La contención que reciben familiares de personas con Alzheimer, en Roca
ALMA es una asociación que lucha contra esta enfermedad. El equipo interdisciplinario no solo se encarga de cuidar a quienes la padecen, sino de sostener a los seres queridos.
La Asociación de Lucha contra el Mal del Alzheimer (ALMA) en Roca, es un espacio que no solo contiene al paciente que padece la enfermedad, sino también a los familiares que toman el compromiso de llevar adelante su cuidado.
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El grupo es interdisciplinario, cuenta con psicólogas, cuidadoras y abogadas, entre otras profesionales. María Railef, es trabajadora social del equipo y explicó que brindan apoyo y contención cuando la situación sobrepasa a la persona que está a cargo.
“Entendemos lo angustiante que puede ser. Hay momentos difíciles. No importa el día que sea, nosotros estamos ahí para escuchar cualquier crisis, ya sea por teléfono o encontrándonos”, expresó y agregó” estamos para contenerte en medio de esa angustia y las lágrimas que necesitás largar”.
A su vez la cuidadora Valeria Gauna, que trabaja hace ya 30 años, indicó que las personas que llevan adelante estas tareas lo hacen desde el afecto, la solidaridad y la empatía. “Es importante conocer el historial de esa persona. Si le gustaba la música o el arte. Si en algún momento ocurre alguna crisis se busca tratar de calmar al paciente con alguna canción, con una foto, un programa de televisión, hasta con un aroma. De esa forma lo tranquilizas”, explicó.
Pero la Asociación no solo sostiene a las familias emocionalmente. La abogada Emilse Lobos se encarga también de procurar que la persona que padece la enfermedad la pueda transitar de la manera qué desee con quien quiera ser cuidada. “Lo último que se pierden son los sentimientos. Tienen derecho a tener una vida digna”, sostuvo.
Acompañar en equipo
Las cuidadoras domiciliarias cumplen un rol fundamental dentro de las familias. Son ellas quienes permiten que la cuidadora o cuidador principal pueda ir a trabajar, hacer trámites o simplemente tomar un descanso.
“Uno también tiene que acceder, como familiar, a que ingrese otra persona. Eso le va a permitir cuidarse. Es importante que el familiar tenga su tiempo para poder recrearse. Es decir, como ir a tomarme un café con una amiga. Entonces, yo sé que mientras me voy, mi familia va a estar cuidada. Todo lleva un proceso en esta situación. No es de un día para otro”, aportó Valeria.
Cuando el paciente es diagnosticado, desde el equipo brindan entrevistas en las cuales piden que asistan todos los familiares. Allí les explican qué cosas pueden suceder y cómo pueden llevar adelante la situación. “Es importante que todos sepan. Desde el más adulto al más pequeño”, resaltó Gabriela Mai, otra cuidadora de la Asociación y agregó “hay que explicarles a medida que vayan preguntando”.
“Cuando uno logra estar apoyado de su familia, es decir, compartir la responsabilidad del cuidado, se puede convivir con el Alzheimer. No es imposible”, dijo María.
Las especialistas insistieron que las familias deben contener a la persona diagnosticada. “Hay que abrazarlo. Decirle, yo te entiendo, te comprendo. Eso no lo compras con nada. No necesitan el mejor calzado, ni la mejor ropa. Necesitan amor. Y eso no se compra, se brinda, damos no que sentimos”, expresó María y agregó “nosotros estamos acá por la energía, por el amor, eso es lo que nos une. Todos los integrantes del equipo tenemos ganas de ayudar al otro”.
Así el equipo brinda diferentes tips y herramientas cuando las familias más lo necesitan. Sin importar la hora y el lugar ahí están para escuchar. La empatía corre por las venas de estas especialistas que luchan por concienciar a la sociedad sobre esta enfermedad, que es lenta, pero dolorosa no solo para quienes la padecen, sino también para quienes tienen que cuidar y estar presentes en cada crisis.
Testimonio Nancy
«Es muy complejo cuidar a una persona con Alzheimer, pero se puede, más con la asistencia del grupo ALMA que me ayuda”, expresó emocionada Nancy Ortíz. Ella está a cargo del cuidado de su pareja que tiene 70 años. “Es una enfermedad difícil, yo le muestro fotos, algún video de sus nietos, de su hijo”, reconoció.
La cuidadora contó que su pareja no maneja más la camioneta familiar. “Hablamos con los hijos y decidimos esconder las llaves, porque él quería ir a la noche a tirar la basura a dos cuadras teniendo un canasto cerca”, contó.
Señaló que María Railef, referente de la organización de la Asociación de Lucha contra el Mal del Alzheimer siempre está presente cuando necesita asistencia.
“Me pasaron diferentes situaciones pero me comunico con ella y me da muchos consejos, en el día a día”, dijo.
María entiende que lo afronta Nancy porque su madre tuvo la misma enfermedad.
“Cuando una persona tiene Alzheimer todos en la familia tienen que estar informados, desde el más grande al más chico. A medida que preguntan hay que explicarles lo que está sucediendo con ese abuelo, con ese padre. Tienen que entender que si lo ven llorando de repente no es algo que le pasó recién, sino quizás algún recuerdo del pasado”, explicó Nancy.
La cuidadora recibe el apoyo de su hijo y los hijos de su pareja. “Están en todo, cada vez que hay alguna situación les pregunto qué les parece”, contó.
Los familiares viven cerca de casa y aunque trabajan todo el día nunca faltan cuando su padre los necesita, también la hermana del hombre, sus sobrinas.
“Gracias a cada uno de ellos puedo sobrellevar un montón de circunstancias”, destacó.
Nancy primero conoció a ALMA en Neuquén y luego la delegaron a la organización en Roca.
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