Las semillas criollas se acopian, resguardan y comparten en Roca
El objetivo es que las personas tengan un libre acceso a las mismas a través del intercambio.
Ema García es una productora local de bioinsumos, humos de lombriz, bocachi y biofertilizantes.
Semillas Soberanas es una red latinoamericana de resguardo e intercambio de semillas que ya tiene referentes en Roca. La idea es recuperar las semillas nativas y criollas, además de motivar a las personas a ser guardianes de éstas. A través de esta acción se recupera la diversidad que se ha ido perdiendo como resultado del avance de la producción industrial. El objetivo es que las personas tengan un libre acceso a las semillas a través del intercambio y contribuir a fortalecer lo que en el corazón de Roca anida: el amor por los frutos de la tierra.
Ema García es una productora local de bioinsumos, humos de lombriz, bocachi y biofertilizantes, además es integrante y referente de la Semillas Soberanas de Río Negro. El crecimiento de ferias locales representa una oportunidad para quienes quieren promover la producción y el consumo de alimentos sanos.
“La semilla es el patrimonio de los pueblos, es el legado que le dejamos a nuestros hijos. Nosotros compartimos, damos, intercambiamos semillas para que las personas puedan obtener su soberanía alimentaria a través de estas, puedan cultivar sus propios alimentos, intercambiar, vender sus excedentes, esto también activa las economías locales”, comparte y contagia Ema.
Además de atesorar las semillas criollas y generar instancias de intercambio, quienes integran la red promocionan la producción agroecológica a través de actividades en los barrios e instituciones locales.
Tratamos de transmitir conocimientos ancestrales y explicar por ejemplo la influencia de la luna, los astros, las constelaciones en la siembra a través del calendario biodinámico. Se enseña a elaborar purines, maceraciones para controlar las plagas, a compostar y la importancia en la separación de desechos”.
Ema García.
Roca se caracteriza por su producción frutícola principalmente. La agroecología suma seguidores y la ciudad genera el acompañamiento a través de capacitaciones, actividades de promoción y marcos legales.
“Existe un reconocimiento a los productores agroecológicos, apoyados con la norma que se aprobó del Sistema de Participación Garantizada. Con la posibilidad de darnos a conocer, incentivamos las huertas familiares y comunitarias. Esto hace que se active la economía local al participar de las ferias, es una cadena que nos permite dentro de lo que es la ciudad poder trabajar de manera conjunta”, comentó.
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