La política de los extremos
A Cristina Kirchner y a Patricia Bullrich palabra consenso les produce desagrado y fobia, pasan de una postura a la contraria sin ningún problema, no tienen una visión del país a corto, mediano y largo plazo.
Dos posiciones políticas marcan en la actualidad la coincidencia en los extremos: el “vamos por todo” de Cristina (27/2/2012) y el spot de la candidata Patricia Bullrich “todo o nada”.
No es casual que ambas posiciones – sobre todo la última – que participó de la organización Montoneros y de la que se le ha escuchado muy poca o nula autocrítica, tengan su formación política en la década del 70, participando en la Juventud Peronista que se sumó a la borrachera de violencia que hundió al país y provocó a posteriori, la sangrienta Dictadura Militar, como la consecuencia inmediata.
Es obvio que las dos posiciones, además de la soberbia y arrogancia que proclaman, son también consecuencia de la ideología de “amigo-enemigo”, contraria al sistema democrático caracterizado por los matices y los consensos.
La palabra consenso les produce desagrado y fobia, pasan de una postura a la contraria sin ningún problema, no tienen una visión del país a corto, mediano y largo plazo.
En tiempos juveniles, adherentes a los grupos armados cuyo objetivo eran no sólo los uniformados sino los que representaban para ellos, el sostén de aquéllos, incluidas sus familias.
La vueltas desmemoriadas de la historia y sin escrúpulos hicieron designar a Milani, nada menos que por Nilda Garré, una activa militante de Montoneros.
Por el lado de la candidata Bullrich, casi en sintonía con ese estilo pretende relacionar a las FF.AA. en temas de seguridad, esto es esa típica versión armamentista que linda con lo faccioso, algo que sin duda les marcó a las mencionadas una profunda y negada admiración por esas formas. Aunque estén en espacios diferentes, ambas posturas no dejan de ser extremistas y asumen esa representación.
Raul Alfonsín decía: “No hay pueblo que se suicide” buscar una salida para nuestro país por algunos de estos extremo, sería suicida.
La Argentina sale con políticas de estado, con acuerdos, con consensos, nunca va a salir por la imposición de unos sobre otros.
Es verdad que la política hoy en día, como consecuencia de los malos gobiernos, la corrupción, las mentiras y los resultados económicos a la vista, tiene muy mala prensa. No obstante, los oportunismos de algunos candidatos, aprovechando esa desconfianza y ese hartazgo, se vuelcan a las definiciones extremas como la “solución final” y lo que esto, triste y peligrosamente representa.
La UCR tiene en claro que su doctrina nada tiene que ver con posiciones extremistas ni conservadoras. Aquellos que no lo entienden o en todo caso descreen de la democracia, de los valores y caminos que la misma representa, serán los responsables, si estas posturas se adueñan una vez más de los destinos de nuestro país.
* Exsecretario de gobierno. Concejal UCR (MC), Lomas de Zamora.
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