Femicidio de Agustina Fernández en Cipolletti: un paso más cerca del juicio por jurados
Las partes presentaron la totalidad de sus pruebas. A partir de ese momento se podría fijar la fecha del debate, la próxima audiencia será en febrero.
El juicio por el feminicidio de Agustina Fernández finalizó con la etapa de ofrecimiento de pruebas. El juez que dirigió la audiencia adelantó que dará a conocer su decisión en una audiencia a desarrollarse el 14 de febrero. A partir de ese momento se podría fijar la fecha del debate.
El ofrecimiento de pruebas de la fiscalía, la querella y la defensa de cara al juicio por jurados terminó ayer. Durante la audiencia de control de acusación, las partes no sólo indicaron cuáles eran los testimonios, documentos y los secuestros que pretendían exhibir ante el jurado popular, sino que también argumentaron cada uno de los motivos por los cuales querían que el jurado los escuchara y observara.
El juez técnico que intervendrá durante el juicio tendrá la tarea de evaluar si la información que aportarán es pertinente para resolver el caso, si es sobreabundante o si buscan probar un hecho que en realidad ya es público y notorio y, por ese motivo, no necesita ser probado.
Esto quiere decir que el juez tiene la posibilidad de aceptar a todos los testigos ofrecidos por las partes o rechazar algunos de ellos.
En un primer momento, la fiscalía propuso en el escrito de solicitud de audiencia un total de 136 testigos entre familiares de la víctima, vecinos, peritos e integrantes del equipo de investigación. Por su parte, la defensa había adelantado que convocará a 22 testigos propios y compartió la convocatoria a 48 testigos ofrecidos por la querella y la fiscalía.
Durante las audiencias de control de acusación, mucho de ellos fueron quitados, dejando en algunos casos un testigo en representación de todo un grupo de personas que aportarán información similar.
«Por ejemplo, si se preveía convocar al juicio a cinco integrantes de una comisaría, ese número se redujo a un convocado o convocada y los demás integrantes quedaron ofrecidos solo para el caso que el primero/a no pudiera asistir», explicaron desde el poder judicial.
Aseguraron, también, que la disminución de testigos es para que el jurado pueda observar la prueba de mejor calidad en la menor cantidad posible de testimonios, evitando las distracciones o el cansancio que podrían generar las declaraciones que no sean indispensables o que resulten repetitivas.
Tras la exposición de todas las partes, el juez adelantó que dará a conocer sus decisiones en una audiencia que se desarrollará el próximo 14 de febrero de 2024 a las 13 horas. A partir de allí, la oficina judicial estará habilitada para fijar la fecha en la que se realizará el juicio.
Femicidio de Agustina Fernández en Cipolletti: qué se sabe del hecho
Agustina Fernández tenía 20 años y había llegado a la ciudad en marzo de 2022 para estudiar medicina. Su familia le había alquilado un departamento en un complejo de la zona este de Cipolletti. Ella vivía sola pero había generado un vínculo de amistad con Pablo Parra, un trabajador petrolero que casi la doblaba en edad.
Como él vivía en el mismo complejo le empezó a ofrecer compañía y ayuda con intenciones de conquistarla. De hecho se supo que le había regalado un anillo de compromiso y que la había invitado a un viaje a la cordillera para el fin de semana largo siguiente.
La joven lo rechazó y el día del ataque estuvo con otro muchacho que había conocido en un bar. Para la fiscalía Parra entró en ira por ese encuentro. Ese mismo día, él la invitó a su departamento y la dejó sola con la excusa de buscar helado.
Siempre según la investigación de la fiscalía, el atacante regresó y entró por el paredón. Un pedazo de su ropa quedó en la concertina, al igual que las huellas de su pisada en el patio. Allí se produjo una discusión, ella intentó irse pero él le destruyó la mano de un portazo. Y la golpeó fuertemente en la cabeza. Después simuló un robo y volvió a escaparse por el mismo lugar.
Agustina agonizó con muerte cerebral hasta que en los días posteriores donaron sus órganos.
El caso generó un sinnúmero de especulaciones, con varios sospechosos y hasta un identikit que no arrojó resultados. Finalmente en diciembre del año pasado, el fiscal Martín Pezzetta consiguió la orden para allanar la casa de Pablo Parra y detenerlo.
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