiente programa: En la primera parte «Adaggio y fuga, de cuerdas en do menor, K.546», de Mozart; «Cuarteto Nº6, en fa mayor, op. 80», de Mendelsssohn; y la segunda parte, «Cuarteto Nº1, en do menor, op. 51», de Brahms.

«Río Negro» presenció uno de sus ensayos en un aula del IUPA. La primeras sensación al abrir la puerta de la sala fue la de haber interrumpido un momento de mucha concentración. Sin embargo, la calidez y las bromas constantes del encuentro destacaron la sinceridad de los músicos.

-¿Cómo sobrellevan el peso ser uno de los cuartetos más reconocidos del país?

-Vitali Bujiashvili:¿Quién dice eso? En realidad no tiene importancia. Nosotros trabajamos y hacemos lo mejor que podemos. Elogios de esa índole nos ponen en una situación comprometida porque tenemos que estar sosteniendo palabras que dicen otros…

-¿No es una parte inportante para ustedes el reconocimiento?

-V.B.: Nosotros hacemos lo que nos gusta y tratamos de hacerlo bien. Esas diferencias parecen del mundo deportivo, donde se compara qué cuarteto es mejor que otro. Estamos contentos de que a la gente les gusta lo que hacemos pero los elogios…

-Juan Bautista Costanza: Entran en el mismo círculo que las críticas. Son observaciones y a veces no se les puede dar mucha importancia. Entre nosotros sabemos cómo vamos haciendo las cosas.

-Elvira Faseeva: Por suerte como grupo pudimos durante tres años mejorar y hacernos más profesionales, incorporar más repertorio. Para cualquier grupo el tiempo es importante para mejorar.

-¿Es un público atento el que los escucha?, ¿qué creen?

-V.B.: En cualquier lugar donde tocamos la gente está acostumbrada a escuchar música clásica. Fuimos a tocar a Aluminé o Lamarque y el público nos recibe bien.

-En su país el público es más asiduo al escuchar música clásica… ¿Qué diferencia encuentran con el de acá?

-V.B.:Ultimamente los tiempos cambian en nuestro país ya al público no le interesa tanto por la situación que vive. Casi no hay diferencias. Si tocás bien, el público es igual. Si tocás mal…

-¿Qué pasa?

-V.B.:¡Te tiran huevos…! (risas).

-¿Creen que en otras provincias los ven como músicos patagónicos?

-V.B.:-Todavía no sabemos. En Santa Rosa nos recibieron como norteamericanos (risas). ¡En el cartel apareció el nombre Gela Gelashvili de Georgia, Estados Unidos! Igual estoy acostumbrado a vivir acá hace ocho años y ya no me siento un extranjero.

Mehta espera que Barenboim vuelva a Israel

BUENOS AIRES (DyN).- La Orquesta Filarmónica de Israel, dirigida por el indio Zubin Mehta, se presentó esta semana ante un Teatro Colón completamente lleno, al punto que muchos espectadores debieron asistir al espectáculo parados en las plateas.

La Orquesta abrió su actuación con la interpretación de la suite de «El Mandarín Maravilloso» del húngaro Bela Bartok, y en segundo término, ofreció el «Concierto para corno y orquesta Número 1», del vienés Richard Strauss.

En una conferencia de prensa brindada el prestigioso director justificó la actitud de su colega argentino Daniel Barenboim, quien ejecutó en Israel música del compositor alemán Richard Wagner, de conocido antisemitismo.

Mehta -quien también es director musical de la Opera de Munich- afirmó que Barenboim «ejerció su derecho de ciudadano israelí» al tocar música de Richard Wagner en Israel. El director afirmó que «Barenboim es un ciudadano israelí. Israel es una democracia y él ejerció su derecho como miembro de una sociedad democrática y desde el punto de vista musical, el tiene la libertad de hacer lo que le plazca». «Otra cosa es lo que sucedió con el comité de un ministerio, y no era en representación del Estado de Israel como se dijo, sólo era un pequeño comité que lo declaró «persona no grata»», dijo el director. El músico añadió que a la mañana siguiente la Orquesta Filarmónica de Israel «apoyó a Barenboim en un ciento por ciento y condenó la decisión que había tomado ese comité». «Esa es la situación en la actualidad y todo lo que tengo que decir al respecto», enfatizó Mehta pero agregó que «realmente estamos ansiosos y esperando que vuelva Barenboim a Israel y que puede ejecutar, estar a cargo y presidir la Orquesta Filarmónica de Israel nuevamente».

Al ser consultado sobre si el paso del tiempo permitirá que se escuche la música de Wagner en Israel, el director consideró que «estoy seguro que con el paso del tiempo vamos a tratar de poder tocarla, pero cuándo, es algo que no le puedo decir todavía».