La Corte falló sobre un caso de abuso sexual que expuso la violencia institucional de la policía de Cipolletti
El cabo Fabian Fuentes fue arrestado el sábado tras la confirmación de la sentencia. Fue condenado a tres años y diez meses de prisión efectiva. El juicio reveló la violencia institucional que sufrió la víctima.
Guillermo Baquero Lazcano fue miembro del tribunal (foto archivo Florencia Salto)
Un policía de Cipolletti fue detenido para cumplir una sentencia de prisión efectiva tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de rechazar su recurso de queja. El procedimiento se realizó el sábado, dos años después del juicio que reveló el manejo “machista” por parte de los superiores de la unidad policial durante el proceso.
El cabo Fabian Fuentes fue condenado a tres años y diez meses de prisión efectiva por abuso sexual, y el proceso judicial puso en evidencia la falta de acción por parte de las autoridades y la vulnerabilidad de la víctima, una sargento de la comisaría 32 de Cipolletti.
La víctima no solo sufrió abuso sexual constante por parte del cabo, sino también el maltrato de sus superiores cuando les informó de la situación. La policía fue castigada por hacer la denuncia, trasladada a otra unidad y obligada a trabajar a solas con el agresor por jornadas de 12 horas. Ella ostentaba el rango de sargento y él de cabo, aunque la jerarquía no fue impedimento para cometer el abuso.
Fuentes además de la condena a prisión efectiva fue inhabilitado de por vida para ocupar cargos en la función policial. El sábado, por orden del juez Guillermo Baquero Lazcano, fue detenido y alojado en el sector del Maruchito del Penal 2 de Roca.
El fallo detalla que Fuentes abusó de la sargento en múltiples ocasiones, aunque la fiscalía se centró en un hecho específico ocurrido el 1 de mayo de 2020 en el puesto de control policial en Ruta 151 y Circunvalación, colocado a raíz de la pandemia.
En esa ocasión, Fuentes realizó tocamientos indebidos y la instó a abandonar su puesto e ir a su vivienda. Aunque fue un abuso sexual simple, la fiscalía lo acusó de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser cometido por un miembro de las fuerzas policiales en servicio.
El tribunal, compuesto por el juez Guillermo Baquero Lazcano y las juezas Alejandra Berenguer y Agustina Bagniole, discutió los agravantes, y por mayoría se dictó la condena de prisión efectiva. Durante el juicio también se reveló que Fuentes tiene una condena en suspenso en Roca por violación de domicilio, amenazas y lesiones leves.
La sentencia refleja el sufrimiento de la víctima desde el momento del abuso hasta que se atrevió a denunciar tres meses después. En ese tiempo, enfrentó un sistema institucional que ignoró sus reclamos, según lo explicó el juez Baquero Lazcano en su voto rector. La víctima solicitó no trabajar con Fuentes, petición que no fue atendida, y tras la denuncia sufrió más maltrato, siendo trasladada a otra unidad como castigo.
La sargento comenzó a experimentar graves problemas de salud, episodios de ansiedad, y angustia constante. Las psicólogas que testificaron en el juicio indicaron que la víctima comenzó a somatizar a partir del abuso.
Los superiores de la sargento no actuaron ante sus reclamos y le asignaron a Fuentes como compañero en largas jornadas de trabajo. La respuesta del jefe fue, «lo que pasa en el móvil, queda en el móvil,» sugiriendo que la víctima debía asumir las consecuencias si decidía denunciar.
Además, se constató que Fuentes tenía cercanía con las autoridades de la comisaría. Se reveló que Fuentes convivió con el Comisario Mayor Bruno, uno de los jefes de más alto rango en la zona, lo que evidenció su influencia dentro de la comisaría.
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