Los Reyes Magos: cuándo surge la celebración y de dónde provienen sus nombres
El 6 de enero se celebra la fiesta de los Reyes Magos, la cual hace referencia a la visita de los sabios de Oriente a Jesús recién nacido. En algunos hogares, es tradición dejar agua y comida para los camellos de los reyes junto a zapatos el 5 de enero a la noche y recibir sus regalos al día siguiente.
¿Cuál es el origen de esta tradición?
En la Iglesia Católica esta celebración es conocida como la Epifanía del Señor, ya que es una manifestación del Hijo de Dios a todos los pueblos de la humanidad, que son representados por los magos que llegan a Belén. Existen otras dos manifestaciones en la vida de Jesús: la de su bautismo y la de las bodas de Caná.
Los tres visitantes de Jesús figuran mencionados en el Evangelio de San Mateo solamente como «magos». Esta denominación de la época hace referencia a doctores. Además, se explica que fueron desde «Oriente», una zona que para los judíos de la época eran los territorios de Arabia, Persia o Caldea.
A su vez, «mago» en persa significaba «sacerdote», por lo que los magos o doctores representaban la casta sacerdotal. Ellos estudiaban las estrellas con el deseo de conocer más de Dios. Así, el hecho de que una estrella los estuviera guiando sugiere que estaban instruidos en astrología o en la ciencia de la navegación y en el cálculo del tiempo por medio de configuraciones estelares.
Desde el siglo VII, los reyes magos recibieron sus nombres con algunas variaciones. Los primeros fueron Bitisarea, Melchior y Gathaspa encontrados en un manuscrito de París. La aparición de Melchor, Gaspar y Baltasar surgió por primera vez en el siglo VI en la basílica de San Apolinar el Nuevo en la ciudad de Ravena (Italia). En distintas representaciones artísticas se les ha atribuido características que simbolizan continentes y edades: Melchor, representando a Europa y la vejez; Gaspar, a Asia y la juventud; Baltasar, a África y la madurez.
La razón por la que se habla de tres es por los tres regalos que le hacen a Jesús: oro, incienso y mirra. Según la tradición católica, el primero para reconocer su realeza; el segundo como prueba de su divinidad ya que la cultura hebrea lo usaba para ofrecérselo a Dios; y el último como símbolo de lo humano, muchas veces usado para embalsamar cadáveres y como perfume para personas y objetos. No obstante en los primeros siglos hay presentaciones pictóricas donde aparecen hasta ocho magos.
Las celebraciones
En el siglo VI, en algunos lugares de Europa, el 6 de enero se inscribían las iniciales GBM en todas las puertas de las casas y en los establos para salvaguardar a las personas y a los animales contra el ataque de demonios y brujas.
En Argentina, es común que los niños dejen zapatos la noche del 5 enero y que al día siguiente encuentren regalos, y también que se consuma la rosca de reyes.
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