Rechazo al DNU de Milei en el Senado: una estrategia agotada
Este jueves el Senado envió un mensaje contundente a la administración de Javier Milei: el Ejecutivo deberá negociar sus iniciativas.
Desde el inicio de las sesiones extraordinarias, el Gobierno apeló al “todo o nada” para aprobar los proyectos que considera fundacionales de su gestión y ha chocado tercamente con los límites que le fija el sistema republicano, que hasta ahora ha soportado los arrebatos de ira del líder libertario.
Milei sabe que su gobierno en minoría es políticamente débil y prefiere construir poder forzando esas fronteras institucionales antes que acordar con la “casta”. Sin embargo, la estrategia del bloqueo permanente al Congreso pierde efectividad con el inicio de las sesiones ordinarias, porque en este ajedrez político ahora las negras también pueden mover.
Quedó demostrado que la caída de la sesión del miércoles en Diputados fue una victoria pírrica del oficialismo, porque este jueves el Senado envió un mensaje contundente: el Ejecutivo deberá negociar sus iniciativas. A los frenos que ya le han puesto dos puntales del sistema político argentino, el Congreso y los gobernadores, podría agregarse pronto el judicial.
El rechazo de una cámara del Congreso, si bien no hace caer el DNU, dará mayores argumentos a quienes están cuestionándolo judicialmente.
El mismo miércoles, el presidente de la Corte Suprema que debe definir sobre la constitucionalidad o no de varias medidas mandó otro mensaje claro: palabras más o menos, le advirtió que la Justicia no puede ser el ámbito que defina las disputas que no puede o no quiere resolver la política.
El gran interrogante es saber si el presidente habrá tomado nota que su estrategia de embestir y desconocer a los otros poderes del Estado ya es imposible de sostener. O si, como insinuó en sus redes sociales, «volverá a acelerar».
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