River le ganó a Atlético Tucumán con un agónico gol de Rondón y llegó a las 18 victorias seguidas en casa

River lo buscó toda la noche y al final tuvo su premio. Salomón Rondón metió un perfecto cabezazo luego de un centro de Pablo Solari y anotó el merecido 1-0 que sostuvo la tremenda racha de victorias en el Monumental en la era Demichelis (ya son 18) y, de paso, sirvió para dejar al equipo en zona de clasificación, con 9 puntos, a 1 de los líderes de la zona A,  Independiente y Argentinos.

Con su habitual manejo en el medio, el Millonario se hizo dueño de la pelota y tuvo paciencia para quebrar el orden del Decano. Borja, por momentos muy solo, se las ingenió para tener el primer mano a mano de la noche, pero tapó bien Marchiori.

El Decano, un duro rival

Bien parado y con un 4-4-2 que no perdió las formas, Atlético se animó y fue a buscarlo. Así, el partido se abrió y fue una tentación para River, que llegó a puro toque, pero falló en la definición. Lo perdió Nacho González de cabeza, Funes Mori desvió un tiro libre del propio Nacho que tenía destino de gol y antes del cierre de la etapa, De la Cruz casi extiende su racha con un gran remate que salvo el 1 tucumano.

En el medio, el equipo de Orsi-Gómez se animó y tuvo a la pelota parada como su arma principal. Cada vez que tuvo un córner, Carrera o Maestro Puch intentaron el olímpico, pero Armani siempre estuvo atento.

El VAR, protagonista de la noche

La polémica de la noche se dio al cerrar la etapa, cuando Paulo Díaz fusiló a Marchiori y clavó el 1-0. Hubo aviso VARy después de cinco minutos, Dóvalo confirmó una posición adelantada milimétrica, con un toque de Bruno Bianchi en el medio. «No hago goles nunca y me los anulan», dijo el defensor chileno, entre risas, con la victoria en el bolsillo.

En el complemento, la historia fue similar. Se jugó casi siempre en el campo de Atlético y River lo buscó por todos lados, pero no encontró la fórmula de romper el plan de un equipo que se sabe sólido y, por momentos es peligroso.

River lo buscó y lo encontró

Con Nacho en buen nivel y algunas apariciones de Barco, el Millonario insistió y los refrescos, Colidio y Rondón, perdieron sus chances al toque de ingresar. Esa desesperación por ir a buscar la victoria fue riesgosa y el Decano también tuvo las suyas, con Carrera y Coronel.

Los caminos conducían al 0-0, pero llegó el estallido Monumental. Centro de Solari, gran cabezazo de Rondón y a cobrar. Así, River destrabó un partido complejo, se metió en la pelea y sueña con la doble corona en el 2023.