El Gobierno desplazó a Rosana Lodovico al frente de la Aduana tras la denuncia por sobornos
El vocero Adorni negó que este cambio fuera consecuencia de la grave acusación por corrupción dentro del organismo.
El gobierno minimizó la noticia de los cambios.
Sigue la polémica por la denuncia de sobornos dentro de Aduana y ahora el Gobierno nacional resolvió desplazar a Rosana Lodovico, al frente de la titular de Aduana, y designar a Eduardo Mallea como dirección general del organismo. A través de un breve comunicado, informaron que avanzan en un proceso de “profesionalización, modernización y despolitización de la Aduana”.
El desplazamiento de Lodovico responde a los señalamientos por una denuncia de supuesta corrupción en su contra. Se la acusa de recibir sobornos de una empresa señalada por contrabando.
Hoy también el vocero presidencial, Manuel Adorni, se refirió a los cambios en la conducción de la Aduana y negó que se haya tomado la decisión como consecuencia de la causa judicial, sino que adjudicó la medida a una “reestructuración”.
En su lugar, fue designado Mallea que es abogado, graduado en la Universidad de Buenos Aires, y socio a cargo del Departamento de Derecho Aduanero y Comercio Exterior del Estudio Jurídico Bruchou & Funes de Rioja. Fue convocado por la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Florencia Misrahi.
La denuncia por corrupción
Campagnoli denunció la semana pasada a la titular de la Administración Nacional de Aduanas por recibir un supuesto préstamo privado de 250 mil dólares de parte de una empresa sospechada de contrabando.
La denuncia se basó en una investigación del diario La Nación, que reveló que Lodovico y su ex marido Luis Antonio Bocassi, jefe de Encomiendas Postales Internacionales de la Aduana, recibieron un préstamo de la empresa Promarlon S.A., que dos meses antes había sido beneficiada con una moratoria para saldar deudas por operaciones internacionales no debidamente declaradas.
La denuncia también involucra a Alejandro Omar Lucano, identificado como “cuñado de Ludovico”, y Claudio Gabriel Szlaien, presidente de Promarlon S.A.
El préstamo, explicó la legisladora, estuvo destinado a la compra de “una casa de vacaciones en Canning y fue comprada mientras (Ludovico) ejercía funciones en la Aduana”.
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