Femicidios en Neuquén: preocupa el vaciamiento de la Línea 148
Hay una operadora por turno y se demora la cobertura de cargos. Esto afecta la atención y el seguimiento de las situaciones de violencia de género. Este año se harán los juicios por los crímenes de Carina Barros, Gisela Fuentes y Rosana Artigas.
«No podemos estar distraídos en este tema«, afirmó el gobernador Rolando Figueroa cuando se refirió en su discurso inaugural de la Legislatura, el 1 de marzo pasado, a los femicidios. En cuanto a la violencia por motivos de género prometió poner todos los «recursos económicos y profesionales para crear las políticas públicas necesarias para erradicar totalmente este flagelo que nos atraviesa como sociedad». A cuatro meses de gestión, la Línea 148, una de las principales bocas de ingreso de estas situaciones, sigue sin completar su plantel.
El servicio creado en 2016 y que funciona las 24 horas, de lunes a lunes, tiene actualmente 12 operadoras. Este número tan reducido de personal genera que haya sólo una trabajadora por cada turno de seis horas. No alcanza ni siquiera para formar duplas. Si bien hay promesas de próximos ingresos, ninguno se ha concretado hasta el momento.
¿En qué afecta este déficit de operadoras? Hay una sobrecarga y un agotamiento de las que ofrecen contención, brindan información y evalúan el riesgo.
La Línea 148 no fue pensada para «despachar» emergencias, sino que su estructura es más compleja e incluye el seguimiento de los casos.
Cada llamada que ingresa implica para esa trabajadora rastrear si la persona ya se comunicó previamente, cargarla en el sistema con todos los datos personales tanto de ella, como de quien ejerce violencia. Describir ese relato y activar alguna guardia de ser necesario, esto significa conectarse con otras áreas del Estado.
Si, por ejemplo, una mujer fue derivada a otro organismo hay que preguntarle si se efectivizó esa intervención y cargarla. Mientras tanto el teléfono suena y acumula llamadas perdidas, que son pedidos de ayuda. Oportunidades desaprovechadas.
A veces el contacto no es por una emergencia, pero quieren saber por qué no pasan los rondines policiales que tienen dispuestos. En esas circunstancias hay que contactarse con la comisaría para dar aviso y volver a llamar a la mujer para contarle qué le respondieron, y solicitarle que si se reitera, por favor avise.
Otro detalle importante: las operadoras son las que reciben la demanda de toda la provincia, no únicamente del área Confluencia. Si se comunicó una adolescente de un paraje del norte neuquino, hay que pasar el mensaje a la red que funciona allí. Aquí habría que agregar que la única trabajadora de Chos Malal que tiene la Línea 148 fue recategorizada después del 10 de diciembre con un rango menor al que tenía, y aún le adeudan su salario (ver aparte).
Con el cambio de administración el servicio no depende más del exministerio de Mujeres y Diversidad sino que pasó a la Secretaría de Emergencias y Gestión de Riesgo (bajo el paraguas de Jefatura de Gabinete), cuya lógica muy poco tiene que ver con esta atención especializada, según lo manifestaron las propias trabajadoras.
La 148 recibe, desde 2021, los llamados a la Línea 102, enfocada en la atención al maltrato y abuso sexual a niños, niñas y adolescentes, que se hacen después de las 16 horas. Con la sanción de la ley 3390, el gobierno provincial no puede prescindir del servicio y debe jerarquizarlo.
El año pasado la Línea detectó 44 mujeres con indicadores que las ponían en inminente peligro de vida, ya sea por la periodicidad o por la gravedad de los hechos, que podrían haber terminado en un femicidio y no ocurrió por una circunstancia externa.
Camino a juicio
En 2023 la provincia registró la tasa más alta de femicidios del país. Casi la totalidad ocurrieron en la casa donde vivían las mujeres, o en inmediaciones, y los acusados o condenados habían estado o estaban en pareja con ellas.
De los nueve casos, en cuatro los imputados reconocieron la responsabilidad. Fueron los femicidios de Karen Ibarra, Norma Morales, Luz Prieto y Cristina González.
Hubo una causa archivada, porque luego de cometer el crimen el agresor se suicidó. Se trata de Carolina Epullán que recibió 18 puñaladas de su pareja, Iván Aravena, en Piedra del Águila.
Todo indica que el mismo camino tomará el asesinato de Emili Espinoza Moreno, en Neuquén capital. Quien le disparó con su arma reglamentaria fue Juan Jesús Gabriel, un cabo primero del que estaba intentando separarse. Él se suicidó con esa misma 9 mm. Aún están aguardando los resultados de un estudio de ADN para determinar el cierre de la investigación.
El femicidio de Gisela Fuentes, en Centenario, es uno de los tres casos que está previsto que vaya a juicio este año. El 2 de mayo se realizará la audiencia de control de acusación, en la que se define entre otros aspectos la prueba. Según la imputación su expareja, Roberto Figueroa, la baleó a ella e hirió al hombre que la acompañaba. En esta causa había un antecedente de un ataque con un arma de fuego que la fiscalía archivó.
El 27 de abril finaliza el plazo de investigación por el femicidio de Carina Barros, la víctima más joven de todas, en Buta Ranquil. Tenía apenas 15 años. El acusado es un exnovio, Maicol Tapia. Será el primer juicio por jurados que se haga en el norte, luego de diez años de implementada la reforma procesal penal.
El último caso es el de Rosana Artigas, quien permaneció ocho días desaparecida y su cuerpo fue encontrado en un tacho semisumergido en el río Limay. José Fernández, su expareja, está imputado por el femicidio de la mujer con la que estuvo en pareja 20 años. Ella lo había denunciado en 2022 por violencia de género. La Oficina Judicial debe poner la fecha para el control de acusación.
Una trabajadora de Chos Malal, sin sueldo y con menor rango
Marcela Galeano es la única representante que tiene la Línea 148 en Chos Malal. Trabajadora social, ingresó en septiembre de 2022 y su labor es fundamentalmente territorial. Teje los contactos con todas las áreas que brindan atención y prevención ante las situaciones de violencia de género, y cuando las operadoras le avisan que ingresó un llamado sobre un caso en su zona, activa.
Pese a que el norte es una región amplia, con localidades dispersas y de difícil acceso nunca tuvo vehículo para trasladarse y los viáticos que le asignaban no cubrían los costos de alojamiento.
El 4 de diciembre de 2023 le notificaron que no le renovaban su contrato de planta política. El 11 de diciembre dijeron que sí, que continuaría. Sin embargo no aparecía en ninguna estructura. Se publicaban las designaciones, menos la de ella. Cuando finalmente apareció el decreto, el 21 de marzo, se anotició que le habían dado una categoría menor: ahora era administrativa. Recién hace unos días, y ante su desesperación, le manifestaron que le iba a liquidar los salarios de diciembre, enero, febrero, marzo y abril, a esta altura, completamente devaluados.
¿Cómo sobrevivió todos estos meses sin este ingreso? “Mi compañero y las redes”, respondió.
Planteó que, al menos en el norte, no es posible difundir simplemente que hay un número y esperar a que la gente se comunique, con las dificultades de conectividad existentes.
“Son distintos los acompañamientos con las personas de la ruralidad”, insistió.
Agregó: “trabajamos mucho más dentro de las escuelas, en actividades que armamos con las redes, y ahí va apareciendo la demanda. En mucho de nuestro territorio no pueden llamar porque no hay línea, y además de eso las personas prefieren llamar a alguien que conocen, llamar a alguien que sea de acá, llamar a alguien que esté. Prefieren ir al hospital, ir a la comisaría y no la llamada. Hemos logrado trabajar mucho más en el territorio para dar a conocer el sistema de la Línea y que tengan confianza. Gracias a ese proceso se empezó a dar una suba de los ingresos a la Línea”.
Enfatizó en que todo lo que ocurrió estos cuatro meses afectó su salud mental. “Hay que ver cómo cuidamos a las personas que tienen el rol de acompañar a quienes están en situación de vulnerabilidad de derechos, y en este caso yo estoy siendo vulnerada por el Estado”, afirmó sobre la incertidumbre laboral.
En mayo, Lagos será juzgado por el ataque sexual contra Luz
Luz de los Milagros Prieto, de 20 años, fue asesinada junto con su mamá, Norma Morales de 58 años, el 11 de febrero de 2023 en su casa del barrio Los Hornitos de Neuquén capital. La fiscalía tiene que probar que previo al doble femicidio, Jorge Lagos atacó sexualmente a la joven.
Él admitió la responsabilidad en los crímenes y fue condenado a prisión perpetua, pero nunca reconoció la agresión pese a que se encontraron restos de ADN suyo (semen) en el cuerpo de Luz.
El juicio se realizará los días 22 y 23 de mayo. El delito por el que se lo acusa es abuso sexual con acceso carnal.
Lagos había sido pareja de Norma. Ese sábado a la madrugada, en un despliegue de violencia misógina, las lesionó con al menos un arma blanca, con punta y filo de grandes dimensiones, además de golpearlas.
A Luz le provocó dos heridas muy fuertes en el pecho. A Norma le produjo al menos 50- en el tórax, rostro, antebrazo- y luego la desmembró. La teoría de la fiscalía es que los femicidios fueron cometidos para ocultar el abuso sexual.
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