Boca hacía negocio, hasta que despertó Alex

El Inter de Porto Alegre fue siempre más que Boca, pero esa superioridad sólo la pudo plasmar en el marcador en el inicio y el final del complemento, en ambas oportunidades gracias a la precisa pegada del zurdo Alex. El 2-0 le permite a los brasileños viajar con tranquilidad para jugar la vuelta de los cuartos de final de la Sudamericana en La Bombonera.

Entretenido primer tiempo ofrendaron en el estadio Beira Río. El marcador quedó en blanco hasta el descanso debido a que Javier García transformó sus extremidades en las de un felino y salvó su arco varias veces.

El Boca versión «B» plantó una línea de cinco defensores y posó sus ilusiones ofensivas en la ciclotimia futbolística de Neri Cardozo y Gracián, y en el olfato goleador de un activo Figueroa.

Pero en realidad, la estrella estelar de esos 45 iniciales fue el arquerito «Xeneize», que abortó varias veces el festejo de D´Alessandro, al que se lo vio mejor que en su pasado «santo».

La primera local, a los 14, fue del «Cabezón», que estrelló un disparo en el palo. Ocho minutos después Alex volvió a probar los reflejos de García, que sobre los 26 se estiró como un elástico para sacar del ángulo una zurdazo del ex River. A la salida de ese córner el «1» se calzó la capa para taparles la boca a D´Alessandro y Nilmar, con un frentazo de pique al suelo. La última fue de Boca, pero Figueroa no estuvo preciso.

Todo lo que insinuó el Inter lo concretó en el primer suspiro del complemento. A los 4 el medio de Boca se durmió, la defensa no achicó y Alex recorrió 20 metros con el balón sellado a la zurda para descerrajar un disparo que fue demasiado para García.

Desde ahí creció el equipo local, al que le encantó estar bajo el mando de un D´Alessandro suelto y feliz.

El «Xeneize» naufragó en imprecisiones y falta de ideas, cambió fichas parecidas (Noir por Figueroa, Gaitán por Cardozo) y como no le encontró la vuelta, se enamoró de un resultado que lo dejaba bastante bien parado de cara a la revancha, hasta que Alex surgió con otra bomba y puso todo en dudas.