El Producto no es Sophia ni la IA, el producto SOS VOS
El producto somos nosotros y estamos “a la venta” sin siquiera saberlo. Encima los datos se los proporcionamos nosotros mismos, con consentimiento…
Cada uno de nosotros, que participa en redes sociales, utiliza motores de búsqueda, se vincula en este ecosistema digital, tiene su “perfil digital humano”. Es decir, se le ha dado tratamiento automatizado a los datos aportados, evaluado determinados aspectos personales, analizados, y se predicen constantemente aspectos relativos a su rendimiento profesional, situación económica, salud, preferencias personales, intereses, fiabilidad, comportamiento, ubicación o movimientos, lo que permite a su vez, rankearnos o scorearnos, por ejemplo para otorgarnos un crédito, un seguro de vida, una vivienda o simplemente vendernos un producto o servicio.
Un algoritmo capta cuánto tiempo nos quedamos mirando una foto, qué tipo de foto o video vemos, aunque no la comentemos, ni likeemos, qué comentario se hace, cuál es el vínculo con otro/a usuario, cuándo y hacia dónde nos movemos por la ciudad. Puede saber qué tipo de búsquedas realizamos, en qué época del año, a qué hora, después de estar con quién, antes de comprar qué producto, en qué tienda online o física, etc. Recolecta, almacena y acopia nuestros datos. Luego, los analiza a niveles de velocidad asombrosos. Crea nuestro perfil digital en tiempo real y en constante cambio.
Con este conjunto de datos auditados, genera a su vez las predicciones de conducta de ese mismo perfil digital, y aun conducta en transformación. Grandes empresas luchen por obtener ese famoso “click”, pujan en tiempo real, milisegundos, distintos anunciantes por el espacio publicitario ofrecido por las empresas Google (buscador) o por ejemplo Facebook o Instagram (redes asociadas), para ser el primero en ofrecerle su producto o servicio.
Pero la puja no sólo sucede por ese ansiado click, sino que directamente existen pujas por nuestro propia identidad digital. Va más allá del marketing clásico, es un marketing 5.0, subastas entre inteligencias artificiales por el perfil digital mutando, las ventas de esas predicciones respecto a la identidad digital que se encuentra en constante cambio y al mejor postor. Existen intermediarios o “corredores” de datos, empresas que recoge regularmente y venden, licencian, ceden o divulgan de otro modo a terceros la información personal de determinados usuarios finales con los que la empresa no tiene una relación directa. Para que su publicidad sea mas eficaz con mensajes personalizados o generar scorings o rankings.
¿Qué quiere decir eso? Sophia no es el producto, el producto somos nosotros y estamos “a la venta” sin siquiera saberlo. Encima los datos se los proporcionamos nosotros mismos, con consentimiento expreso luego de la “lectura de las políticas de privacidad”, como así también mediante la recolección a través de cookies, pixeles , metadatos, asistentes virtuales capaces de escuchar constantemente las conversaciones mantenidas en su presencia , o , comportamientos implícitos.
Somos el producto. Los invito a ver el documental “El Dilema de las Redes Sociales” en Netflix o la serie “Black Mirror” o volver a ver la ganadora a los Oscar el Lobo de Wall Street, hacia donde se dirige el próximo click?, como el conocimiento de nuestros datos, gustos y preferencias, permite predecir nuestras conductas y nuestros perfiles son subastados al mejor postor, sin ningún tipo de protección, regulación y además sin ningún tipo de ganancia para nosotros mismos. En definitiva somos nuestros propios productos a la venta y las empresas lucran por millones de dólares con nuestras propias identidades digitales.
El Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea ha incorporado la protección frente a los casos de elaboración de perfiles que pudieran provocar efectos jurídicos negativos a los titulares de datos, dándole el derecho a los interesados a oponerse a ser objeto de una decisión basada únicamente en el tratamiento automatizado de datos, y además, solicitarle al responsable de la base de datos una explicación sobre la lógica aplicada, solicitar intervención humana, e impugnar determinada decisión.
En Argentina, existe La Ley De Protección De Datos 25.326, cuya actualización resulta necesaria y esta en proyección, pero que actualmente permite a la autoridad de control, Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP) a recepcionar reclamos de titulares, e iniciar las investigaciones de oficio que considere pertinentes, como proceder a la aplicación de sanciones en atención a sus competencias, y además por Resolución 161/2023 dictada hace tan solo unos días, 30 de Agosto del corriente año , se dispone llevar adelante un Programa de transparencia y protección de datos personales en el uso de la I.A., llegará entonces el momento de proteger a nuestro “yo digital”?
*Directora del Instituto de Derecho e Inteligencia Artificial del Colegio de Abogados y Procuradores de Neuquen.
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