Gobierno propondrá cambios en el pago del transporte: ¿SUBE competirá con otras tarjetas?
El Gobierno prepara un decreto para abrir la competencia en el pago del transporte público, permitiendo que los usuarios utilicen cualquier tarjeta de débito o crédito. ¿Qué pasará con la tarjeta SUBE?
El Gobierno está próximo a emitir un decreto que marcará un cambio en el sistema de pago del transporte público en todo el país. La norma buscará dar por finalizado el monopolio de Nación Servicios y del sistema SUBE en la administración de los 400 millones de pasajes que se abonan mensualmente. «Esta medida permitirá a los usuarios pagar el colectivo, el subte o el tren con cualquier tarjeta de débito o crédito», aseguraron, eliminando así la exclusividad de un único medio de pago.
Figueroa desreguló la compra de pasajes aéreos que hace el Estado provincial
El proyecto, que está siendo elaborado por la secretaría de Comercio, la secretaría de Transporte y el Banco Central, implica una modernización del sistema SUBE, que enfrentó problemas de actualización tecnológica y ha generado largas filas en las estaciones para nominalizar las tarjetas.
El objetivo principal es abrir la competencia en el sector y garantizar un sistema abierto que acepte todas las tarjetas bancarias, de fintech, de débito, crédito o prepagas, sin distinción.
El decreto en marcha derogará normativas anteriores, como el decreto 84/2009, que implementó el Sistema Único de Boleto Electrónico y otorgó exclusividad a Nación Servicios. Se espera que esta medida impulse la participación del sector privado en la provisión de lectores de tarjeta y el procesamiento de pagos, sin intervención directa del Gobierno.
Con esta apertura del mercado, se espera una mayor variedad de opciones para los usuarios y una competencia que incentive la mejora en los servicios. Además, los bancos tendrán un papel fundamental en el procesamiento de los pagos, lo que podría implicar una ampliación de las opciones de medios de pago para los ciudadanos.
Contactless vs. código QR
En cuanto a la tecnología, el borrador del decreto apunta al uso de tarjetas contactless que permiten el pago con solo acercarlas al lector, ya sea el plástico o bien el teléfono celular que las lleva cargadas, en el caso de quienes usen billeteras como Google o Apple Pay. Se menciona el uso de la tecnología NFC como la alternativa principal.
Por las características del servicio, se abren dudas si se puede utilizar el pago con QR, tal como se había informado tiempo atrás. Fuentes al tanto del proyecto oficial aseguran que si bien el criterio inicial era habilitar todos los medios de pago disponibles, los QR podrían quedar excluidos.
La dificultad reside en el “tiempo de latencia”: pagar con QR requiere de varios segundos, un tiempo de espera razonable para la caja de un supermercado pero inviable para una fila de personas que pugna por subir a un colectivo o cruzar un molinete de subte. Los pagos contactless, en cambio, se concretan en menos de un segundo.
Jugadores
Este último aspecto podría impactar negativamente sobre Mercado Pago, principal impulsor del código QR en la Argentina y dueño de una enorme red de pagos con esa tecnología. En ese sentido, algunos expertos destacan que la masificación del uso de las tarjetas de débito y crédito contactless en el transporte puede traer una modificación de los hábitos del público por esa diferencia de tiempos con los pagos QR.
Ese cambio puede ser más crucial para el negocio de los medios de pago en la Argentina que la propia rentabilidad que genere. La competencia entre ambas tecnologías, contactless vs. QR, abordaría un nuevo capítulo en colectivos y trenes. Y su impacto se replicaría desde allí hacia los mostradores de cualquier comercio.
Un punto clave a determinar es la comisión que recibirán los proveedores tecnológicos. En las conversaciones entre funcionarios y empresas, se calcula que las empresas que provean el cobro a las transportistas recibirán entre un 0,3% y un 0,5% de la recaudación.
Hoy, Nación Servicios cobra un 7% por su tarea. Pero nadie se queja de ese porcentaje elevado: lo paga el Estado. “El costo de Nación Servicios es altísimo pero nunca nos preocupó porque lo absorbe el Gobierno, siempre formó parte de la política de subsidios”, explicó a Infobae un empresario del transporte automotor.
En enero el boleto promedio pagado por mediante el sistema SUBE fue de 65 pesos. Con la reducción de los subsidios en el transporte, ese importe crecerá en forma exponencial
Por otra parte, y más allá del obvio beneficio para los usuarios por tener más alternativas para pagar, la apertura del sistema SUBE abre un gran negocio que no se limita a las comisiones. También abarca el aprovechamiento de un enorme volumen de información sobre los movimientos de sus usuarios, que permitirá a bancos, tarjetas, fintech y toda clase de empresas ofrecer muchos otros servicios.
Qué pasará con Nación Servicios a partir de la competencia con privados
En el mercado sobran las conjeturas. Una de ellas es que se reconvertirá para prestar otros servicios por fuera del sistema SUBE en el sector financiero. Otra es que ingrese en planes de privatización o al menos de llegada de un accionista privado. Pese a la reticencia del Congreso y del gremio bancario, la gestión de Daniel Tillard al frente del Banco Nación apunta a transformarlo en sociedad anónima, un paso previo en la dirección privatizadora.
Un punto crítico que explican quienes conocen la actividad de Nación Servicios, que a diferencia del Banco Nación ya es una sociedad anónima, es su sobredimensión de personal. Según datos oficiales, Nación Servicios tiene 1.026 empleados que además, en la gestión de Silvina Batakis al frente de la entidad, pasaron a encuadrarse en la Asociación Bancaria.
A poco de asumir su cargo en 2022 tras su breve paso por el ministerio de Economía, Batakis acordó con el gremio que conduce Sergio Palazzo darle la condición de trabajadores bancarios al personal de Nación Servicios y también incorporar a la planta permanente del Banco a 248 trabajadores encargados de vender las tarjetas, con el reconocimiento de su antigüedad.
Con información de Infobae
Comentarios