Cómo el aceite de lavanda tendrá un valor diferencial en Patagonia norte

Es una iniciativa de la Universidad Tecnológica Nacional en Plaza Huincul. Cuentan con un cromatógrafo que permitirá hacer análisis de muestras

En Neuquén y Río Negro hay productores de plantas nativas y foráneas que se dedican su elaboración de aceites para usos cosméticos y medicinales. Pronto, podrán darle un valor agregado al contar con la certificación otorgada por la sede de la Universidad Tecnológica Nacional en Plaza Huincul.

Ahora se cuenta con un cromatógrafo en esa universidad pública. Permitirá que las personas que elaboran aceites puedan saber con detalles cuáles son los componentes y sus proporciones. De esta manera, esa validación oficial les dará una certificación que ayudará a resaltar las cualidades de los productos a la hora de comercializarlos.  

La elección de las plantas para la elaboración de los aceites esenciales es para los productores el punto de partida para la obtención de un aceite esencial. Aunque hay especies nativas de las que puede extraerse, algunos lo hacen de jarilla, de orégano, pero un gran número se volcó a la lavanda. 

Alberto Camacho es ingeniero químico y doctorado en Físico-Química y se desempeña en la Universidad Tecnológica Nacional, la facultad Regional del Neuquén. “La idea fue trabajar desde un aspecto social, con los productores, para brindar asistencia, y formando una mesa con las cuatro patas: productores; el INTA; la Universidad y los estamentos municipales”, contó a Diario RIO NEGRO

Aunque en un primer momento se había pensado en las plantas nativas, como la jarilla, observaron que la mayoría de los productores estaba dedicada al cultivo de lavandas. Pero no son las lavandas originarias de Francia sino una especie modificada genéticamente y que crece sin obstáculos en plena meseta patagónica, aclaró Camacho.

A partir de saber qué tipo de aceites se elaboraban, la propuesta original de colaborar se fue transformando para aquel productor de cualquier tipo de planta, no solo las nativas: puede haber de jarilla, de romero, de orégano.  Hay productores que se dedican a desarrollar los aceites esenciales de manera individual o en cooperativas. Se encuentran repartidas en el Alto Valle, en el centro y sur de Neuquén y su límite con Río Negro.

El nuevo cromatógrafo que se usa en la UTN de Plaza Huincul (Foto gentileza)

La obtención del aceite esencial se realiza mediante el método de destilación. Uno de los factores que incide en la elección de la planta que se utilice es el rendimiento. “El rendimiento por destilación de los aceites esenciales como máximo llega al 5%. Hay algunas especies que pueden llegar un poquito más, pero, por ejemplo, el pino llegaba al 0,5%. Entonces se debe producir grandes cantidades para obtener poca cantidad”, describió Camacho. 

La jarilla nativa tiene un rendimiento muy bajo. Al igual que el pino. De hecho, hicieron un trabajo con productores de Junín de los Andes, donde se corroboró que la extracción es escasa. 

En cuanto a la tarea junto al INTA, el docente describió que uno de los aspectos que se analiza es el rendimiento según el tiempo de destilación. “Esa información es para compartir con los productores”, indicó. 

Una vez que la planta se somete al proceso de destilación, se obtienen dos productos: el aceite esencial específicamente y el hidrolato, que antes se llamaba Agua Florida. “El hidrolato es agua con pequeñas partes del aceite esencial”, dijo el ingeniero. 

Especificó que el aceite esencial no es soluble, pero hay algunos componentes que se pueden solubilizar. “Ese mismo hidrolato, en vez de tenerlo para la venta, se puede reutilizar para destilar nuevamente plantas”, dijo.

El grueso de los productores se dedica al cultivo de lavanda, pero también se hacen pruebas de pino, de romero, entre otras.

Como parte de la iniciativa que llevan adelante en la universidad se evaluará qué aceite esencial tiene un mayor rendimiento y de cuál se extrae más cantidad. La otra acción será darle valor agregado al aceite esencial que obtienen los productores.

¿Y cuál es el valor agregado?, preguntó este medio al investigador: “Que nosotros le vamos a hacer el análisis con el cromatógrafo al aceite esencial. Permitirá saber qué componentes tiene la lavanda y si es similar al aceite esencial que se obtiene en Francia o al que se produce en el Alto Valle o el de Zapala”, señaló. 

Eso permitirá analizar los múltiples factores, irrigación, clima, tiempo de cosecha, entre otros.  El cromatógrafo posibilita hacer el análisis de una pequeña muestra de las plantas elegidas para la elaboración del aceite esencial.

Esa sustancia que se incorpora se debe acompañar con un gas portador como helio, nitrógeno, hidrógeno. Es una sustancia que no reacciona con los componentes que se analizarán.  Cuando la muestra es sometida a una determinada presión, el cromatógrafo lee qué sustancias contiene y en qué porcentajes. Luego, un software detecta los cuatro componentes de los aceites. Finalmente, la UTN le otorgará un certificado al productor. Toda esa información se puede volcar en el etiquetado de los productos, y podría aclarar si son orgánicos.


La historia de la productora Silvana Lizzio


Silvana Lizzio es una productora de lavanda que en tres cuartos de hectárea tiene su plantación a orillas del río Covunco, en el centro de la provincia, aunque vive en Zapala. Su relación con la actividad empezó cuando trabajaba en el INTA. Sin embargo, desde que se jubiló pudo prestarle mayor dedicación al cultivo. 

“Trabajé siempre con el tema de implantación de aromáticas y medicinales, tanto cultivadas como las nativas», señaló. En Zapala, hay un grupo conformado como Hierbas del Viento que se dedican a la producción de orégano. 

Desde el 2022 cuando se desempeñó en Mariano Moreno y en Zapala, conoció el cultivo de plantas aromáticas, su uso, y la extracción de aceites esenciales, a través del destilado. 

“La lavanda no pertenece a la estepa, pero se adapta muy bien”, aclaró. En especial, en la región centro de la provincia de Neuquén, donde no existen períodos libres de heladas y es importante la intensidad del viento. Las condiciones de adaptación tanto al suelo como al clima son muy importantes. 

Los productores de aceites esenciales puede pedir orientación en la universidad

Silvana se dedica al cultivo de lavandín Híbrido Súper 2044, modificado por INTA Castelar. “Eso fue lo primero que compré en plantines. Costó muchísimo la implantación, pero las comencé a reproducir con mucha paciencia. La plantación es chica, pero anda”, describió.

 A eso le suma la lavandula angustifolia que es la lavanda verdadera; y este año incorporaron otro híbrido que es el Grosso. En primavera se tendrán los primeros resultados de esa implantación. 

De todos modos, se verá cuál será el rendimiento en cuanto a la producción de aceite esencial. 

La productora explicó que el híbrido es la mezcla entre la lavanda y el espliego. Este último se vende en los viveros, en general.  

«En la mezcla de esas dos salen los lavandines, que son los híbridos y los que más producen aceite. Tienen un aroma mucho más dulce, menos alcanforado que el espliego”, contó Silvana. 

Una vez que las plantas se someten al proceso de destilación, se extrae el aceite, aunque muy poca cantidad. “La poca cantidad no es exclusiva de la lavanda. Es de todas. En general, la lavanda es una de las que más produce aceite esencial: un 1 %; 1,5 % hasta 3%. Depende el híbrido y las condiciones del cultivo, de suelo, de clima”, dijo. 

Si se calcula una producción de 100 kilos de flores, se produce un litro de aceite en promedio. “Si la naturaleza te brinda poco es porque poco se necesita”, sentencia la productora neuquina. Recordó que solo se requieren gotitas del producto porque es súper concentrado.

Los análisis de los aceites esenciales que obtuvieron están demostrando que da un mayor porcentaje de acetato de linalilo que los producidos en otras zonas como, por ejemplo, los del Valle o los que se obtienen más al sur. 

“Tenemos un rendimiento muy importante y, especialmente con el híbrido Súper 2044. Es el que más se busca en el mercado”, apuntó. 

El uso de aceite esencial como descontracturante, baños de inmersión, o antiinflamatorio es lo más usual. Además, para aplicar en las quemaduras de todo tipo, que es donde surgió la aromaterapia a través del descubrimiento que hizo el químico francés René Maurice Gattefossé, en 1920. La confección de tónicos faciales con el aceite es otra alternativa de uso. 

Las condiciones geográficas favorecen al cultivo de lavanda: la altura sobre el nivel del mar, las diferencias térmicas entre el día y la noche, indicó. El emprendimiento de Silvana es Campos de Lavanda, y su aceite y otros productos los vende a través de Internet. Sostiene que la certificación que pueden obtener a través de la UTN les permitirá vender a los laboratorios interesados. 


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