Nuevo destino y proyectos para el «hospital modular” que dejó el Covid en Bariloche
La estructura que instaló Nación en la pandemia está subutilizada. Hoy funcionan algunos consultorios. Un vecino propuso al gobernador electo que se cree un hospital de urgencias para la zona oeste de la ciudad.
El llamado “hospital modular” que construyó el gobierno nacional en la zona oeste de Bariloche durante la crisis del Covid-19 y que desde entonces tuvo solo un aprovechamiento parcial será readecuado para funcionar como sede del sistema provincial de emergencias Siarme y para atender consultas de distintas especialidades.
El secretario técnico de la IV Zona Sanitaria, Víctor Parodi, explicó que ese nuevo destino ya está decidido y que el complemento ideal sería “construir una ampliación” para agregarle nuevos consultorios. Este último proyecto existe pero no tiene por ahora financiamiento asegurado.
El centro sanitario está ubicado en el cruce de avenida de los Pioneros y ruta 82, contiguo a dos escuelas, a 8 kilómetros del centro de Bariloche. Fue levantado en pocos meses, con construcción “en seco”, tiene 750 metros cuadrados y fue inaugurado hace dos años, en plena pandemia. El propósito inicial fue asignarlo a la atención de pacientes con Covid, realizar hisopados, pruebas de laboratorio y también como alternativa para internación de baja complejidad.
El equipamiento básico para esas funciones también fue aportado por Nación, pero está ocioso. Un vecino de la zona y exfuncionario municipal, Raúl Martiniau, le propuso por escrito al futuro gobernador Alberto Weretilneck que aproveche el espacio para crear un “hospital de urgencias” y hasta sugirió bautizarlo como el nombre de la doctora Marta Olivera, en referencia a una profesional de larga trayectoria en el sistema de salud local, ya jubilada.
Martiniau argumentó que “la realidad urbana y de infraestructura” de Bariloche insume entre 30 y 45 minutos para llegar al hospital céntrico desde muchos barrios, por la saturación vehicular, y esa situación es más grave aún en la zona oeste. Acompañó su planteo con imágenes que exhiben una sala de internación con varias camas sin estrenar, una sala de laboratorio en desuso, office de enfermería y “shock room” para dos unidades funcionales, que hoy se improvisa como consultorio ginecológico.
Dijo que el sitio es de fácil acceso para todo el oeste y para el cerro Catedral y consideró un “acto de desidia” no disponer un servicio hospitalario básico en el lugar, cuando lo o único que hace falta es emplazar un depósito de oxígeno.
Parodi lo desmintió. Dijo que disponer internación de pacientes en ese lugar “es muy complejo”, porque no se trata solo de “meter camas”, ya que también hay que garantizar equipamiento indispensable y sobre todo el personal, que hoy es muy difícil de conseguir.
“No tiene gollete, no tiene viabilidad. Es como el ‘hospitalito’ del que tanto se habló para el Alto, hace unos años. Pero tampoco avanzó”, sostuvo Parodi. Los planificadores de la política sanitaria decidieron ya por entonces que lo mejor era fortalecer y ampliar el hospital Ramón Carrillo, ubicado en pleno centro de Bariloche, que está en proceso de ampliación a un costo millonario, para duplicar las camas disponibles y llevarlas a 220.
Atraso con el sistema de emergencias
El responsable médico de la IV Zona admitió que el edificio cedido por la Nación está subutilizado. Hoy solo lo aprovechan “en un 50%”. Afirmó que en lo inmediato el lugar será reconvertido como base del Siarme, que garantizará atención de emergencias con ambulancia las 24 horas y personal específico. Estructuras similares se montarán en Dina Huapi, en las 34 Hectáreas y en el centro de la ciudad.
Señaló que en Bariloche hay un atraso en la materia porque el nuevo organismo creado por la provincia para la cobertura de emergencias ya tiene presencia efectiva en Roca, Viedma, en Cipolletti y falta concretar Bariloche.
Parodi dijo que el hospital modular, que Nación asignó a Bariloche, al igual que en Las Grutas y en otra veintena de localidades en el país, estuvo pensado para el caso de que el Covid alcance una gravedad mayor y desborde los hospitales regulares. Pero en esta ciudad eso no ocurrió.
Señaló que activar el laboratorio emplazado allí “no tendría lógica” porque el del hospital cubre las necesidades. Sí consideró que haría falta disponer de más consultorios en esa locación, para cubrir la demanda de todo el oeste. Señaló que hoy solo atienden algunas especialidades en dos sitios que no son aptos: uno de apenas 6 metros cuadrados proyectado como depósito y otro como “estar” para médicos.
Según Parodi, hoy atienden allí regularmente especialistas en ginecología, clínica médica, adolescencia y asesoramiento para interrupción y para continuidad del embarazo. De contar con más consultorios agregarían otros rubros muy demandados, por ejemplo pediatría.
Insistió en que disponer de hospitales descentralizados de baja complejidad no es lo mejor para Bariloche. “Si fuera por necesidad haría más falta en el Alto que en el oeste, porque la mayor demanda viene de ahí -explicó-. En Dina Huapi también hay reclamos por un hospital, pero la mayoría de la gente no lo usaría porque tiene obra social y se atiende en los sanatorios privados de Bariloche”.
Parodi mencionó también como otro indicador ilustrativo que la atención por Guardia en el hospital Ramón Carrillo se mantiene en una media de 198 pacientes por día y no creció desde la pandemia.
Dijo que “desde la visión de las personas está bien” que hagan sugerencias, pero advirtió que las políticas sanitarias deben ser racionales y por eso se decidió llevar el Siarme al oeste, además de fortalecer consultorios, porque un hospital con internación “no tiene sentido”.
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