Por la actividad de caza, cierran la zona sudeste del parque Nahuel Huapi
El propósito, explicaron, es controlar la presencia del ciervo colorado, una especie exótica que genera graves problemas al huemul.
Desde hoy y hasta el 30 de noviembre, permanecerán cerrados los senderos al sudeste del parque nacional Nahuel Huapi ya que se habilitó la actividad de caza para controlar la presencia del ciervo colorado, una especie exótica que genera graves problemas al huemul.
Según informaron, permanecerán cerradas las sendas del Challhuaco, Arroyo Tristeza y Ñirihuau, el Challhuaco, Valle de los Perdidos y el Mirador Ñirihuau, el Ñirihuau, Refugio Velco y Cerro Utne, la cabecera norte del lago Mascardi, laguna Hosseus y Refugio Velco y, la zona del Automóvil Club Argentino en Mascardi y el Cerro Lantzina.
El intendente del parque Nahuel Huapi, Horacio Paradela, indicó que las acciones de control del ciervo colorado en la zona del Ñirihuau para frenar su presencia se implementan desde hace varios años. «El control tiene que ver con la preservación del habitat del huemul y otras especies presentes en esa área crítica del Challhuaco Ñirihuau, como el senecio, una planta única en el cerro Carbón, o la famosa ranita del Challhuaco», especificó.
Aclaró que el ciervo colorado no está presente en toda el área crítica. «Se cierran los senderos porque coinciden con las áreas de caza. Es una medida preventiva. Hablamos de caza control, no de caza deportiva. Y la medida es hasta noviembre porque eventualmente, esos senderos tienen mayor demanda de uso en verano», precisó.
Paradela dijo que aún no se conoce la cantidad de ciervos colorados que hay en el parque aunque en el último tiempo, se instalaron cámaras trampa para cuantificar la presencia (o la ausencia) de esa especie y de otras.
¿Cómo condiciona el ciervo colorado al huemul? Ambos son herbívoros. «De todos modos, el habitat del huemul no solo se preserva con la caza del ciervo. Hay otras medidas como preservar los circuitos, los corredores de tránsito del huemul entre distintas alturas o cotas. La presencia de perros es otro elemento que atenta contra el hábitat del huemul», advirtió Paradela.
Reconoció que aún no hay datos precisos respecto al impacto de las acciones de control. «Estamos en la etapa de relevamiento de datos. Pero por nuestra experiencia, sabemos que cuando aumentamos los esfuerzos de control, por ejemplo, redunda positivamente en que diversas especies de flora vuelvan a regenerarse», planteó.
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