Quién es el acusado del femicidio de Carina en Buta Ranquil
El joven, de 19 años, deberá permanecer prisión preventiva por cuatro meses. Fue novio de la adolescente de 15 años y era amigo de su hermano.
Cuatro meses de prisión preventiva deberá cumplir el único acusado, Maicol Exequiel Tapia, por el femicidio de Carina Barros, la adolescente de 15 años que se convirtió en la séptima víctima de femicidio, en lo que va del año, en Neuquén.
Según lo que se puede reconstruir de la audiencia de formulación de cargos, que se realizó esta mañana en Chos Malal, y de los relatos de fuentes vinculadas a la investigación, Tapia hostigaba a Carina después que esta finalizara la relación.
Ambos vivían en Buta Ranquil, un pueblo de unos 5.000 habitantes, de esos donde es normal decir que todos se conocen.
Maicol era amigo de Rodrigo, el hermano de Carina, y vecino de la familia. Fue su novio desde que era ella era una niña y él, un joven. Tres años duró la relación hasta que la chica le puso fin, pero él no la dejó en paz.
La adolescente estudiaba en el turno tarde del CPEM N° 35 y tenía su grupo de amigas. Fue una de esas amigas la que contó, en su declaración en Cámara Gesell, que Tapia le enviaba mensajes a Carina diciéndole que «la iba a matar» y que hasta le había pegado en la cara.
Un relato similar dio Rodrigo, el hermano de la víctima, al contar que Tapia le decía «que no hable con otros chicos» porque la mataría o les pegaría a ellos. También, según el tío de Rodrigo, le había contado que tenía pensado irse de viaje.
Carina lo bloqueaba en Whataspp y las redes sociales, cambiaba el número de telefóno, pero él igual lograba comunicarse y hostigarla. Sino, iba más allá: entraba a su casa por la puerta y la ventana.
Femicidio de Carina en Buta Ranquil: un vecino de la familia
Fue la cercanía, tanto de vínculos como de vivienda, con la familia la que no hizo desconfiar a Rodrigo cuando, la madrugada del jueves, recibió el llamado de Maicol para avisarle que se estaban quemando unos tamariscos cercanos a la casa de su abuelo y le recomendó que fueran con su padre a apagarlos.
Ellos fueron y cuando el padre retomó los 500 metros que lo separaban de su casa para buscar una motosierra y alcanzar mejor el incendio, encontró a su hija muerta, con heridas cortantes. Según el informe preliminar de la autopsia, la lesión fatal fue la de la garganta, aunque presentaba heridas en todo el cuerpo y muchas de ellas daban indicios de tratar de defenderse.
Según indicó la fiscalía, las pericias indicaron que dicho incendio fue provocado. Actualmente, se busca el arma homicida.
Mientras tanto, Tapia pasará los cuatro meses que se dieron para la investigación, en prisión preventiva.
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