Crisis habitacional en Bariloche: el plan de Cortés y la estrategia del Instituto de Tierras
El gobierno municipal de Bariloche busca poner en marcha las respuestas a la problemática. El intendente encabeza las negociaciones para obtener terrenos. El registro de demanda ya tiene 6.000 anotados y cada día se suman más familias.
A partir de un anuncio repetido varias veces por el intendente de Bariloche Walter Cortés, la nueva gestión municipal generó una fuerte expectativa en relación con la compra de 1.000 lotes para resolver la demanda más acuciante de acceso a la tierra. El impacto de esa promesa se hace sentir en el Instituto Municipal de Tierras y Viviendas, donde a diario reciben consultas de interesados en postular para ese plan.
El presidente del Instituto, Néstor Gallardo, y uno de los directores, Tomás Guevara, aseguraron hoy que es incesante el flujo de personas que quieren postular para los lotes. “A veces son 1 ó 2 por día, a veces hasta 10”, señaló Gallardo. Para todos la indicación es que deben inscribirse en el registro único de demanda, que ya existía desde gestiones anteriores, tiene más de 6.000 nombres y está en pleno proceso de depuración.
Gallardo dijo que ese trabajo demandará un tiempo porque depende de realizar “cruzamientos” con el IPPV, con sindicatos y cooperativas que tienen sus propios planes habitacionales, con la nómina de adjudicatarios del municipio y con el chequeo de que no haya propietarios o copropietarios de inmuebles, que es uno de los requisitos.
La presunción es que esa nómina de aspirantes a soluciones habitacionales podría bajar a la mitad. La crisis de alquileres -con una restricción aguda de oferta y aumento de precios- también es un factor de presión para inflar el registro. Pero según Guevara ese impacto ya se produjo en los dos últimos años.
La política de tierras del municipio está entre las que concentra mayor atención ciudadana y en el gobierno de Cortés saben que es una de las variables clave con las que se medirá el éxito o el fracaso de la gestión.
Los nuevos funcionarios del IMTV señalaron que hay muchas cosas que cambiar y ajustar respecto de la administración anterior. Guevara dijo que la legislación prevé la existencia no solo de un registro de demanda sino de un “banco de tierras”, que el municipio debería nutrir regularmente con compras, canjes por deuda, acuerdos de plusvalía o hasta expropiaciones, pero en los últimos años hubo un severo déficit en esa materia.
“El objetivo es empezar a mover esa rueda, que tiene que funcionar de modo permanente: ingreso de tierras al banco, adjudicación a los demandantes y recupero con el cobro de cuotas”, explicó Guevara. De ese modo lograrían darle al circuito una “sostenibilidad” que nunca tuvo.
Gallardo admitió que el nivel de recupero de lotes adjudicados “viene muy bajo”, pero no lo cuantificó y allí tienen otro tema a atacar en lo inmediato. Explicó que el Instituto debe asegurar respuestas para distintos tipos de demanda, que van desde familias de clase media no propietaria, con dos sueldos regulares, que pueden pagar una cuota de cierto volumen. Otros que pueden pagar pero necesitan claramente plazos largos y un precio social y finalmente los más “vulnerables”, sin capacidad de pago, pero que también demandan un lugar donde vivir.
La fiebre de los 1.000 lotes
Cortés habló varias veces ya desde la campaña previa a las elecciones sobre un preacuerdo para adquirir 1.000 terrenos y aplicarlos a descomprimir el grave déficit habitacional de la ciudad. Sin precisiones, dijo que estarían en la zona de la Circunvalación. Luego intentó bajarle un poco el perfil al anuncio al reconocer dificultades para llevar servicios, especialmente el agua, “que es una obra de alto costo”.
Pero aun así, fueron muchos los barilochenses que empezaron a moverse con el objetivo de quedar entre los 1.000 destinatarios. “Incluso en un principio iban al sindicato” dijo Gallardo, en referencia a la Asociación de Empleados de Comercio, que encabezaba Cortés hasta hace pocos días, y donde él mismo gestionaba los planes habitacionales para afiliados.
El titular del IMTV se abstuvo de poner plazos, pero reconoció que la disponibilidad de los 1.000 lotes no será inmediata. Dijo que desconoce los pormenores de la negociación y propuso consultar directamente a Cortés. En principio se trataría de un plan para gente con un poder adquisitivo medio, con cierta capacidad de pago. Los planes de financiamiento, si acuerdan plazos largos y la cuota no es demasiado alta, podría incluir la inversión para los servicios. De no ser así, el municipio deberá buscar recursos en otro lado con ese fin.
Guevara señaló que entre las tareas pendientes que les toca enfrentar en el IMTV está la obligación de fijar por ordenanza del precio del metro cuadrado para loteos sociales. El que está vigente hoy es de 1.000 pesos y no se modifica desde comienzos de 2021. “Después de eso se cambió y se llegó a poner en 5.000 pesos, pero por acta del directorio, que no es lo que corresponde”, admitió Guevara. Dijo que en breve elaborarán un proyecto para enviarlo al Concejo y corregir ese atraso.
En el gobierno de Cortés están convencidos de que lanzar una operatoria de 1.000 lotes como la que tienen prevista va a ser un logro “histórico” y abriría el campo para otras similares. La intención última del municipio es comenzar a incidir por esa vía en el mercado inmobiliario y moderar los precios, que hoy son inaccesibles para la mayoría de la población.
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