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El turismo en Bariloche consolida el repunte de las bajas temporadas

Los datos del primer semestre dan muestras del cambio. En mayo, la ocupación promedió el 39 por ciento cuando años anteriores oscilaba entre el 15 y el 20 por ciento.

 La cantidad de turistas arribados a Bariloche sigue en franco ascenso y supera los registros de 2022, que ya había sido considerado un año histórico porque por primera vez cayó la barrera del millón de visitantes. Pero según se desprende de los reportes estadísticos del primer semestre, el dato más sorprendente es la desaparición de la baja temporada otoñal.

El informe difundido por el municipio señala que este año entre enero y junio la ciudad recibió 494.977 visitantes, un 14,3% más que el año pasado. Aunque el desglose mes a mes permite obtener conclusiones más precisas y demuestra que la alta temporada de verano casi repitió los números de 2022 (apenas un 2,8% por arriba), mientras que el período abril/junio fue el mejor que se recuerde, con un aumento interanual del 36,3%.

Tradicionalmente el sector turístico tenía asumido que el mes de mayo era el más flojo del año y muchos hoteles y bungalows lo aprovechaban para cerrar, realizar reformas y licenciar a su personal. Ese hábito comenzó a desaparecer porque los niveles de facturación justifican de sobra mantener la oferta disponible.

La tasa de ocupación hotelera en mayo de este año fue de un impensado 39%, cuando en años previos pendulaba entre el 15 y el 20%.

El ministro de Turismo de Río Negro, Diego Cannestraci, dijo a Diario RÍO NEGRO que hay que evitar los análisis sesgados y es conveniente tomar series más largas, pero admitió que existe “una tendencia consolidada” de mitigación de las bajas temporadas, que Bariloche comparte con todos los destinos cordilleranos.

Refirió que en esta ciudad se vio favorecida en ese sentido por la mayor conectividad aérea. Cannestraci puntualizó que la oferta de vuelos creció durante el verano un 20% en comparación con el mismo período de 2022, pero a partir de junio ese número fue todavía mayor, hasta un 25%.

También señaló que en el último otoño el mayor arribo de turistas se explicó por el fin de semana “XXL” de mediados de junio. Afirmó que existen cambios visibles en el mercado turístico a nivel general y en Bariloche se nota también una tendencia a “desestacionalizar los viajes de corta duración, que se da en todo el mundo”.

Cannestraci dijo que otra modalidad instalada es que los viajeros “acortan los tiempos de definición”, es decir que si detectan una oportunidad deciden y contratan con pocos días de anticipación, algo que antes era muy infrecuente. También influye la tendencia al trabajo remoto, que permite planificar viajes sin necesidad de tomar vacaciones.

Esos factores, sumado a los beneficios del Pre Viaje que instrumentó el gobierno nacional, son los principales entre los que contribuyeron a relativizar las caídas de demanda en las bajas temporadas.


Superación demostrada


Según el apartado de estadísticas turísticas que publica el municipio. Este año todos los meses -entre enero y junio- las cifras mejoraron a las del año pasado. Pero en el primer trimestre la suba fue poco significativa. Llegaron a la ciudad entre enero y marzo 292.537 personas cuando en 2022 habían sido 284.509.

En cambio a partir de abril las diferencias se estiraron de modo notorio. En mayo, por ejemplo Bariloche recibió 56.399 visitantes cuando el año pasado habían sido 38.189. Una mejora del 47,6%.

Los números de ese mes testigo son muy reveladoras, para entender el cambio de tendencia. Mientras este año viajaron en mayo a Bariloche más de 56.000 personas, en los diez años previos a la pandemia el promedio para ese mes fue de solo 19.900 visitantes.

Una salvedad a considerar es que no creció en la misma proporción el número de pernoctes. Mientras en el primer semestre de 2022 toda la oferta alojativa de la ciudad vendió 2.012.979 noches/cama, este año fueron solo 1.970.032. Una caída del 2,1% que se explica por el acortamiento de las estadías promedio.


También crece el mercado de extranjeros


Otro apartado para seguir con atención es el arribo de turistas del exterior, que tuvo una recuperación post pandemia mucho más lenta que el turismo nacional y que todavía permanece lejos de las proporciones de hace dos décadas.

Este año en el primer semestre Bariloche tuvo un 21,6% de visitantes de origen extranjeros, desdoblados entre un 12,4 de países limítrofes y un 9,2% del resto del mundo. En 2022 el total había sido de solo el 10,6% (7,3% limítrofes y 3,1 del resto).

Los números ya están por arriba de los registrados en 2019 -el último antes de la pandemia- cuando en el primer semestre el 17,4% de los turistas en Bariloche fueron “no argentinos”.

Pero el registro máximo todavía está lejos. En 2006, un año récord en la materia, la ciudad recibió 289.000 turistas del exterior, un 36,6% del total. De ellos, 168.000 provinieron de países limítrofes.

Cannestraci dijo que el turismo extranjero “está creciendo mucho” y destacó por ejemplo la afluencia desde el hemisferio norte y en especial desde Estados Unidos. Dijo que ese país ya se ubica como el segundo en las “búsquedas” registradas vía web, por detrás de Brasil.


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