Vuelta a clases: una propuesta busca la inclusión a través del rediseño de útiles escolares
Bajo el lema “No hay dos alumnos iguales, porque no hay dos personas iguales”, Rivadavia lanzó sus clásicos cuadernos ABC diseñados para alumnos con dificultades específicas del aprendizaje. El producto tiene renglones más anchos y marcados que contribuyen a los procesos educativos.
Si bien las dificultades específicas del aprendizaje (DEA) han ganado cierta visibilidad en los últimos años, todavía es difícil encontrar útiles y aulas que sean del todo inclusivas. Para ello, Rivadavia ―la conocida marca de productos escolares― anunció la expansión de su línea “Aula Universal”, una propuesta que busca la redefinición de materiales didácticos tradicionales para lograr la integración en el ámbito educativo.
En este contexto lanzaron sus clásicos cuadernos ABC de Educación Inicial, específicamente diseñados para la diversidad cognitiva de las infancias. El producto puede ser de ayuda para quienes transitan dificultades visuales, motrices, dislexia o trastorno del espectro autista (TEA). A su vez, puede ser útiles para las personas en general que busquen un soporte que permita escribir y leer de manera más cómoda y amigable.
Los cuadernos ABC se distinguen por sus hojas con renglones más anchos y marcados, una característica que forma parte de una secuencia que reduce progresivamente el espacio de escritura, facilitando así el aprendizaje y la práctica de la escritura. Además, tienen un papel blanco mate, junto con renglones y cuadrículas más gruesos y oscuros, que ofrece una mayor claridad para reducir el esfuerzo y la fatiga visual.
En detalle, estos cuadernos están pensados para introducir conceptos como la linealidad y la direccionalidad de la escritura de manera secuenciada y compleja, preparando a los estudiantes para un dominio más refinado a medida que avanzan en su educación. También vienen con láminas recortables de letras, números y pictogramas, que proporcionan recursos adicionales para complementar el trabajo en clase y facilitar la comunicación a través de símbolos e imágenes (que representan palabras y conceptos).
Bajo el lema “No hay dos alumnos iguales, porque no hay dos personas iguales”, la propuesta de Rivadavia pone sobre la mesa la importancia de la integración en las aulas argentinas. La psicopedagoga Valentina Expósito explica a RED/ACCIÓN que es importante garantizar que todos tengan acceso a la educación para desarrollar su máximo potencial.
“Estas iniciativas contribuyen a crear aulas más inclusivas al eliminar barreras para el aprendizaje”, profundiza la especialista. “Se fomenta un entorno educativo que reconoce y valora la diversidad de habilidades y estilos de los estudiantes”, concluye.
Según datos del INDEC, en la Argentina hay más de 3,5 millones de personas mayores de seis años que presentan limitaciones para realizar actividades como ver, oír, comunicarse, aprender, recordar, levantar objetos, concentrarse o controlar su comportamiento. Dentro de ese grupo, el 39 % padece de dificultades visuales o motoras y el 14 % asiste regularmente a la escuela.
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