La ciencia y la sobrevida deportiva: el ejemplo de la Eurocopa
Hace tres años, Cristian Eriksen se desplomó sobre el terreno de juego tras sufrir un paro cardíaco durante un partido. Gracias a los avances médicos, pudo volver a jugar e incluso anotó en esta Eurocopa 2024.
Hace tres años, Cristian Eriksen se desplomó sobre el terreno de juego tras sufrir un paro cardíaco durante el partido de grupo de Dinamarca contra Finlandia en la Eurocopa de fútbol 2020, que se retrasó un año debido a la pandemia de Covid-19.
En una escena angustiosa, el delantero danés fue retirado en camilla cubierto por sus compañeros, tras recibir tratamiento de reanimación sobre el terreno de juego. El médico de la selección escandinava señaló metafóricamente que el jugador “había muerto”
Exactamente 1.100 días después de aquel desesperante episodio, Eriksen volvió a la Eurocopa de Alemania 2024, convirtiendo el gol de su equipo en el empate 1-1 contra Eslovenia.
Para poder volver a la práctica deportiva se le colocó un desfibrilador cardioversor subcutáneo implantable (DCI), un tipo de marcapasos destinado a prevenir paros cardíacos mortales mediante la emisión de una descarga que reestablece el ritmo cardíaco regular.
Como dicho dispositivo no está aceptado en la liga italiana donde militaba, el danés debió retornar a su viejo club, el Odense Boldklub, antes de fichar por el Brentford de la liga inglesa en enero de 2022 y luego para el Manchester United, ambos en pases gratuitos.
Eriksen al recordar el episodio dijo: “No me podía imaginar lo que iba a pasar. Lo recuerdo todo, salvo esos minutos en los que estuve en el Cielo” … “He aprendido que incluso después de un mal momento, siempre hay un tiempo en el que todo será diferente”.
La patología sufrida por el jugador de la selección roja, hubiera sido definitivamente invalidante hasta muy poco tiempo atrás, algo que la ciencia ha logrado revertir gracias a su notable avance y a la rápida convalidación de ciertas federaciones deportivas ante las evidencias médicas rendidas.
También ante la aceptación del riesgo permitido, que asume el jugador al decidir jugar en dichas condiciones, sin pretender cobrar más que por su prestación efectiva y no por las transferencias de club.
Otra historia digna de destacar es la de Alexander Zverev quien fue diagnosticado con diabetes tipo 1 -en la que el páncreas no genera insulina- cuando tenía apenas tres años.
El tenista alemán que ha ganado el oro olímpico en Tokio, 22 títulos de ATP y fue finalista del ultimo Roland Garros perdiendo en el juego definitorio ante el murciano Carlos Alcaraz, ha convivido con la enfermedad durante toda su carrera.
Sasha ha tenido grandes problemas para poder inyectarse insulina en torneos de Grand Slam en pista. Así ha señalado en 2023 que “en los torneos ATP es mucho más fácil, me inyecto la insulina en la cancha durante los descansos del partido, de manera natural, pero aquí no me está permitido hacerlo en la cancha, me dijeron que estoy obligado a abandonar la pista. Solo tengo dos descansos por partido para ir al baño, pero en un partido a cinco sets a veces tengo que inyectarme cuatro o cinco veces”.
Tras las críticas del germano, la organización del torneo reaccionó y aseguró que nunca se le prohibió inyectarse en la pista y si lo quería hacer en el vestuario, no se le contaría como ‘toilette break’.
Decisión bienvenida ya que sería absurdo impedir a un jugador que ha sido diagnosticado -siendo corroborable por la Organización- poder inyectarse cuando de eso depende su vida.
La Organización Mundial de la Salud ha concluido que la diabetes es una de las diez principales causas de muerte en el mundo y el hamburgués tras su experiencia, ha creado una Fundación destinada a apoyar a niños con similar patología.
Que el deporte sea versátil y adaptable a la necesidad de salud de atletas de elite, como los nombrados, es un mensaje sumamente esperanzador que alienta a miles de personas y devuelve al deporte su verdadero sentido.
*Abogado. Prof. Nac. de Educación Física. Docente universitario. angrimanmarcelo@gmail.com
Hace tres años, Cristian Eriksen se desplomó sobre el terreno de juego tras sufrir un paro cardíaco durante el partido de grupo de Dinamarca contra Finlandia en la Eurocopa de fútbol 2020, que se retrasó un año debido a la pandemia de Covid-19.
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