La Regata del Río Negro con un típico gusto francés: Candy y Urban se quedaron con la travesía
La pareja gala ganó el séptimo y último parcial y se convirtió en el segundo binomio extranjero en obtener la histórica prueba.
«Habíamos ganado campeonatos mundiales, europeos, el Descenso del Sella… Nos faltaba la Regata del Río Negro. Ahora sí podemos decir que ganamos todo». Quentin Urban de alguna manera resumió lo que significaba para él ganar la histórica travesía junto a su compañero Jeremy Candy, la otra mitad del bote francés que este sábado hizo historia en Viedma.
La pareja gala superó en la última etapa a la dupla maragata compuesta por Damián Pinta y Miguel Abraham Saavedra, que llegaron al parcial final primeros en la general con una luz de menos de dos segundos de diferencia.
Los franceses, que habían ganado las últimas cuatro etapas, no les alcanzaba para llegar primeros al último día de competencia después de haber perdido los dos primeros parciales a manos de Pinta y Saavedra. De esta manera Candy y Urban se convierten en la segunda pareja extranjera en ganar la Regata después de que lo hicieran el español Kiko Vega y el eslavaco Jost Zakrajsek en el 2017.
«No hay buen triunfo sin buenos oponentes», manifestó Candy a Río Negro en sus primeras palabras como flamante campeon de la Regata. «A Damián y a Abraham les ha faltado solo un poco, estamos felices de que hoy se nos dio a nosotros. Lo estamos disfrutando mucho». A su lado Quentin Urban también mostraba su felicidad al manifestar que «había muchos nombres importantes grabados en la Copa de la Regata. A partir de hoy estará el nuestro»,
El tiempo empleado por la pareja vencedora en la última etapa fue de 1h29m22.9s, mientras que los palistas de la Escuela Municipal de Patagones tardaron el completar el tramo 1h29m25.7s. Es decir menos de tres segundos entre un bote y otro: 2.8 s.
De cara al último día, la luz de ventaja en la sumatoria general luego de seis parciales era de 1.6 segundos a favor de los maragatos, por lo que la diferencia que sentenció la carrera entre los dos botes de punta fue de apenas 1.2 segundos. Sin dudas, una de las definiciones más apasionantes y más cerradas de la historia de la Regata. Habrá que revisar las 47 ediciones anteriores para rastrear si hubo una tan apretada como la de este sábado en la capital rionegrina.
Damián Pinta, que había ganado tres Regatas, una con su padre Néstor, y otras dos con Facundo Lucero, en tres participaciones dentro del K2 senior, había estado ausente el año pasado y regresaba en este 2024 junto a Miguel Abraham Saavedra a recuperar la corona que el año pasado había quedado en manos de los hermanos neuquinos Franco y Dardo Balboa, ausentes en esta edición.
Damián, que corrió esta última etapa con el pañuelo rojo en la cabeza, el amuleto de la suerte de su padre Néstor, multicampeón de la prueba. «Demostraron por qué son campeones del mundo, ellos venían a ganar la Regata. Esta prueba los obliga a prepararnos para dar lo mejor, vinimos a ganar pero el objetivo siempre es disfrutar y hacer lo mejor posible. Sabíamos que este año iba a ser difícil con el bote francés que venía por su revancha, pero estamos más que satisfechos con nuestra labor», resumió Pinta apenas bajó del bote en la Playa de los Palistas.
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