El “Gran Acuerdo” en crisis: ¿Quién aporta los votos que le faltan a JSRN para lograr mayorías?
Los cruces entre el oficialismo y el PJ liderado por Doñate tendrán su efecto más importante en la Legislatura, donde el partido de Weretilneck tiene menos peso que en la gestión anterior.
No sólo entró en crisis el Gran Acuerdo Rionegrino con la discusión pública entre Juntos Somos Río Negro y el PJ “oficial” por el manejo del conflicto en los hospitales de la provincia. El cruce de fuertes reproches entre el oficialismo y el sector liderado por el senador Martín Doñate también abrió un gran interrogante sobre la construcción de mayorías en la Legislatura, donde el partido del gobernador Alberto Weretilneck necesita indefectiblemente de aliados para aprobar los que proyectos le interesan.
Desde el viernes pasado, cuando el mandatario les recomendó a los empleados de Salud que acepten las propuestas laborales que lleguen desde el sector privado, la tensión fue en aumento dentro de la estructura que apenas hace un año pregonaba las virtudes del “consenso dentro de las diferencias”.
Doñate dijo esa misma tarde que “invitar a los profesionales de la salud pública a que se vayan a trabajar al sector privado, es no solo un error inaceptable por el vaciamiento y la pérdida irreparable de profesionales valiosísimos, sino que a su vez es una decisión política que va a contramano del pretendido mejoramiento de las finanzas”.
Horas después le contestó Facundo López, mano derecha del gobernador, aludiendo a “la inoperancia de los Gobiernos nacionales, el de ahora y el de antes” y cuestionando a Doñate por su silencio mientras ocurrían “las barbaridades que hizo el Gobierno Nacional anterior, la principal causa por la que tenemos el presidente que tenemos”.
El legislador abonó el lunes esas críticas, declarando que en realidad el enojo del senador tiene que ver con la decisión de Weretilneck de no incorporar a “los vagos” de La Cámpora al equipo provincial que asumió en diciembre.
La réplica llegó desde Bariloche, con un comunicado de la legisladora Ana Marks, una de las dirigentes más cercanas a Doñate, considerando que “las expresiones de López hablan más de su brújula descalibrada en términos políticos y de la calidad de su perfil como ¨dirigente¨ que a quienes ataca y descalifica”.
“Hay cosas más graves e importantes que atender hoy en Rio Negro”, dijo antes de afirmar que a López o “lo asusta la crisis o está asfaltando el camino para irse con Javier Milei para aprobarle por migajas sus nefastas leyes”. Por eso le pidió a JSRN que “no nos use a nosotros como excusa”.
Las cinco bancas decisivas
Ante ese nivel de declaraciones, la pregunta que surge es cómo impactará esta grieta en el lugar donde mayor relevancia tiene el “Gran Acuerdo” sellado por Weretilneck con diferentes partidos o sectores políticos de la provincia, para ganar las elecciones del año pasado.
El PJ Nuevo Encuentro tiene una bancada de cinco miembros, con un peso relevante no desde el escenario general sino desde el puente que significan para alcanzar los 24 votos mínimos que se necesitan para ganar una votación.
Ese número de parlamentarios es precisamente el que le faltan a Juntos Somos Río Negro, que emergió de los comicios del 2023 con un bloque de 19 miembros.
Ahora bien, la fuerte pelea con los recientes socios políticos no significa que el oficialismo se encuentre entre la espada y la pared a la hora de aprobar proyectos.
Primero, porque dentro del PJ Nuevo Encuentro hay diferentes grados de “doñatismo”.
Dentro del propio espacio admiten que una postura es la de Marks y otra diferente puede ser la de Pedro Dantas, a quien ubican con mayor nivel de diálogo con el oficialismo.
“Habrá votos a favor de iniciativas del gobierno y en otros casos habrá rechazos. No lo veo opositor al 100% pero también es cierto que aparece para explorar la idea de un interbloque con el sorismo”, planteó ayer un referente del espacio.
Esa confluencia no aparece como algo alejado de la realidad, teniendo en cuenta la “unidad” y el “nuevo tiempo” comprometido por ambos sectores el sábado pasado en Lamarque, en el Congreso del PJ.
Pero aun logrando retener algunos votos del PJ Nuevo Encuentro, el oficialismo necesitará garantizar otras alianzas para marchar por la Legislatura sin sobresaltos.
Eso hará que suban las acciones de la UCR, el otro partido del Gran Acuerdo que tiene dos bancas, pero principalmente pondrá el foco en la Coalición Cívica ARI, que ya tuvo a principios de año un trato cordial de Weretilneck, abriendo las puertas de su despacho para escuchar a los cuatro miembros de esa bancada.
El nuevo mapa también podría revalorizar a los tres legisladores que se presentan públicamente como miembros de La Libertad Avanza. El trámite de aprobación de esa nueva estructura lleva más de un mes en un cajón.
Y en los pasillos parlamentarios se rumorea que el vicegobernador, Pedro Pesatti, tiene ganas de sacarlo para estampar su firma, pero que todavía no hay coincidencia definitiva con Weretilneck.
No sólo entró en crisis el Gran Acuerdo Rionegrino con la discusión pública entre Juntos Somos Río Negro y el PJ “oficial” por el manejo del conflicto en los hospitales de la provincia. El cruce de fuertes reproches entre el oficialismo y el sector liderado por el senador Martín Doñate también abrió un gran interrogante sobre la construcción de mayorías en la Legislatura, donde el partido del gobernador Alberto Weretilneck necesita indefectiblemente de aliados para aprobar los que proyectos le interesan.
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