Waiver, equilibrio fiscal y U$S 4.000 millones, en el plan para la renegociación con el FMI
El jueves el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo, se reúnen con Rodrigo Valdes y Luis Cubeddu. Se especula con una resolución inminente.
Todo indica que a diferencia de etapas anteriores las conversaciones entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la renegociación del acuerdo se cerrarían en corto tiempo otorgando un alivio financiero a las cuentas del Banco Central.
Si bien aún Washington se está desperezando ante la llegada del nuevo año, en las próximas horas una delegación del organismo se embarcará hacia Buenos Aires para avanzar en los detalles finales del nuevo convenio, producto del trabajo que los equipos técnicos de ambas partes nunca detuvieron desde la asunción de Javier Milei.
La delegación estará encabezada por el jefe del Director del Departamento del Hemisferio Occidental, el chileno Rodrigo Valdés, y el Director Adjunto, Luis Cubeddu, lo cual marca la trascendencia del encuentro y da señales de que la firma del Staff Agreement (documento del staff) está cerca.
Aceitó el diálogo el nombramiento de Leonardo Madcur como representante argentino ante el FMI, quien ocupaba un rol similar durante la anterior administración.
Las negociaciones fluyen porque el plan de Milei es mucho más exigente que el Programa de Facilidades Extendidas que tiene firmado la Argentina en el objetivo de equilibrar las cuentas públicas. Por ejemplo, el FMI permitía un déficit de 0,9% del PBI para 2024 y Milei promete llevarlo a cero.
Un indicio de lo avanzado de las negociaciones lo ofreció el Banco Central en su último informe “Objetivos y Planes para 2024”.
Allí reveló: “Se ha progresado rápidamente en el dialogo formal con los organismos internacionales, incluyendo el Fondo Monetario Internacional. El objetivo central es despejar la incertidumbre en torno a los desembolsos pactados con vistas a atender los futuros vencimientos de capital”.
“Esa incertidumbre responde a la obligación que enfrenta la Argentina de iniciar el proceso formal de solicitud de una dispensa (waiver) por el incumplimiento de las metas acordadas en agosto de este mismo año”, señaló el BCRA.
Asimismo, adelantó que “el gobierno hará los esfuerzos necesarios para restablecer la vigencia del acuerdo firmado con el FMI y llevará a cabo negociaciones adicionales que -considere- contribuyan a mejorar las condiciones de financiamiento vigentes”.
De esta forma quedó planteado los parámetros que Argentina puso sobre la mesa para restituir el programa.
El gobierno pedirá un “waiver” (perdón) por los incumplimientos de la séptima revisión y se comprometerá a equilibrar gastos e ingresos en 2024, un año antes que lo que dice el convenio firmado en marzo de 2022.
La forma de lograrlo tiene todos los condimentos que el FMI siempre reclamó: una caída de los gastos generales de la administración (por ejemplo con subas de sueldos por debajo de la inflación), pero además una licuación de las jubilaciones y pensiones y quita de subsidios. Además se avanzará en la liberalización del mercado de cambios y no habrá intervención en la cotización de los dólares financieros.
Sumado esto a otros aspectos del manejo de la deuda el BCRA, el programa económico de Milei resulta el manual de estilo del FMI con lo cual los técnicos sólo deben congeniar los números de salida para luego hacer el seguimiento.
Si tal como está el escenario se logra la firma del Staff Agreement en los próximos días, el Directorio del organismo podría reunirse antes de fin de mes para la aprobación final y habilitar desembolsos para aliviar las cuentas del Banco Central.
En principio, la séptima revisión ejecuta un giro de U$S 2.600 millones pendientes desde noviembre, de los cuáles U$S 960 deben ser reintegrados a la CAF que facilitó un crédito puente para el cancelar el vencimiento del 21 de diciembre.
El resto deberá ser aplicado al pago de U$S 1.900 enero y otros U$S 900 en febrero.
A partir de este calendario, se especula con la posibilidad de que el FMI adelante la cuota de U$S 1.000 millones prevista para marzo. De esta forma le permitiría al BCRA disponer de parte de las reservas ya acumuladas para, por ejemplo, el pago de importaciones.
Desde la asunción de las nuevas autoridades el BCRA pudo acumular cerca de U$S 3.000 millones, pero habilitando un caudal muy menor para importaciones.
Si bien en una publicación en redes sociales, Caputo negó que se busquen “fondos frescos” no se descarta que surja alguna otra alquimia financiera que le permita al país obtener financiamiento adicional. Al menos, eso sugirió el documento del Banco Central.
Básicamente porque el acuerdo con el FMI prevé que en 2024 Argentina pague vencimientos por UU$S 8.000 millones y reciba desembolsos por U$S 5.000 millones –que da un balance negativo en U$S 3.000 millones-, revirtiéndose la ecuación de los dos primeros años de vigencia del acuerdo.
La visita de Valdés y Cubeddu es un fuerte gesto de respaldo para el gobierno de Milei, que ahora deberá ser el garante del exigente ajuste planteado.
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