Revés para un juez de Roca por sus constantes excusaciones

El STJ de Río Negro frenó los intentos de Juan Huenumilla de desligarse de unas 25 causas. El argumento, un problema previo con una abogada, no fue suficiente.

El Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Río Negro le puso fin a la disputa jurídica entre las dos cámaras laborales de Roca por las constantes excusaciones que presentaba el juez Juan Huenumilla para desentenderse de causas que impulsa una abogada con quien tuvo un conflicto cuando el propio magistrado se desempeñaba en la matrícula, en 2013.


El conflicto entre Huenumilla y Andrea Bellisi arrastró a sus dos colegas de la Cámara Laboral Segunda de Roca, las juezas Daniela Perramón y María del Carmen Vicente. En consecuencia, cada vez que Bellisi aparece patrocinando una causa el tribunal se excusa y le envía las actuaciones a la Cámara Laboral Primera.


A ello se le deben sumar las excusaciones que presenta Huenumilla en las causas en las que interviene su pareja Lucia Benatti, quien sigue ejerciendo en su estudio y promete, por ejemplo, que los docentes van a recibir el mismo beneficio que los policías.


La postura de Huenumilla genera un cuello de botella en el servicio de justicia y por eso el STJ le puso un coto: deberá resolver las presentaciones donde interviene la abogada Andrea Bellisi con quien arrastra una puja desde hace tiempo.


Huenumilla decidió apartarse de todas las causas en las que participa la letrada Bellisi que al ser miembro de la Secretaria de Trabajo es una habitué en el fuero laboral de Roca. No se explica porque Perramón y Vicente siguieron el mismo criterio.


La conducta del juez roquense es sistemática, son más de 25 causas en las que decidió apartarse lo que implica no solo una demora en el servicio de justicia, también que atenta contra el principio de excepcionalidad que requiere toda excusación.


La Cámara Primera, integrada por Victorio Gerometa, Walter Peña y Paula Bisogni le puso freno a la conducta del exabogado de los gremios, Huenumilla. Rechazó quedarse con esas más de 25 causas y, ante la controversia, tuvo que resolver el máximo órgano de justicia.


El STJ fue contundente y esbozó una detallada argumentación para decir, en criollo, que Huenumilla deberá dejar de excusarse e intervenir en esos procesos. Palabras más palabras menos, el STJ esgrimió que las razones para apartarse deben comprometer la imparcialidad del juez o jueza en cuestión y que a los magistrados se les exige están por encima de sospechas sobre el buen juicio.


“En este punto la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha señalado que si bien es ponderable la actitud de los Jueces que frente a circunstancias aptas para arrojar un manto de sospecha sobre su imparcialidad y buen juicio, denuncian violencia moral y razones de delicadeza, cabe señalar que su integridad de espíritu, la elevada conciencia de su misión y el sentido de la responsabilidad que se les exige, pueden colocarlos por encima de tales insinuaciones y, en la defensa de su propio decoro y estimación, les imponen cumplir con la función que la Constitución Nacional y las leyes les han firmemente encomendad”.


Con esos argumentos, el máximo órgano de justicia de Río Negro sentenció que los motivos invocados no encuadran en los supuestos excepcionales de apartamiento ni evidencian una causal que permita poner en duda su imparcialidad.


El STJ también se pronunció sobre la importancia que tiene el juez natural en todo proceso. “En otras palabras, aceptar la excusación en razón de la repercusión negativa de pronunciamientos anteriores y del desmesurado descontento de la parte actora, implicaría una claudicación inaceptable y un precedente negativo al principio constitucional del Juez natural”.


Respecto de Bellisi se la invitó a denunciar por los carriles oficiales si considera la existencia de alguna irregularidad por parte de la Cámara Segunda o del propio Huenumilla. Esas vías son el Consejo de la Magistratura o la auditoría general que conduce Juan Manuel Montoto Guerrero.


Desde la recusación que formuló la legisladora Magdalena Odarda por el amparo en Lago Escondido, el STJ fijó postura basada en los fallos de la Corte Suprema. Las denuncias formuladas contra los jueces (cuando son posteriores a la intervención en las causas) no constituyen causas de excusación o recusación.


Sería muy fácil cambiar de juez con solo formular una denuncia contra el que está interviniendo. En derecho anglosajón ese mecanismo se conoce como “forum shopping”, es decir salir a elegir jueces. Salvo que sea el caso del juez cipoleño Guillermo Merlo quien se quedó con el juicio de Florencia Caruso por el crimen de Facundo Castillo, pero porque las partes (fiscalía, querella y defensa) lo aceptaron.


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