Tras la exitosa Fiesta de la Matra, Valcheta sigue apostando a recibir turistas en vacaciones de invierno
Después de días de festejo sigue abierta la invitación para aquellos que están planificando el receso invernal. Hay sitios de interés para visitar y un museo con huevos de dinosaurios. Imperdible
Un lugar mágico, para descubrir y disfrutar de su paisaje agreste
Valcheta vivió un finde extra largo a puro festejo, porque el feriado coincidió con una nueva edición de la Fiesta de la Matra y las Artesanías. La celebración atrajo a muchísimos turistas que, a desde el jueves hasta el domingo inclusive, disfrutaron de las distintas actividades que giraron en torno a los tejidos típicos del telar mapuche.
«Tuvimos una gran cantidad de visitantes, cada día se vivió a pleno» contaron desde la localidad, que además se vistió de blanco durante esas fechas, porque una intensa nevada cambió el paisaje que los caracteriza.
Debido a esto muchos vecinos de localidades cercanas, en las que la nieve no es habitual, se acercaron para gozar de esas postales, y sacarse las ganas de armar sus propios muñecos de nieve, o caminar bajo los sutiles copos que, por horas, cayeron sin cesar.
Por otra parte estuvo muy concurrida la feria artesanal (que contó con más de 150 expositores) y la peña que, a lo largo del festejo, le puso ritmo y color a la ceremonia.
Ahora la expectativa está puesta en las próximas vacaciones, en las que buscarán tentar a los visitantes que están planificando propuestas distintas. «Una escapada a la zona para ver el Bosque Petrificado, pasear por el arroyo y visitar el museo es un excelente plan» expresaron desde la comuna. Aquí va un detalle de cada una de estas opciones.
El bosque petrificado
Este sitio muestra que, hace siglos, existió una geografía más boscosa y exuberante en este punto de la Patagonia. Hay que remontarse a más de 65 millones de años, al terciario superior. De esa época datan los troncos petrificados que conforman un llamativo bosque de coníferas y otras especies, que son fieles testigos de ese momento en el que la naturaleza era puro esplendor.
Esos troncos pueden verse enterrados y, algunos, hasta de pie, creando una llamativa postal que se puede visitar con guías. Hay senderos para recorrer a pie e incluso en bicicleta. Para no perdérselos.
Museo María Inés Koop
Este museo es especial para los más chiquitos porque es uno de los pocos que cuenta con un tesoro muy particular: huevos de dinosaurios fosilizados.
Ésos son los que más interés generan, al igual que los restos de esqueletos de la misma especie, los fósiles marinos y las improntas de plantas, que permiten imaginar el pasado tropical de un área que hoy se muestra mucho más árida que entonces.
El lugar se creó en 1978 y pertenece a la Red de Museos de la provincia, funciona de lunes a viernes de 8:30′ a 13:30 ‘y de 14:30′ a 17:30′, mientras que sábados, domingos y feriados están de 10′ a 13′ y de 15′ a 18’.
Paseos por el arroyo, toda una tentación
El arroyo que atraviesa la localidad es un imán para realizar largas caminatas, tomar unos mates en la orilla o perderse en la contemplación del paisaje. Además hay muchos espacios verdes, que también invitan al esparcimiento y el relax.
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