Denuncian el impacto de una retroexcavadora sobre una reserva urbana en Dina Huapi
El intendente Hugo Cobarrubias aseguró que no se trata de un dragado del río. El COA Bandurria convocó a un abrazo simbólico en la desembocadura del Río Ñirihuau para el próximo sábado.
Los mensajes comenzaron a multiplicarse, al igual que los llamados y las fotos que revelaban la evidencia. Una máquina retroexcavadora atravesaba de par en par la reserva urbana en la desembocadura del Río Ñirihuau que divide el ejido de Bariloche y Dina Huapi.
De inmediato, los vecinos y defensores de la reserva recordaron que, algunos años atrás, se dragó el río y se extrajo gran cantidad de ripio del lugar, como si fuese una cantera. Nadie sabe cuál fue el destino de ese material.
En esta oportunidad, los vecinos acudieron de inmediato al intendente Hugo Cobarrubias en busca de explicaciones. “Nos aclaró que no se trata de un dragado del río, que no iban a retirar material -aunque reconoció que le vendría bien-. Dijo que el único objetivo era evitar futuras inundaciones en Dina Huapi para evitar los incidentes del último invierno”, advirtió Gabriel Romero, coordinador del Club de Observadores de Aves (COA) Bandurria que forma parte de una red de Aves Argentinas.
Comentó que la máquina que detectaron los mismos vecinos “estaba ampliando el lecho del río” y que un trabajo de esas características debería contar con un estudio de impacto ambiental y acciones de remediación posteriores. También recordó la necesidad de consultar al Comité de Gestión del área protegida para lograr el menor impacto posible.
Por eso, el COA Bandurria convocó a un abrazo simbólico en la desembocadura del Río Ñirihuau para el próximo sábado a las 15.
49 especies de aves
Matías Torman, subdelegado del Departamento Provincial de Aguas (DPA) en El Bolsón, explicó que la máquina proviene de General Roca y “realiza una remoción de bancos en el centro del cauce del río”. “Se garantiza el flujo del agua por si llega a haber problemas de crecidas para que no corra riesgo el puente”, dijo el funcionario a RÍO NEGRO.
Explicó que “desde el municipio, nos dijeron que aguas arriba, sobre la margen derecha del arroyo, se inundaba un barrio. La máquina va a correr el material, pero no se va a extraer. Se va a nivelar sobre el mismo cauce. Con eso se garantiza que si hay problema de crecidas, el agua fluya. No vamos a tocar las márgenes ni la vegetacion de las márgenes”.
En plena pandemia, en 2021, el predio que comprende nueve hectáreas en la desembocadura del Río Ñirihuau fue declarado área protegida por ordenanza, en primer lugar en Dina Huapi y luego en Bariloche.
Se trata de una zona de transición entre el bosque y la estepa donde confluyen pequeños grupos de maitenes, chacay, michay y palo piche, entre otros. Según la plataforma E-Bird, la desembocadura del río Ñirihuau en el lago Nahuel Huapi registra la presencia de unas 49 especies de aves. Por la costa circulan pequeños reptiles y anfibios.
Desde el COA Bandurria recalcaron que jamás se avanzó en un plan de manejo, de intervención y mejoras del área.
“Durante este tiempo, hubo intentos de realizar un ordenamiento territorial, comenzando con una delimitación del estacionamiento a fin de evitar el impacto de los vehículos sobre la costa del río”, comentaron. Y agregaron: “A pesar de colocar tocones, muchos visitantes decidieron levantarlos para avanzar con el vehículo hasta la costa del río. También se siguió prendiendo fogones, tirando basura y cortando vegetación del lugar”.
En esta ocasión, desde la institución denunciaron “una destrucción de vegetación por el paso de la máquina, una alteración importante de varios sectores de la orilla del río, utilizada por muchos invertebrados, anfibios, aves muchas de ellas migratorias”.
Romero recalcó que por ese sector, circula una gran cantidad de aves migratorias del Ártico. “Es un lugar de reposo y estadía de aves. Durante la pandemia, se detectó que, además, ese lugar es parte de un corredor biológico del huillín. Los mamíferos necesitan corredores largos de kilómetros y kilómetros y, la costa es clave. El huillín no suele estar en una costa antropizada. Si ponés una máquina, le perturbas muchísimo el ambiente», señaló.
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