La escandalosa destitución del presidente de la Cámara de Representantes que pone nervioso a Washington

Kevin McCarthy perdió una votación clave y dejó el cargo que ostentó durante años. La parálisis del Congreso podría costarle caro al presidente Biden. El rol de la ultraderecha que hasta propone a Donald Trump.

La Cámara de Representantes estaba paralizada el miércoles tras la escandalosa destitución de su presidente Kevin McCarthy. Mientras tanto, el bloque mayoritario republicano intentaba poner orden en sus filas fraccionadas e iniciar el proceso difícil —y probablemente prolongado— de elegir a un nuevo líder capaz de unirlo.

McCarthy fue destituido el martes como presidente de la Cámara de Representantes, la primera vez en la historia de Estados Unidos que ocurre una remoción de este tipo.


La votación de 216 legisladores a favor y 210 en contra, forzada por un contingente de conservadores de extrema derecha, sumió en el caos a la Cámara de Representantes y a su liderazgo republicano.


El principal rival de McCarthy, el congresista Matt Gaetz, presentó la moción de destitución con el apoyo de poco más de un puñado de republicanos conservadores críticos de McCarthy y de muchos demócratas que dicen que no es digno de liderar.

Gaetz impulsó la destitución de McCarthy.

Por qué fue destituido Kevin McCarthy



La caída de McHenryse dio en medio de una violenta pugna, dos días después de que la Cámara de Representantes y el Senado aprobaran una medida para evitar un costoso cierre del Gobierno -ambos con amplias mayorías bipartidistas- prorrogando la financiación federal hasta mediados de noviembre.

Los conservadores estaban molestos por lo que vieron como un revés de McCarthy, quien había prometido poner fin de la apresurada legislación provisional acordada con el apoyo del partido opuesto, y un retorno al presupuesto a través del proceso de la comisión.


McHenry, presidente interino de la Cámara de Representantes, con poco poder


La cámara se abrió brevemente y volvió a cerrarse, con un presidente interino, Patrick McHenry, que ocupará el puesto durante el futuro previsible y con muy escaso poder. Otros republicanos abandonaron la capital a la espera de los próximos pasos.


La cámara intentará elegir un presidente la semana próxima, lo que no está en absoluto garantizado dada la cantidad de republicanos que se postularán en medio de las divisiones enconadas que detonaron el caos.


El número dos del bloque, Steve Scalise, sería el sucesor natural, pero enfrenta el reto de Jim Jordan, un favorito de la derecha, que anunció rápidamente su intención de postularse. Parecía casi seguro que aparecerían otros candidatos.


Las perspectivas son profundamente inciertas. Muchos dudan de que algún candidato pueda obtener los 218 votos necesarios para ganar, ya que cada uno tiene sus propios partidarios y detractores. La elección de McCarthy en enero requirió 15 arduas rondas de votación, a pesar de que era el postulante consensuado del bloque.


Los legisladores republicanos prevén reunirse el martes por la noche en el Capitolio para una ronda inicial de votos.


«Creo que el circo tiene que suceder a puertas cerradas», dijo el representante republicano Garret Graves.


La posibilidad concreta de una parálisis prolongada


Parece inminente una batalla campal por el puesto, a medida que se acerca el nuevo plazo de mediados de noviembre para financiar al gobierno. El trabajo legislativo de la cámara está suspendido mientras el estrado del presidente siga vacante, lo que genera la posibilidad de una parálisis prolongada.


El líder del bloque de senadores demócratas, Chuck Schumer, dijo que es una «situación peligrosa». Y el presidente Joe Biden se refirió el miércoles a la destitución de McCarthy, al afirmar que el pueblo sigue esperando que el gobierno haga su trabajo de manera oportuna. Sobre el hecho de que McCarthy fue destituido porque había trabajado con los demócratas para mantener al gobierno en funcionamiento hasta mediados de noviembre, dijo que «debemos dejar de vernos como enemigos».


«No podemos y no debemos vernos nuevamente ante la necesidad de tomar una decisión arriesgada de último momento que amenaza con cerrar el gobierno», dijo Biden.


La elección del nuevo presidente genera el riesgo de exacerbar las divisiones que han afligido al bloque republicano durante todo el año, sobre todo si los legisladores presentan nuevos reclamos a cambio de sus votos.


Scalise aparece desde hace tiempo como un sucesor natural, pero está en tratamiento por cáncer de sangre, lo que lo mantiene alejado de la cámara durante ciertos períodos. Él ha dicho que sabe enfrentar las adversidades y está «preparado para las batallas que se avecinan».


El sector más duro de los republicanos hasta habla de buscar a Donald Trump



Pero algunos republicanos dicen que la Constitución permite buscar un presidente fuera de la cámara, y sostienen, con la ultraderechista Marjorie Taylor Greene, que este podría ser el expresidente Donald Trump.


Trump dijo a la prensa el miércoles que hará «lo que sea necesario para ayudar» a los republicanos, pero que está «totalmente» concentrado en su campaña para regresar a la Casa Blanca.


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