La Universidad de Río Negro acorta los planes de estudio de algunas carreras para evitar la deserción

«Estamos trabajando en adecuar los planes de estudio al alumno real y no al teórico que no trabaja ni tiene hijos«. De esta forma, Diego Aguiar, vicerrector de la sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro, se refirió a los cambios en los planes de estudios de las carreras que se vienen implementando en los últimos años.

Lee También

Rechazan el amparo colectivo de vecinalistas y gremios por el transporte de Bariloche

«Desde hace tres años tenemos una normativa del Consejo Superior de Docencia que plantea lineamientos para hacer cambios en los planes de estudio de las carreras de grado de la universidad», especificó Aguiar.

Esos cambios no abarcan a las carreras llamadas «de riesgo», como las ingenierías y Medicina ya que están reguladas por la Coneau (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria) que establece determinados estándares.

El resto de las carreras tienen fijado un mínimo total de 2.600 horas aunque nunca se había establecido un máximo. «En las universidades argentinas encontrás carreras que tienen 3.100, 3.400 horas porque no hay un límite superior. Nosotros establecimos uno, de 2.800 horas, tres años atrás«, indicó Aguiar.

La sede Andina de la UNRN tiene 22 carreras de grado. En los últimos tres años, se cambiaron 14 planes de estudio para adecuarse a la normativa. «Sacamos 300, 400 y hasta 500 horas para que no se alarguen mucho las carreras. Sucede que muchos estudiantes trabajan, tienen dificultades«, indicó Aguiar.

Admitió que el nivel de deserción en la Universidad de Río Negro es similar al resto de las universidades, aunque varía de acuerdo a las carreras. «Hay preocupación de todas las universidades nacionales por mejorar los indicadores y las tasas de graduación», reconoció el vicerrector.

¿Qué implica cambiar un plan?

Aguiar explicó que fue necesario readecuar los contenidos a la nueva realidad profesional, revisar las correlatividades, la cantidad de horas de cada materia, entre otras cuestiones. De estos encuentros participaron docentes, estudiantes, el director de la carrera y el consejo directivo que hacieron un diagnóstico, encuestas y relevamientos.

Otro cambio que implementó la universidad fue la sumatoria de títulos intermedios en cada una de las carreras. «Supongamos que un alumno estudia ingeniería electrónica. Quizás le faltan tres materias para recibirse y tiene que dejar. Se queda sin ningún título y no tiene nada para demostrar que hizo un trayecto en esos años», puntualizó Aguiar.

Por otro lado, la UNRN optó por ofrecer diplomaturas, una formación más corta vinculada al ámbito profesional y de la actualización. Un ejemplo es la Diplomatura de Recursos Humanos que dura 3 meses; la Diplomatura en Música, de un año y medio y, ahora arranca una Diplomatura en Luthería en El Bolsón. «Ya no hablamos de carreras en el sentido estricto. Son diplomaturas que van de los 3 meses hasta el año y medio. No tienen el aval del Ministerio de Educación, pero tienen la certificación académica de la universidad», acotó.

Aguiar se refirió a una tendencia de muchas empresas de ofrecer cursos cortos y formación puntual para su personal. «La universidad compite con esas empresas privadas en la formación de Recursos Humanos. Tenemos tambien esa competencia; por eso, tenemos que mirar el tema de la duración de las carreras y cuánto les lleva a los estudiantes avanzar en sus carreras. Cuando se diseña un plan de estudios se suele pensar en un alumno ideal que no tiene hijos, no tiene que trabajar. Y existen en un porcentaje muy pequeño«, manifestó.

Por último, destacó la ayuda de las becas Progresar y Belgrano para los alumnos, que rondan los 30.000 y 40.000 pesos mensuales. Resaltó que todos los alumnos que reciben becas tienen un desempeño académico mejor que quienes no tienen becas.