Y-TEC e Invap subrayaron la importancia de disponer de profesionales para Vaca Muerta

La formación y disponibilidad de profesionales es una necesidad creciente en la industria hidrocarburífera. No solo en la producción de gas y petróleo, sino también en la investigación y desarrollo de tecnología. El gerente general de Y-TEC, Eduardo Dvorkin y el CEO de INVAP, Vicente Campenni coincidieron en la importancia de la formación en ciencia básica y ciencia aplicada.

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Ambos especialistas formaron parte del panel de expertos del evento Migración de Ideas llamado «Vaca Muerta: Oportunidades de investigación y desarrollo«. La iniciativa se llevó a cabo en Bariloche y fue organizada por la Fundación Balseiro.

Desde Y-TEC emplean varios perfiles profesionales: físicos, químicos, ingenieros, geológos, entre otros. «Hay menos de los que nosotros estamos tratando de incorporar. Tenemos un permanente interés en incorporar gente. Esto se debe a que hubo periodos históricos y en este último, el Estado fue emprendedor y fue el que hizo Vaca Muerta«, resaltó Dvorkin.

Para desarrollar las operaciones de Y-TEC, el ejecutivo comentó que «el diálogo con YPF y Conicet es permanente. Una vez por semana con la gente de no convencional nos reunimos y discutimos el avance de nuestros trabajos y las necesidades de YPF. Con Conicet, el diálogo es recurrente, ya que la mayoría de los investigadores de Y-TEC provienen del organismo».

Resultado de este diálogo continuo es una investigación que lleva adelante la empresa tecnológica para reemplazar la arena en la fractura hidráulica, que «significa también reemplazar toda la logística. Es un tema en el que estamos realmente adelantados y estamos haciendo todo el esfuerzo para incorporar tecnólogos e investigadores para incorporar los recursos necesarios«, detalló. 

«Si nosotros tenemos una política agresiva de industrialización, de desarrollo, van a crecer los requerimientos de profesionales. Las universidades nacionales dan muestra de eso, y el Conicet también. Tenemos profesionales de alta capacidad que, si los incorporamos al proceso productivo haciendo las preguntas correctas, vamos a tener un desarrollo importante«, subrayó.

A su turno, el CEO y gerente general de Invap expuso que la pandemia provocó que muchos profesionales encontraran una oportunidad laboral en el exterior sin salir del país. Esto «generó una competencia que es preocupante porque uniendo esta cadena de valor que empieza en la educación, la academia, el talento, el conocimiento aplicado, se termina de formar en las organizaciones», marcó.

Allí se forman equipos multidisciplinarios donde se trabaja en pos de un propósito complejo. «Eso se da en los institutos de investigación. Con la movilidad de gente formada que van a hacer trabajos independientes hacia afuera no solo se pierde ese recurso, sino que se debilita esa capacidad de formación dentro de las organizaciones«, expresó.

Por eso, el referente habló desde la experiencia de Invap y señaló que si se define un proyecto lo suficientemente desafiante, como Vaca Muerta, la gente se queda. «Si vos mostrás que ese profesional está y que un proyecto se construye entre muchos, todos se sienten dueños de eso que se está construyendo. El efecto de apasionarse por lo que uno hace sigue valiendo», comentó.

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Destacó que en el país «hay cosas que se está haciendo bien. A veces nos preguntamos que si lo que funciona no le da cierta invisibilidad a todo el trabajo que lleva. Es muy valioso el aporte actual del país para plantearse el futuro. Necesitamos poder plantear que sea evolutivo, constructivo. Para eso, se basa sobre las cosas que son realidad y están bien hechas«.