Liberland, el anarcocapitalismo de Milei y las críticas de un exlibertario en la Legislatura de Neuquén
El diputado Alberto Bruno cuestionó las políticas del presidente y su propuesta de no Estado. El año pasado ganó su banca con el partido Cumplir, que representaba al "león" en la provincia.
El diputado provincial Alberto Bruno ya no tiene nada que lo ate con el presidente Javier Milei. Con la escisión del bloque Cumplir, con el que ganó la banca en las elecciones del 16 de abril, y la formación de Hacemos Neuquén se aseguró que no quedara ningún vestigio de aquel león negro y amarillo que acompañaba la campaña de su entonces candidato a gobernador, Carlos Eguía. Y, en la última sesión de la Legislatura, marcó su antipatía con el máximo referente del gobierno nacional: dijo que el anarcocapitalismo que impulsa es una «involución» del Estado y hasta se animó a instruir a sus pares sobre Liberland, la panacea de los libertarios.
Bruno es un exveterano de la Guerra de Malvinas, por lo que una de sus primeras desaveniencias con Milei fue por sus declaraciones de admiración sobre Margaret Tatcher. En el bloque Cumplir solo quedó Brenda Buchiniz, quien sigue sosteniendo las ideas del libertario.
Durante la hora de Otros Asuntos de la Legislatura, el diputado dijo el miércoles que había estado «tratando de comprender este contexto raro de país que nos toca vivir» y aseguró que había estado investigando sobre las ideas anarcocapitalistas que propone Milei.
«Tenemos un presidente que ganó legítimamente con el voto de la gente, quien se definió como anarcocapitalista y aquí está el quid de la cuestión. ¿Qué es un anarcocapitalista? Alquien que cree que no debe existir el Estado», inició.
Y definió que, en ese concepto, «cada persona en este mundo anarcocapitalista tiene derecho a defender sus derechos frente a potenciales ataques». «Se estima que tenemos que volver a la famosa ley de la selva, que cada uno se defienda como pueda y que el más fuerte sobreviva. Quizás el Estado existe para que eso no suceda, para que todos tengan igualdad de oportunidades y todos tengan derechos, no solo algunos», planteó.
Afirmó que eso lo llevó a «investigar un poquito más» y que eso lo llevó al lugar de donde el presidente tomó el ejemplo, una suerte de micropaís llamado Liberland, «un territorio de siete kilómetros que queda cerca de Croacia que no tiene dueño, es tierra libre».
«A alguien se le ocurrió ir a crear un Estado a Liberland donde vivan los anarcocapitalistas. Un Estado sin restricciones, que no existe y se lo define como algo en el limbo, y el significado de limbo es una persona que está desconectada de la realidad que lo rodea, un lugar misterioso donde acontecen cosas inexcplicables. Eso es lo que sucede en Liberland», subrayó.
Según ha escrito el periodista Pablo Stefanoni, quien investiga las extremas derechas y publicó el libro «¿La rebeldía se volvió de derecha?», Liberland es presidido por el checho Vít Jedlička. «La historia comenzó cuando un grupo de amigos se pusieron a divagar sobre la posibilidad de trasladar una idea «loca» a un territorio de verdad. Aparecieron entonces las palabras mágicas: terra nullius, tierra sin dueño. Ya en el mundo quedan muy pocos espacios sin una soberanía estatal efectiva, y uno de ellos está, curiosamente, en plena Europa, entre Croacia y Serbia», sostiene.
El Far West y la involución de Argentina
El diputado Bruno dijo en su discurso que ese ejemplo de «anarcocapitalismo» trae el ejemplo de «hacia dónde vamos si esto se desarrolla en Argentina. «¿Qué países fueron considerados en su momento anarcocapitalistas? Un ejemplo era el Viejo Oeste estadounidense, donde se adueñaban de las tierras, fundaban un pueblo y no imperaba más que la ley del revólver para defenderse».
«¿Qué hizo Estados Unidos? Evolucionó, dejó el anarcocapitalismo. ¿Por qué aquí nos hemos encaprichado en involucionar cuando sabemos que no podemos obviar la necesidad de un Estado presente?», les planteó Bruno a los diputados.
En su alocución aprovechó a dejar también un tiro por elevación a su excompañera de bancada, al referir que hay diputados que apoyan la idea de no Estado de Milei, pero que en la provincia «terminan apoyando cuestiones como la aprobación de una ley de emergencia carcelaria o sanitaria, que son recursos que pone el Estado».
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