Erradicar la sarna ovina, un objetivo de alta prioridad en Río Negro

Aunque no desaparecieron del todo, ya no son las prolongadas sequías, los residuos de cenizas volcánicas y la volatilidad de precios las principales preocupaciones de los productores ganaderos de la región sur. En las últimas dos temporadas el problema más urgente de resolver es el crecimiento geométrico de la sarna ovina.

Tan acuciante es la urgencia por encontrar una solución que el propio gobernador Alberto Weretilneck se refirió al tema el mes pasado en la última exposición rural de Bariloche y prometió el despliegue de un programa sanitario provincial para controlar la enfermedad.

Para no desperdiciar esfuerzos y dinero, la cura de las ovejas debe realizarse en operativos continuados en el tiempo, sin dejar majadas sin tratar, con el respectivo seguimiento y evaluación.

Según Escobar, el diseño que armaron incluye capacitaciones, compra de fármacos, vehículos e instalaciones apropiadas para realizar los “baños” de animales, que es demostradamente el método más efectivo, y su complemento con tratamientos de inyectables.

El productor ganadero y responsable de asuntos sanitarios de la Sociedad Rural Bariloche, Santiago Nazar, reconoció que el avance de la sarna es “realmente preocupante” y produce un gran daño económico a la actividad, por pérdidas en calidad de la lana y en producción cárnica. Calculó que en la actualidad el perjuicio alcanza al 30% del potencial ganadero de la región. Y aclaró que era un número “conservador”.

En Bariloche, Weretilneck anticipó la puesta en marcha de medidas contra la enfermedad.

Dijo que “para entender cómo funciona la sarna, el ejemplo más claro es la pediculosis en los chicos”, es decir que si el tratamiento no es general y exhaustivo pierde efectividad. “Hace falta no solo el fármaco para curar, sino también caballos mansos y capacitación del personal, para ´juntar´ bien y que en las curas no quede ningún animal suelto. Si no la enfermedad se vuelve a extender, es muy contagiosa”, explicó Nazar.

Esto último fue subrayado también por la investigadora del INTA en temas de parasitología animal Marcela Larroza. Según la especialista, la sarna “es el mayor problema sanitario de los ovinos en la Patagonia”. Dijo que hace 10 años la región estaba prácticamente libre de sarna y no existía esa patología en la región, pero se extendió de forma alarmante “a partir de la recuperación del stock ovino, el mayor movimiento de animales y el ingreso de ovinos de otras regiones”.

Puede causar la muerte del ganado

La sarna es producida por un pequeño ácaro y el síntoma principal de la sarna es la picazón intensa que sufren los animales. Cuando están infectados se rascan en forma permanente contra postes y alambrados, lo cual afecta severamente la calidad de la lana y el cuero, les produce pérdida de peso y en casos graves la muerte.

Sobre las campañas para la erradicación, Larroza explicó que los tratamientos deben ser aplicados con puntillosidad. Tanto en el caso de los inyectables como en los baños de inmersión requieren dos aplicaciones, con un itnervalo preciso. “Es fundamental cumplir con todas las aplicaciones, así como utilizar productos con aprobación oficial como antisárnicos ovinos”, afirmó.

Dijio que el manejo deficiente de estas metodologías, “dermina inevitablemente el fracaso”. Las causas más comunes son las dosis incorrectas, el incumplimiento de los intervalos, “la falta de coordinación entre establecimientos” y los animales que quedan sin tratar. Por eso Nazar insistió también en la importancia de “juntar bien” a las ovejas en cada operativo de cura.

Dijo que en en la Línea Sur abundan los campos de más de 2.000 hectáreas, que albergan entre 400 y 1.000 animales, y que si alguno queda sin recibir el baño antisárnico “contagia al resto”.

El rol imprescindible del Estado

Nazar valoró que el gobierno provincial se comprometa con el combate a la sarna, porque “ya no da para más y había que hacer algo”. Dijo que la infección es más seria en la zona centro y este de Río Negro y no tanto en la zona cordillerana, desde Pilcaniyeu a Bariloche.

Subrayó que el compromiso de los productores es fundamental. Señaló que no solo deben aplicarse a las campañas de curación y tratamiento. “Si no pueden atender a las ovejas deberían venderlas, para no perjudicar al resto, pero muchos no las venden”, dijo Nazar, al describir uno de los problemas prácticos que complican el combate contra la enfermedad.

Señaló que los tratamientos ya empezaron, a pesar de la limitación presupuestaria, en zonas muy afectadas como Jacobacci y Mencué. Aunque hasta ahora no hay un plan metódico sino que se actúa más “a demanda de los productores”.

Escobar dijo que en los últimos días atacaron focos de sarna con baño de animales en Bajo El Caín, en Pilquiniyeu del Limay, en zonas al sur de El Cuy y en el paraje Caltrauma.

Nazar advirtió también que hace falta un abordaje nacional, porque si la enfermedad se propaga desde las provincias vecinas es poco lo que puede hacer Río Negro por su cuenta.

Consultado sobre los antecedentes, Nazar dijo que la sarna es una enfermedad ganadera con larga historia, que se creyó en algún momento erradicada, “pero la gente se fue olvidando, se bajó la guardia” y ahora retornó con mucha virulencia. A su juicio “el Senasa desoyó las advertencias hace unos años y desmanteló los equipos”, con las actuales consecuencias.

Según un registro oficial de la subsecretaría que conduce Escobar, la provincia tiene actualmente 1.030.000 ovinos y los focos de sarna estaban bajo control en la década pasada pero tuvieron un salto a partir de 2021.

La conflictividad social también juega

El subsecretario de Ganadería Ovina Juan Escobar dijo que están a la espera de la aprobación de la partida presupuestaria para ejecutar el “plan estratégico de control y erradicación de la sarna en Río Negro”, de reciente elaboración. Dijo que todo está condicionado por la falta de recursos en el Estado y que no tendrían novedades hasta la primavera.

Señaló que aun así comenzaron con acciones puntuales, la instalación de bañaderos en algunas zonas críticas, donde se empezó a tratar a las majadas, y complementarán en los próximos días con aplicación de antisárnicos inyectables. Aunque este recurso -dijo- “tiene una efectividad menor que los baños”. Agregó además que los baños no pueden realizarse todo el año, por cuestiones climáticas, y a partir del mes próximo deberán suspenderlos.

Escobar dijo que el rol de la subsecretaría es “articular” con el Senasa el Inta, la Coprosa y especialmente con los productores, porque “además del perjuicio productivo y económico” que genera el avance de la sarna está “el problema social”, con casos que ya se han registrado de “peleas y agresiones entre vecinos” por el escaso cuidado de algunos, que perjudica al resto.

Nazar también apuntó la necesidad de que haya confluencia de acciones y actitud “colaborativa” de todos los productores.


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